Los Demócratas Prometen Mas Investigaciones Sobre las Despedidas de los Fiscales Federales
6 de marzo de 2007

Washington, D.C. - En el testimonio ante el Sub-Comité de Magistratura sobre la ley Administrativa y del Comercio, seis ex fiscales federales contradijeron las explicaciones dadas por la Administración del Presidente Bush sobre sus terminaciones. Varios de ellos testificaron acerca de las presiones políticas colocadas en ellos antes de sus despedidas e indicaron que ellos fueron terminados para avanzar a seguidores leales del Presidente Bush.

La Congresista Linda Sánchez, líder del Sub-Comité, notificó a los ex fiscales federales, la mayor parte de los cuales habían dirigido investigaciones en casos de corrupción política. Los fiscales citaron sus evaluaciones positivas de su trabajo y a comunicaciones internas para disipar las razones indicadas por la Administración del Presidente Bush. Los fiscales también testificaron acerca de un intento por el Departamento de la Justicia para prevenirlos de discutir públicamente sus casos.

“Nuestro país decidió después del escándalo de Watergate que esta clase de partidismo ideológico no tiene lugar en nuestro sistema de justicia,” dijo la Congresista Sánchez. “Desafortunadamente, las despedidas de estos fiscales indican que la Administración del Presidente Bush ha actuado una vez más para el interés de su partido en vez de actuar para el interés de la nación.”

Los ex fiscales federales David Bogden de Nevada y Paul Charlton de Arizona testificaron que el presente Asistente del Procurador General, William Mercer, les dijo que los fiscales federales no fueron despedidos por su desempeño de su trabajo, como había dicho el Diputado del Procurador General Paul McNulty en una previa audiencia ante el Senado.

“El testimonio de hoy indica que es hora de controlar a este Presidente y a su Administración antes de que ellos hagan más daño a nuestra democracia,” dijo el Congresista John Conyers, líder del Comité de Magistratura de la Cámara de Representantes. “Hoy recibimos evidencia sólida que indican que las despedidas de estos fiscales fueron motivadas por intereses políticos. Obviamente, necesitamos seguir estos desarrollos con mas investigaciones.”

David Iglesias, ex fiscal federal de Nuevo México, testificó que el Senador Pete Domenici y la Congresista Heather Wilson lo llamaron en los últimos días de las elecciones del 2006 para discutir una acusación contra un funcionario local demócrata. El fiscal Iglesias dijo que después de que el Senador Domenici colgara el teléfono bruscamente, “Sentí un dolor en fondo de mi estómago. Seis semanas después, yo recibí la llamada de que tenia que buscar otro trabajo.”


H.E. “Bud” Cummins III, ex fiscal federal de Arkansas, testificó que ese Michael Elston, el Jefe del gabinete del Diputado del Procurador General Paul McNulty, lo llamó con una advertencia de que si cualquiera de los fiscales federales decidían discutir públicamente sus casos, ellos serían el blanco de campañas negativas de información sobre su trabajo como fiscales. El fiscal Cummins advirtió a sus colegas que el Departamento de Justicia vería su testimonio como una “elevación mayor de la controversia,” y que los fiscales despedidos “sufrirían de verguenza cuando la Administración revele información adicional sobre el desempeño de sus trabajos.”

“El Departamento de Justicia, el cual no fue efectivamente regulado durante la mayoría previa, ha estado actuando tras puertas cerradas para enriquecer a compinches políticos y para intimidar a las mismas personas escogidas por la agencia,” dijo La Congresista Sánchez. “Esta conducta daña a nuestra democracia y al mismo tiempo, demuestra la importancia de la supervisión Congresional, una función que el Congresista Conyers y yo prometemos continuar.”

“El testimonio que hoy oímos es evidencia de la importancia de aprobar la Resolución Numero 580 de la Cámara de Representantes, para restaurar un equilibrio en nombramiento de fiscales federales,” dijo la Congresista Sánchez.