WASHINGTON – Jason O’Bannon, un ex Patrullero Estatal de Kentucky asignado al puesto de London, fue sentenciado hoy en un tribunal federal en Lexington, KY., a 10 meses de prisión por manipular a un testigo y violar los derechos civiles de una víctima del sexo femenino. Una vez cumplido su periodo de encarcelamiento, O’Bannon estará en libertad bajo supervisión federal por dos años.
O’Bannon trabajó como Patrullero Estatal de Kentucky de 1996 a 2007. El 17 de agosto de 2007, O’Bannon se declaró culpable de una acusación de dos cargos: un cargo de delito mayor de manipulación de testigo y un cargo de delito menor de violar los derechos civiles de una víctima del sexo femenino. Específicamente, O’Bannon admitió que intentó coaccionar a la víctima, quien trabajaba para la Policía Estatal de Kentucky como informante encubierta de narcotráfico, a realizar un acto sexual a cambio de que O’Bannon redujera o retirara cargos penales contra ella. Asimismo, O’Bannon admitió que le pidió a un patrullero compañero que mintiera a un gran jurado federal que investigaba a O’Bannon por violaciones de los derechos civiles.
"Este demandado violó la confianza del público, al abusar de su autoridad como representante de la ley y pedir a otro agente de la policía que mintiera a un gran jurado federal para encubrir su conducta delictiva", dijo Grace Chung Becker, Secretaria de Justicia Auxiliar Interina de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de EE.UU. "Este enjuiciamiento demuestra el compromiso del Departamento de Justicia de enjuiciar enérgicamente a funcionarios de las fuerzas del orden público que abusen deliberadamente de la ley".
"O’Bannon no solo traicionó la confianza de la comunidad, sino también de todos los agentes orgullosos que le antecedieron e hicieron de la Policía Estatal de Kentucky una agencia policial modelo en la nación", dijo James A. Zerhusen, Fiscal Federal Interino para el Distrito Este de Kentucky. "Nuestra oficina seguirá enjuiciando a quienes se aprovechen de la confianza que les es brindada y los responsabilizará por sus actos".
La División de Derechos Civiles se empeña en hacer valer enérgicamente las leyes de derechos civiles de la nación. En los últimos siete años de este gobierno, la División ha condenado a casi un 50 por ciento más de demandados por conducta indebida bajo apariencia legal, o conducta indebida oficial, que en los siete años anteriores. La División sigue estableciendo récords en la aplicación de la ley civil penal. El año pasado, la División condenó a 189 demandados por violaciones de los derechos civiles, lo cual constituye un récord en la historia de 50 años de la División. El récord del año pasado superó el récord establecido en 2006.
Este caso fue investigado por el Agente Especial Steven Wight de la División de Louisville del Buró Federal de Investigaciones [Federal Bureau of Investigation (FBI)] y el Teniente Vic Brown de la Policía del Estado de Kentucky. Estuvieron a cargo de la acusación en el caso el Fiscal Federal Auxiliar Kevin Dicken de la Fiscalía Federal en Lexington y los Abogados Litigantes Gerard Hogan y Evan Rikhye de la División de Derechos Civiles.
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