Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados para el Secretario de Justicia de los Estados Unidos Alberto R. Gonzales
en la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Beijing (18-11-05)

Beijing, China
18 de noviembre de 2005

Buenos días, damas y caballeros.

Éste es mi segundo viaje a la China, y ambos han sido parte de una visita oficial... primero, cuando yo era Consejero General del entonces Gobernador de Texas George Bush, y ahora como Secretario de Justicia de los Estados Unidos. Dicho sea de paso, estos viajes son siempre demasiado cortos y raramente me permiten el tiempo necesario para una plena exploración. Recuerdo la famosa declaración de Marco Polo en respuesta a las historias escépticas y fantásticas del Oriente: "Sólo he contado la mitad de lo que he visto".

Siento que lo contrario es verdad durante estas visitas oficiales: "Sólo he visto la mitad de lo que me han contado". La riqueza de la cultura, la belleza de los campos, los vastos tesoros naturales... Como pueden imaginarse, me encantaría volver algún día como turista para examinar mejor el legado singular de la China.

Dado que los cuentos de Polo de la Ruta de la Seda lo convirtieron en un autor exitoso, creo que también se podría argumentar que él estaba apenas protegiendo su propiedad intelectual con su epitafio famoso. Fue hace más de 700 años que Marco Polo viajó a Beijing; sin embargo, sus experiencias aún pueden dar forma a nuestra labor conjunta actual.

Mientras que puede ser algo rebuscado - bueno, reconozco que es rebuscado - hacer una conexión entre Marco Polo y los derechos de propiedad intelectual, su servicio en la Corte del Gran Khan es un buen ejemplo para una asociación moderna entre la China y los Estados Unidos - una asociación que sirve de puente para las distancias culturales y geográficas para la realización de objetivos comunes para nuestros ciudadanos y nuestras economías. Y estoy aquí para decir que esta asociación debe incluir un compromiso mutuo de hacer valer los derechos de propiedad intelectual que son los cimientos de nuestra economía global dinámica. Nos encontramos en un momento crítico de la historia de la coacción asociada a los derechos de propiedad intelectual internacionales. Muchas innovaciones globales, tanto económicas como tecnológicas, han creado desafíos sin precedentes para esta tarea. Como ustedes saben, el capital intelectual de los Estados Unidos y de China es uno de los recursos más importantes de nuestros respectivos países - y uno de sus patrimonios más valiosos - y se ha transformado en una fuente significativa de comercio entre nuestros dos países.

Además, personas de todo el mundo disfrutan el fruto del trabajo arduo de nuestras comunidades creativas - ya sea películas, música, programas de informática para empresas, juegos de computadora, ropa, piezas para automóviles o, incluso, productos farmacéuticos. Actualmente, la tecnología moderna brinda a los propietarios de propiedad intelectual oportunidades sin precedentes de distribuir su obra a un público internacional.

Sin embargo, a medida que aumenta la demanda por estos productos, delincuentes intentarán lucrar aprovechando el trabajo arduo y la creatividad ajenos. Y la misma tecnología que permite la distribución amplia y legítima a consumidores también ha permitido el comercio ilegal relativamente fácil y barato de producto pirateados y falsificados en todo el mundo. Por ejemplo, delincuentes ingeniosos pueden usar el Internet para violar leyes de marca registrada y copyright simultáneamente, creando y vendiendo productos, tales como programas de informática, que parecen legítimos al consumidor medio, aunque no lo son.

El hecho principal es que los delitos asociados a la propiedad intelectual se han vuelto demasiado comunes. Los bienes falsificados y pirateados son demasiado fáciles de conseguir - desde CDs, DVD y juegos falsificados. . . a relojes y gafas de sol falsificados en las esquinas de las calles. . . y archivos compartidos en línea. Si bien estos delitos pueden parecer inocuos a algunos, nada podría ser menos verdad.

Los delincuentes que fabrican y venden mercaderías falsificadas roban negocios de comerciantes honestos, defraudan a clientes inocentes, lucran ilegalmente aprovechándose del trabajo arduo de empleados y empresarios, y socavan los valores de la competencia y la creatividad. Esta subeconomía cuesta a empresas legítimas miles de millones de dólares cada año - y causa daños significativos a las economías de tanto los Estados Unidos como de la China.

¿Qué pueden hacer nuestras respectivas autoridades del orden público sobre este problema? En mi opinión, nuestra labor debe ocurrir en varios frentes. Debemos fortalecer nuestros esfuerzos globales de coacción, asegurar leyes fuertes de derechos de propiedad intelectual, incrementar los recursos de las fuerzas del orden público dedicados a la coacción asociada a la propiedad intelectual, y esforzarnos para lograr un aumento de la cantidad de operaciones Estados Unidos-China.

El delito de propiedad intelectual es actualmente de naturaleza innegable. La edad digital ha creado un mundo sin fronteras para conspiraciones delictivas de gran porte - por lo tanto, la labor de nuestras fuerzas del orden público también debe ser global y sin fronteras. Cada miembro de la economía global tiene la responsabilidad de mantener a los bienes falsificados fuera del mercado global.

Uno de los desafíos de crecimiento más rápido es la delincuencia de PI de escala comercial basada en Internet. Como dijo el Director Adjunto del FBI, Louis Reigel durante su visita a China la semana pasada, prácticamente el 40 por ciento de los 500 casos de piratería comercial investigados actualmente por el FBI está vinculado a la China. La gama de productos pirateados y falsificados que se origina aquí pertenece a un amplio espectro de industrias, incluidos los productos farmacéuticos, cigarrillos, carteras y ropa falsificados, y obras digitales pirateadas, tales como películas, música, programas de informática y juegos de computadora.

Para combatir esta amenaza en crecimiento, las agencias de las fuerzas del orden público de la China y los Estados Unidos deben trabajar juntas para crear y enjuiciar casos de piratería internacional. Individualmente, ambos debemos contar con una coacción doméstica fuerte, y yo apoyo los esfuerzos realizados por la China para lograr un aumento de capacidad en esta área. Pero no podemos hacerlo solos. Ayer, pedí personalmente a mis homólogos aquí en la China que continúen la cooperación creciente de la China con las fuerzas del orden público de los Estados Unidos en el combate al delito de propiedad intelectual.

En los Estados Unidos, hemos hecho de la protección de los derechos de propiedad intelectual una prioridad de las fuerzas del orden público, y estamos llevando a cabo una campaña agresiva y exitosa contra el delito de propiedad intelectual en varios frentes.

El Departamento de Justicia ha sido un integrante de la iniciativa STOP - Estrategia de Ataque a la Piratería Organizada (Strategy Targeting Organized Piracy). Esta iniciativa exhaustiva busca la participación de todos los interesados - entidades gubernamentales, empresas pequeñas, asociados internacionales, autoridades del orden público y otras organizaciones independientes - en una estrategia coordinada y agresiva de combate al problema global de la falsificación y la piratería.

Además del papel significativo que el Departamento de Justicia ha tenido en la labor de alcance exterior y educativa realizada a través de la iniciativa STOP, la Administración Bush envió al Congreso propuestas legislativas la semana pasada, elaboradas por el Departamento de Justicia para ayudar a fortalecer y actualizar las leyes de propiedad intelectual de los Estados Unidos.

Este paquete legislativo daría más rigor a las penalidades para delincuentes repetitivos de la propiedad intelectual, ampliaría la protección de la propiedad intelectual y agregaría herramientas de investigación para la coacción tanto penal como civil. No se debe permitir que aquellos que roben el trabajo arduo y la innovación de empresarios y trabajadores honestos disfruten los lucros de dicha actividad. Asimismo, esta legislación dejaría claro que la exportación de bienes ilegales es lo mismo que su importación. . . y debe recibir el castigo correspondiente.

Nuestra labor de elaboración de políticas debe avanzar junto con las tecnologías modernas si deseamos seguir el ritmo de esta área de delincuencia en evolución. La legislación propuesta enviada al Congreso la semana pasada debe asegurar que las leyes de los Estados Unidos acompañen el ritmo de la naturaleza cambiante de los delitos de propiedad intelectual.

El Departamento de Justicia también creó un Grupo de Trabajo sobre la Propiedad Intelectual para fortalecer la protección proporcionada por el Departamento de los recursos intelectuales valiosos del país. Hace un año, el Grupo de Trabajo emitió un informe exhaustivo en el que detallaba más de 25 recomendaciones distintas para mejorar la labor de coacción asociada a la propiedad intelectual - y seguiremos trabajando para implementar dichas iniciativas.

A través de este Grupo de Trabajo, hemos diseñado programas centrados en la concientización y la prevención, y hemos dedicado recursos de enjuiciamiento considerables a mejorar nuestra capacidad de combatir los delitos agresivamente y proteger los derechos de propiedad intelectual de nuestros ciudadanos e industrias. Más importante aún, reconocemos nuestra responsabilidad de enérgicamente hacer cumplir las leyes de PI - y desarrollar una cultura de respeto por los derechos de PI - a fin de proteger la energía creativa y la ingeniosidad de los Estados Unidos para el futuro de nuestra economía.

En los Estados Unidos, nuestro mensaje a los delincuentes que busquen lucrar a través de la propiedad intelectual de ciudadanos y empresas estadounidenses honestos y trabajadores es claro: No hay nada de falso en el compromiso que hemos asumido de enjuiciar a falsificadores y piratas. Estados Unidos está dedicando más recursos de coacción - incluidos fiscales e investigadores del Departamento de Justicia - que nunca para la coacción asociada a los derechos de propiedad intelectual. Y durante este viaje, he instado a mis compañeros de las fuerzas del orden público de la China que hagan lo mismo. Este aumento de recursos humanos de las fuerzas del orden público es necesario para evitar la delincuencia comercial de PI de gran escala y para desmantelar los sindicatos de la delincuencia organizada que cometen dichos delitos en todo el mundo. En los últimos 18 meses, el Departamento ha encabezado con éxito las dos más grandes acciones de coacción internacionales jamás llevadas a cabo contra la piratería en Internet. De la Operación FastLink y la Operación Site Down juntas participaron más de 16 países de cinco continentes. Estas operaciones encabezadas por los Estados Unidos sincronizaron la ejecución de más de 200 órdenes de allanamiento, la confiscación de centenas de computadoras y centros ilegales de distribución en línea, y la eliminación de más de 100 millones de dólares en programas de informática, juegos, películas y música de canales de distribución ilícitos. De las 32 personas acusadas del delito de violación de copyright, hasta el momento, 20 han sido condenadas y el resto están aguardando sentencia o juicio.

La lista de países que participaron en esta labor es larga; sin embargo, el Departamento se compromete a aprovechar estos éxitos y lograr una participación global aún mayor en el futuro. Por ejemplo, esperamos incluir a las autoridades del orden público de la China en estas operaciones internacionales exhaustivas en el futuro. En la economía global cada vez más conectada, cualquier cosa inferior a una labor global no será suficiente.

Sin embargo, no nos faltan ejemplos de trabajo de coacción conjunto entre los Estados Unidos y la China. Nuestra labor cooperativa reciente demuestra como, trabajando juntos, podemos desmantelar organizaciones que se dedican a delitos asociados a la propiedad intelectual en ambos lados del Pacífico.

En la primerísima operación de coacción sino-estadounidense contra los delitos de propiedad intelectual, las autoridades chinas detuvieron y condenaron, el año pasado, a un cabecilla estadounidense y dos asociados chinos involucrados en una red delictiva internacional responsable por la piratería de DVDs en más de 20 países. Las autoridades chinas confiscaron centenas de miles de DVDs falsificados y ubicaron y destruyeron tres depósitos utilizados para almacenar DVDs pirateados para distribución internacional.

El mismo cabecilla de red ha sido extraditado ahora a los Estados Unidos y fue acusado formalmente el mes pasado de violación delictiva de derechos de marca registrada y copyright, importación de mercaderías ilegales y lavado de dinero. Estamos pidiendo la confiscación de más de un millón de dólares de ganancias que obtuvo como resultado de este ardid, y para los dieciséis cargos de los que ha sido acusado corresponden sentencias máximas de entre cinco y veinte años cada uno.

Más recientemente, en otra investigación conjunta, agentes chinos y estadounidenses desmantelaron una red delictiva que operaba en los Estados Unidos y en la China, y que fabricaba y distribuía drogas farmacéuticas falsificadas y con marcas falsas utilizando el Internet. Hace dos meses, fiscales estadounidenses acusaron y detuvieron a un estadounidense por importar y distribuir mercaderías falsificadas, y las autoridades chinas detuvieron a 11 ciudadanos chinos involucrados en la manufactura de drogas falsificadas. Las autoridades chinas también cerraron cinco instalaciones manufactureras en Tianjin y en la provincia de Henan y confiscaron centenas de miles de tabletas falsas y centenas de quilogramos de materias primas utilizadas para fabricar las drogas falsificadas.

Ninguna de estas operaciones exitosas hubiera sido posible sin la cooperación y el trabajo arduo de investigadores y fiscales tanto en los Estados Unidos como en la China. Estos tipos de operación conjunta de las fuerzas del orden público ayudan a transmitir el mensaje claro de que ni la China ni los Estados Unidos tolerarán el delito de propiedad intelectual en ningún lugar del mundo.

Las fronteras internacionales no pueden detener nuestra persecución vigorosa y enjuiciamiento de aquellos que roben propiedad intelectual producida por personas creativas y trabajadoras en nuestros dos países. Aprovechando esta labor cooperativa exitosa, podemos ganar nuestra batalla contra el delito asociado a la propiedad intelectual. Y podemos asegurar un futuro justo y próspero para la China y para los Estados Unidos.

Nuevamente, gracias por la oportunidad de acompañarlos hoy.

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