NUEVA YORK (Reuters Health) - Las personas activas que tienden a transpirar excesivamente contarían con una protección incorporada contra las crisis asmáticas inducidas por el ejercicio, sugirió un nuevo estudio.
Esta relación inusual sugiere que los mismos mecanismos responsables de producir el "volumen" de transpiración determinan también la cantidad de agua que segregan las vías aéreas, según la hipótesis de los autores del estudio.
Básicamente, explicó el equipo, las personas que transpiran menos tendrían las vías aéreas más secas, lo que las volvería más susceptibles a estrecharse y alterar la respiración durante el ejercicio.
Los resultados, publicados en la revista Chest, surgen de pruebas a 56 marinos saludables con síntomas de asma inducido por el ejercicio: sibilancias, falta de aliento o tos por el esfuerzo físico.
El equipo del Centro Médico Naval en San Diego midió la función pulmonar de los voluntarios antes y después de darles un medicamento llamado metacolina que, en las personas asmáticas, hace que las vías aéreas se estrechen con bajas dosis.
Se les dio también pilocarpina, que induce la producción de transpiración y saliva.
Los autores observaron que los voluntarios que tendían a transpirar más como respuesta a los fármacos eran menos propensos a tener un estrechamiento de las vías aéreas después de recibir metacolina. Los que más transpiraban tendían también a producir más saliva y lágrimas.
Los resultados no prueban que una tendencia a transpirar produzca un escudo protector en las personas activas contra el asma inducido por el ejercicio, precisó el doctor Warren Lockette, investigador del estudio.
Sin embargo, explicó, los resultados coinciden con la idea de que existe un mecanismo común a la reducción de la producción de la transpiración y de agua en las vías aéreas.
"Parecería ser que la cantidad de fluidos que segregan las vías aéreas es clave para la protección contra el asma inducido por el ejercicio. De modo que si los atletas transpiran, babean o lloran, por lo menos no respirarán con dificultad", concluyó el autor.
FUENTE: Chest, septiembre del 2008
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Página actualizada: 10 septiembre 2008 |