Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Alberto R. Gonzales en la Convención Nacional de Veteranos Estadounidenses con Discapacidades

Chicago, Illinois
14 de agosto de 2006

Gracias, Joe, y gracias a todos por haberme invitado a acompañarlos hoy.

Sucesos en Medio Oriente, los enfrentamientos en Irak y Afganistán, y el reciente desbaratamiento en el Reino Unido de un complot para hacer explotar bombas líquidas abordo de aviones de pasajeros nos recuerdan que el mundo sigue siendo tan peligroso hoy como cuando se pusieron su uniforme con orgullo. A la luz de estos desafíos, nuestros militares siguen marchando para defender nuestros vecindarios y nuestro estilo de vida, para defender nuestros valores, para defender a los Estados Unidos.

A mí personalmente me genera mucha humildad estar aquí, en una habitación llena de héroes. Deseo agradecerles muchísimo por su servicio, por su sacrificio. Les agradezco tanto personalmente como de parte de mi familia – porque nos sentimos muy afortunados de disfrutar las libertades que ustedes han protegido –y también les agradezco de parte de nuestro Presidente, a quien conozco como líder, jefe y como un buen amigo mío. Sé cuánto significan para George Bush como persona los miembros de nuestras Fuerzas Armadas, así como también para George Bush como Comandante en Jefe. Su apoyo y su corazón siempre yacen con quienes sirven y han servido al país. Además, quiero agradecerle a Veteranos Estadounidenses con Discapacidades por su liderazgo en la protección de los derechos de los veteranos con discapacidades. Ustedes son una de las principales voces de los veteranos en esta gran nación. Escuchamos sus preocupaciones y siempre recibimos con gusto sus opiniones. Me honra que me hayan invitado hoy aquí y me hayan dado la oportunidad de informarles que una de las prioridades del Departamento de Justicia es hacer cumplir las leyes de Derechos Civiles para veteranos estadounidenses y que el Departamento se dedica con ahínco a esa labor.

Un conocido poema del Reverendo Dennis Edward O´Brien de la Marina de los EE.UU. resulta especialmente relevante a este tema. Supongo que todos ustedes saben de memoria este breve poema, pero espero que no les moleste escuchar otra vez esta mañana las profundas palabras del Reverendo O´Brien:

"Es el soldado, no el periodista,
quien nos ha dado la libertad de prensa.
Es el soldado, no el poeta,
quien nos ha dado la libertad de expresión.
Es el soldado, no el organizador,
quien nos ha dado la libertad de manifestación.
Es el soldado, que hace una venia frente a la bandera, que sirve bajo la bandera y cuyo ataúd se envuelve en la bandera,
quien le permite al manifestante quemar la bandera".

Quizás esas verdades nunca hayan sido expresadas de una manera más clara o sencilla.

Es por estas verdades – porque los soldados de los Estados Unidos fueron quienes ganaron y son quienes protegen nuestras increíbles libertades – que la ley de nuestro país les da determinadas protecciones a quienes sirven en el ejército.

La ley reconoce que, aunque nunca les podemos agradecer lo suficiente por su servicio, podemos eliminar algunas de las preocupaciones que los soldados pueden llegar a tener cuando son enviados al campo de batalla. Por eso, los representantes del gobierno hacemos las siguientes promesas:

Prometemos que los soldados conservarán sus trabajos cuando vuelvan a casa; que no pueden ser discriminados por su empleador por servir en el ejército.

Prometemos que los soldados podrán votar en nuestras elecciones mientras se encuentran en servicio y que su votó será contabilizado.

Y les prometemos a los soldados que su seguridad financiera será resguardada. Tendrán protecciones asociadas a los procedimientos en acciones civiles, como juicios o reposesiones de propiedad, mientras sirven en el extranjero.

