La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.Los Institutos Nacionales de la Salud
Omita y vaya al Contenido
MedlinePlus Información de Salud para Usted MedlinePlus Información de Salud para Usted MedlinePlus Información de Salud para Usted
Contáctenos FAQs - Preguntas más frecuentes Índice Sobre MedlinePlus
English
Logo de HealthDay

Asocian un compuesto químico del plástico con enfermedades cardiacas y diabetes

El bisfenol A ha sido relacionado anteriormente con problemas de desarrollo fetal
Versión para imprimir Enviar esta página a un amigo

Traducido del inglés: miércoles, 17 de septiembre, 2008

MARTES, 17 de septiembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- El bisfenol A (BPA), un compuesto químico que se encuentra en los plásticos de biberones y envases para alimentos y bebidas, podría poner a las personas en riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2, concluye un estudio reciente.

Este estudio, que aviva la controversia que rodea a este compuesto químico omnipresente, eleva los temores de aquellos que desean su prohibición. Sin embargo, la U.S. Food and Drug Administration declaró en abril que el BPA era "seguro y que los niveles de BPA de los materiales que están en contacto con alimentos para niños y bebés están por debajo de los que causan efectos en la salud".

La investigación, que aparece en la edición del 17 de septiembre de la revista Journal of the American Medical Association, se publicó con antelación para que coincidiera con la reunión de un panel asesor de la FDA prevista para el martes.

De acuerdo con un experto, el estudio es sugestivo, pero no concluyente. "Mi opinión está dividida, porque creo realmente que el BPA es objeto de preocupación, pero este trabajo no lo demuestra", apuntó el Dr. Hugh S. Taylor, profesor asociado del Departamento de obstetricia, ginecología y ciencias reproductivas de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale.

"En cierto modo se trata de la clásica culpa pro asociación", añadió Taylor. "Las correlaciones están ahí. Hay más casos de diabetes y de enfermedad cardiaca entre las personas con niveles más altos de BPA, pero los que consumen muchos alimentos enlatados y botellas de agua tendrán un mayor nivel de BPA en la orina, y probablemente no sigan la dieta más saludable, así que es de esperar que tengan diabetes y enfermedad cardiaca".

Y mientras la audiencia del martes seguía su curso, una científica de la FDA defendió la posición de la agencia respecto al químico.

"Existe un margen de seguridad adecuado para proteger a los consumidores, incluidos niños y bebés, en los niveles actuales de exposición", explicó Laura Tarantino a los miembros del panel, de acuerdo con Associated Press.

Adelantándose a la audiencia, la Consumer Federation of America publicó una declaración en la que pedía a la FDA que actuara de manera decisiva para abordar los peligros potenciales del BPA.

"Aunque los científicos siguen evaluando los riesgos de salud del BPA para los consumidores, la FDA asume un gran riesgo al no tomar ninguna acción para proteger la salud y seguridad de los consumidores. Los consumidores desean adquirir productos que tengan una evidencia de seguridad comprobada, no falta de pruebas concluyentes sobre su peligrosidad", enfatizó en una declaración preparada Rachel Weintraub, directora de seguridad de productos y consultora principal de la federación. "Demasiados ejemplos de riesgos potenciales de hoy se convierten en una realidad peligrosa mañana. La FDA no debería asumir tal riesgo a tenor de la creciente evidencia de daños".

En el estudio, dirigido por el Dr. David Melzer, de la Escuela médica de la península en Exeter, Reino Unido, los investigadores analizaron la asociación entre el BPA y la enfermedad cardiaca y la diabetes entre 1455 adultos que participaron en la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición (NHANES) entre 2003 y 2004 en EE. UU.

El grupo de Melzer encontró que las personas que tenían altos niveles de BPA eran más propensas a tener enfermedad cardiaca, lo que incluía ataque cardiaco, o diabetes. De hecho, los altos niveles de BPA aumentaron el riesgo de estas enfermedades en 39 por ciento, informaron los investigadores.

Además, las concentraciones elevadas de BPA estaban asociadas con concentraciones anormales de tres enzimas del hígado.

"Existen problemas reales con usar BPA", advirtió Taylor. "El BPA es un disruptor endocrino similar al estrógeno. A partir de datos en animales, es evidente que existe razón para creer que el BPA es peligroso para el feto si se toma durante el embarazo. Creo que merece la pena ser cautos y al menos tratar de mantener a las mujeres embarazaras lejos del BPA", aconsejó. "Con la exposición adulta, es menos certero que exista algún efecto adverso".

El Dr. David O. Carpenter, director del Instituto para la salud y el medioambiente de la Universidad de Albany en Nueva York, remarcó que había demostrado que estas mismas enfermedades estaban asociadas con los PCB, dioxinas y pesticidas clorados.

"Tengo la fuerte sospecha de que el BPA hace exactamente lo mismo", dijo. "Desde hace tiempo vengo dando razones por las que se debería prohibir el BPA sólo en base a su efecto sobre el sistema endocrino". Los informes de la industria que argumentan que no tiene efectos adversos están equivocados", señaló.

Todos estamos expuestos al BPA, agregó Carpenter. "El problema de nuestra sociedad es que todos estamos expuestos a esta mezcla de compuestos químicos, y determinar cuáles son responsables de enfermedades es altamente difícil. Esta es una nueva observación verdaderamente importante", destacó.

El American Chemistry Council cree que la relación entre el BPA, la enfermedad cardiaca y la diabetes es tenue. "Mientras continúan los estudios científicos, el público debería tranquilizarse con la revisión reciente de la FDA del bisfenol A", apuntó Tiffany Harrington, directora de asuntos públicos del consejo.

El BPA ha sido objeto de pruebas científicas extensivas y de revisiones gubernamentales en todo el mundo, señaló Harrington. "Estas revisiones han concluido de forma consistente de que la exposición humana a los niveles de BPA es baja y que está dentro de los límites de seguridad establecidos por las autoridades gubernamentales", destacó.

"Aunque los estudios estadísticos diseñados adecuadamente sobre éste y otros compuestos aportan conocimientos valiosos respecto a la salud humana, algunas veces no es así y en otras simplemente proclaman asociaciones falsas que contribuyen muy poco o incluso confunden el cuerpo de la evidencia", agregó Harrington.

Otro experto, el Dr. Rick Stahlhut, del Centro médico de la Universidad de Rochester en Nueva York, estuvo de acuerdo en que el estudio no establece una relación causal entre el BPA, las enfermedades cardiacas y la diabetes, pero que es el primer paso hacia el descubrimiento de dicha relación. "Los hallazgos son intrigantes, pero deben ser confirmados", destacó Stahlhut.

Stahlhut dijo que espera que la controversia continúe. "Es como cualquier otro problema de exposición medioambiental. Siempre estamos dos décadas por detrás. Diez o veinte años después de la creación de un compuesto químico, las sospechas empiezan a ver la luz. Para entonces, es una industria multimillonaria, y ahora hay fuerzas cuyo trabajo es que siga adelante, y es lo que está sucediendo ahora", dijo.

Hasta que se conozcan todos los hechos sobre el BPA, Stahlhut recomienda no exponerse a las cosas que no sean necesarias. No dé por sentado que porque un "tipo sonriente en la tele" dice que no pasa nada, es así en realidad, aconsejó.


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay

(c) Derechos de autor 2008, ScoutNews, LLC

Noticias relacionadas:
Más noticias desde esta fecha

Temas relacionados: