Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados para discurso del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Michael B. Mukasey en la Audiencia de Supervisión del Comité Judicial del Senado del Departamento de Justicia

Washington, D.C.
30 de enero de 2008 - 10:00 A.M.

Buenos días, Presidente Leahy, Senador Specter y Miembros del Comité. Gracias por la oportunidad de atestiguar hoy.

Hace menos de tres meses que asumí mi cargo en el Departamento de Justicia. En ese periodo tan corto, pude confirmar lo que esperaba encontrar: hombres y mujeres talentosos, empeñados y dedicados a cumplir con la misión del Departamento.

Como usted sabe, Sr. Presidente, soy nuevo en Washington, y mi educación en cómo funciona esta ciudad continúa. He tratado de cumplir los compromisos que he asumido de trabajar con el Congreso y de mantener al Congreso informado sobre las actividades y posiciones de política del Departamento, siempre que posible.

Habrá momentos de desacuerdo, como siempre. Existen iniciativas de política que el Departamento apoya a la que algunos de los Miembros de este Comité se oponen enérgicamente, y algunas iniciativas de política que Miembros de este Comité apoyan y a las que el Departamento se opone. También existen situaciones en las que los intereses del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo se encuentran en tensión. Esto no es, como algunas personas alegan, prueba de un sistema político quebrado o defectuoso; es parte de la ingeniosidad del diseño de nuestra Constitución, la cual incluye una fuerte separación de poderes. Si bien estas tensiones nunca desaparecerán, hay muchas áreas de acuerdo en las que podemos trabajar juntos en nombre de nuestros clientes comunes, el pueblo de los Estados Unidos. Existe un área en la que necesito especialmente su ayuda. Como usted sabe, muchos cargos clave en el Departamento de Justicia, incluidos el de Secretario de Justicia Adjunto y Auxiliar, segundo y tercer cargo en jerarquía, respectivamente, no están ocupados. Dichos cargos, y otros, están siendo ocupados por personas de gran talento y dedicación que actúan de manera interina; sin embargo, la espera continua de credenciales confirmadas por el Senado crea un ambiente tentativo que no es en interés del Departamento o del país. Sr. Presidente, agradezco los pasos que el Comité ha tomado para realizar audiencias para dichas personas nombradas. Espero que se esfuerce por asegurar que ellas y otras sean confirmadas rápidamente, para que se establezca un equipo de liderazgo permanente en el Departamento de Justicia.

Como bien sabe este Comité, se necesitan con urgencia autoridades críticas de seguridad nacional - la Ley Proteger a los Estados Unidos, la cual brindó al gobierno autoridades nuevas para realizar la vigilancia de objetivos de inteligencia extranjeros en el exterior, pronto caducará. Le pido encarecidamente que aprueben legislación que asegure que nuestra comunidad de inteligencia mantenga las herramientas que necesita para proteger al país. Debe ser legislación que permita a nuestros profesionales de inteligencia vigilar a objetivos en el exterior sin mandatos judiciales individuales, y debe proveer protección de responsabilidad retroactiva para las compañías que se cree que ayudaron a nuestro país después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. El proyecto de ley bipartito del Comité de Inteligencia del Senado no es perfecto, pero es una propuesta fundamentalmente sólida que establecería autoridades institucionales críticas de vigilancia de largo plazo, y ayudaría a asegurar que continuemos obteniendo asistencia de terceros, la cual es vital para nuestra labor de seguridad nacional. Espero que el Congreso actúe rápidamente y apruebe la legislación que nuestra nación necesita para modernizar nuestras leyes de vigilancia para seguridad nacional.

Se me recuerda todas las mañanas en los informes de amenazas que recibo que la protección del pueblo de los Estados Unidos contra la amenaza del terrorismo internacional es, y debe seguir siendo, la principal prioridad del Departamento de Justicia. El Departamento sigue realizando progresos en otras áreas clave, desde la protección de los derechos civiles de todo el pueblo, a la prevención de los delitos violentos y la corrupción pública y la inmigración ilegal. Me complacería detallarles cada uno de estos asuntos hoy.

Permítanme pasar ahora a un problema que sé que es de gran importancia para varios Miembros de este Comité. Sr. Presidente, como usted observó en una carta que me envió a fines de la semana pasada, me comprometí en mi audiencia de confirmación a analizar el programa actualmente utilizado por la Agencia Central de Inteligencia [Central Intelligence Agency (CIA)] para interrogar a terroristas de al-Qaeda importantes, y realizar el análisis legal de dicho programa. He mantenido el compromiso que asumí con el Comité: He analizado detenidamente el conjunto limitado de métodos con uso actualmente autorizado en el programa de la CIA, y he concluido que son lícitos.

Sé que usted y otros Miembros del Comité han pedido específicamente que analizara la legalidad de la simulación de ahogamiento como método de tortura. Pedí y recibí autorización para revelar públicamente, sin embargo, que la simulación de ahogamiento no se encuentra entre las técnicas con uso autorizado actualmente en el programa de la CIA. En cuanto a eso, resolver sobre su legalidad va más allá del alcance del compromiso que asumí con este Comité. La simulación de ahogamiento no se utiliza actualmente, ni puede utilizarse.

No soy yo quien debe decidir si se debe autorizar el uso de la simulación de ahogamiento en el futuro; por lo menos, ciertamente no debo decidirlo solo. Sin embargo, puedo decirles qué se necesitaría para que se agregara la simulación de ahogamiento al programa de la CIA. En primer lugar, el director de la CIA tendría que solicitar su autorización. En segundo lugar, tendría que preguntarme a mí, o a cualquier sucesor mío, si su uso sería lícito, teniendo en cuenta los hechos y circunstancias específicos en cuestión, incluidos cómo y por qué se la utilizaría, los límites de su uso, y las precauciones establecidas para su uso. Y, en tercer lugar, la cuestión tendría que ir al Presidente. Dichos pasos posiblemente no se tomen jamás, pero si se toman, asumo hoy el compromiso con usted de que este Comité será notificado del hecho del mismo modo que los Comités de Inteligencia.

Debido a que la simulación de ahogamiento no es parte del programa actual, y es posible que nunca sea agregada al programa, creo que no sería adecuado que dé mi opinión definitiva sobre la legalidad de la técnica. Comprendo plenamente que usted y otros Miembros del Comité pueden no estar de acuerdo con dicha decisión. También agradezco el interés público en este asunto, y la sinceridad y la fuerza de las opiniones expresadas por usted y sus colegas. Sin embargo, como expliqué durante el proceso de confirmación, no creo que sea aconsejable tratar de cuestiones legales complejas en ausencia de hechos y circunstancias reales. El hecho de que este asunto haya generado tanto interés y debate público tan intenso no es motivo para ignorar dicho principio; de hecho, es más razón aún para respetarlo.

El principio de que uno debe abstenerse de tratar de cuestiones legales complejas en ausencia de hechos y circunstancias concretos adquiere aún más fuerza en este contexto. Esto se debe a que cualquier respuesta que yo pudiera dar, podría tener el efecto de articular públicamente - y a nuestros adversarios - los límites y contornos de las leyes con texto general que definen los límites de un programa de interrogatorio altamente secreto. De hecho, comprendo que un número de Senadores articuló esta misma inquietud en el otoño de 2006, cuando derrotaron una enmienda que hubiera prohibido expresamente la simulación de ahogamiento.

Si ésta fuera una cuestión simple, no hesitaría en ofrecer mis opiniones sobre el asunto. Sin embargo, creo respetuosamente que no se trata de una cuestión simple. Existen ciertas circunstancias en las que la ley actual parecería claramente prohibir el uso de la simulación de ahogamiento. Pero otras circunstancias presentarían una cuestión mucho más cercana.

Personas razonables pueden estar en desacuerdo, y han estado en desacuerdo, sobre estas cuestiones. Esto es algo que no sorprende: Implican la aplicación de disposiciones legales con texto general para situaciones objetivas complejas en un área del más alto interés nacional. Es precisamente debido a que este asunto es tan importante, y las preguntas tan complejas, que yo, como Secretario de Justicia de los Estados Unidos, no debo proveer respuestas sin un conjunto de circunstancias que demanden dichas respuestas. Dichas circunstancias no están presentes hoy, y pueden nunca presentarse en el futuro.

Comprendo que se me harán preguntas sobre este tema hoy. Contestaré dichas preguntas de la mejor manera posible, pero dentro de los límites que he detallado. Reconozco que dichos límites pueden hacer que mi tarea hoy me resulte personalmente más difícil. Sin embargo, es mi obligación como Secretario de Justicia de los Estados Unidos hacer lo que exige la ley y lo mejor para el país, y no lo que haga que me vida resulte más agradable.

A pesar de nuestro desacuerdo en este tema, espero que el Comité respete mi decisión en el asunto, y espero que encontremos afinidad en muchos otros asuntos de gran importancia para este Comité y para el país, incluida nuestra creencia compartida en la misión importante del Departamento de Justicia y el gran trabajo realizado por sus empleados.

Sr. Presidente y miembros del Comité, me complacerá responder sus preguntas.

Carta al Senador Leahy

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