El Departamento de Justicia se encarga de hacer cumplir estos tres derechos civiles básicos y les puedo asegurar que el personal y los fiscales del Departamento están profundamente comprometidos con estas tareas de coacción. Sentimos que es un honor ayudar de esa manera a los uniformados. Es nuestra manera de agradecerles por su servicio.

Pero nuestra dedicación y nuestro incansable trabajo en la Ley de Derechos de los Servicios Uniformados y de Reempleo [Uniformed Services and Reemployment Rights Act (USERRA], la Ley Electoral de Ausentes para Ciudadanos Uniformados y Ciudadanos en el Exterior [Uniformed and Overseas Citizens Absentee Voting Act (UOCAVA)] y la Ley de Amparo Civil para Militares [Servicemembers' Civil Relief Act (SCRA)] no tienen sentido para soldados que no saben que poseen estos derechos. Es por eso que el Departamento está enfocando su tarea en asegurarse de que nuestros uniformados estén al tanto de estas protecciones y puedan conocer más acerca de las mismas.

Me complace anunciar hoy que el Departamento de Justicia acaba de lanzar un nuevo portal – www.servicemembers.gov – al que los militares y sus familias pueden dirigirse para conocer más sobre estos derechos civiles. El portal posee contenido original y vínculos a información importante brindada por muchas de nuestras dependencias asociadas, como el Departamento del Trabajo y Servicios de Impuestos Internos [Internal Revenue Service (IRS)]. Así, el portal les brinda a militares – y a las personas que los apoyan y les dan empleo – un solo lugar al que se pueden dirigir para conocer más sobre sus derechos.

Servicemembers.gov también es un buen lugar de inicio si un soldado piensa que se le ha negado cualquiera de estos derechos; el portal brinda instrucciones claras, por ejemplo, para entablar una demanda.

Veteranos Estadounidenses con Discapacidades posee una excelente red de miembros y colaboradores, y espero que este nuevo portal sea un recurso accesible e informativo para su comunidad. El Departamento de Justicia depende en parte de grupos como el suyo para difundir esta nueva herramienta. Por lo que les agradezco que nos ayuden a ayudar a nuestros uniformados.

Esta será la primera vez, la primera guerra, en la que veteranos que regresen de batalla tendrán acceso casi universal a Internet. Espero que este portal aproveche esto y que también pase a ser casi universal el conocimiento de los derechos civiles protegidos por estas leyes tan importantes.

Me gustaría darles algunos ejemplos de casos asociados a los derechos civiles que el Departamento está tratando en este momento para ilustrar que este caso no se trata de leyes o estatutos escritos, sino que se trata de personas reales, soldados reales y sus familias, que necesitan y merecen la protección del país por el que tanto se han sacrificado para proteger.

Recientemente el Departamento entabló su primera demanda colectiva bajo USERRA, en la que se alega que American Airlines violó los derechos de empleados que también son pilotos del ejército. El caso se presentó de parte de Mark Woodall, Michael McMahon y Paul Madson – tres pilotos militares que también eran empleados de American Airlines como pilotos comerciales – y alega que American Airlines redujo los beneficios laborales de los pilotos que habían tomado licencia militar y no les redujo los mismos beneficios a pilotos que habían tomado licencias similares, pero no militares.

Desde su promulgación en 1994, esta ley les ha prohibido a los empleadores discriminar o tomar represalias contra un empleado o un candidato a un puesto debido a una obligación militar pasada, actual o futura. Pero en este, que es el primer caso de demanda colectiva bajo este estatuto, el Departamento desea brindar un importante precedente que nos permitirá hacer cumplir la ley con aun mayor fuerza en el futuro.

En otro ejemplo claro de las personas por las que hacemos cumplir estas leyes, recientemente el Departamento obtuvo un decreto por consentimiento de un empleador que despidió a un militar llamado Richard White el mismo día que Richard le dijo a su jefe que tenía que reportarse para servicio activo. El decreto por consentimiento le exige al empleador que le pague sueldos retroactivos al Sr. White.

Solo un poder superior puede juzgar qué lleva a un empleador a tratar a un soldado como si fuera un inconveniente. Pero aquí en la tierra, tenemos USERRA y la utilizaremos para defender a Richard White y a soldados como él todas las veces que sean necesarias.

En los últimos años, con tanto personal de los servicios uniformados trabajando en lugares remotos como Irak y Afganistán, el Departamento de Justicia le ha dado aún mayor prioridad a la supervisión del cumplimiento de la Ley Electoral de Ausentes para Ciudadanos Uniformados y Ciudadanos en el Exterior [Uniformed and Overseas Citizens Absentee Voting Act (UOCAVA)].

Por ejemplo, a principios de este año, tratamos temas estructurales de larga data que afectaban a personal militar uniformado apostado en el país y el extranjero que deseaba votar en Carolina del Norte, Carolina del Sur y Alabama. Estos estados tenían segundas elecciones que estaban demasiado cerca de las primarias para permitir que estos electores recibieran y devolvieran las papeletas. Con la cooperación de funcionarios electorales estatales, pudimos reparar cada una de estas violaciones.

A medida que se acercan las elecciones generales de 2006, seguiremos protegiendo cuidadosamente los derechos electorales de los militares, sus familias y otros ciudadanos en el extranjero. El 4 de agosto de 2006 les envié una carta a todos los funcionarios electorales estatales.

La carta pide que se realicen todos los esfuerzos posibles para enviar papeletas al extranjero con la mayor anticipación factible antes de las elecciones y que se adopten nuevos procedimientos para facilitar la entrega y la devolución de papeletas, especialmente en el caso de las personas que defienden a nuestro país en ubicaciones remotas o ubicaciones de combate. Negarles la posibilidad de votar a los hombres y las mujeres que protegen el mismísimo derecho al voto sería un insulto inaceptable.

Por último, me gustaría hablar del cumplimiento de la Ley de Amparo Civil para Militares. Gracias a esta ley, hombres y mujeres que actualmente sirven en Irak y Afganistán poseen protecciones asociadas a los procedimientos que les permitirán no distraerse tanto por litigios en nuestro país: porque alguien intenta volver a tomar posesión de un automóvil alquilado, desalojar a su cónyuge y a sus hijos, vender su casa en un remate, o acumular multas en tarjetas de crédito con tasas de interés del 21 por ciento. Resulta difícil responder a un juicio civil mientras uno está concentrado en dispositivos explosivos improvisados, y es por eso que la ley protege a los militares.

Como todo oficial militar puede decir, el cumplimiento de esta disposición es un asunto de preparación y de moral. Los hombres y mujeres uniformados, como todos los estadounidenses, tiene que cumplir con sus obligaciones.

Sin embargo, hace mucho que el Congreso decidió, atinadamente a mi parecer, brindarles protecciones frente a juicios a los militares mientras están desplegados en el exterior en servicio activo.

La mayoría de los individuos y las instituciones cumplen con esta ley en cuanto un militar o un abogado militar les hace conocer la ley. No obstante, si a un militar se le niega una protección, la División de Derechos Civiles y las Fiscalías Federales están listas para responder y participar en los casos.

El Presidente Calvin Coolidge dijo una vez que "La nación que se olvida de sus defensores será olvidada".

En el Departamento de Justicia, recordamos a los defensores de nuestra nación todos los días. Siempre tenemos presente que hijos, hijas, madres y padres han cambiado voluntariamente atuendos civiles por uniformes militares y las obligaciones del servicio militar: lo que hace que merezcan nuestro más profundo agradecimiento de manera constante y que nos dediquemos con ahínco a hacer cumplir las protecciones a sus derechos civiles.

Muchas gracias por haberme invitado a acompañarlos hoy. Que Dios los bendiga a ustedes y al trabajo de esta organización, y que siga bendiciendo a los Estados Unidos de América.

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