Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Alberto R. Gonzales en la Conferencia Nacional sobre la Ciudadanía

18 de septiembre de 2006

Buenos días, y gracias por haberme invitado.

Soy un admirador de este grupo y de su objetivo. Porque vivimos en un país increíble, el más grandioso de la faz de la tierra, líder mundial en libertad y prosperidad...ustedes han identificado correctamente el hecho de que, si no participamos en política, gobierno y servicio comunitario, si no estamos enterados de por qué la estructura estadounidense es especial y participamos en su desarrollo, corremos el riesgo de que se deteriore nuestra grandiosidad, disminuya nuestra influencia.

Incluso en una democracia - y en nuestro caso, una república representativa - las personas pueden perder su influencia si eligen no participar. Un pueblo que no participe deja a un grupo de personas pequeño y autoelegido a cargo. Y, por supuesto, fuimos programados para lograr aquí, en los Estados Unidos, un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Su propósito, y su propósito colectivo aquí hoy, es fijarse bien si nuestros ciudadanos están participando en la esperanza del Presidente Lincoln, el sueño del Dr. King y la visión de nuestros padres fundadores.

Deseo decir algunas palabras sobre un asunto actualmente en las noticias que implica historia y participación cívica y política de los Estados Unidos: el debate actual sobre nuestras obligaciones de tratado bajo el Artículo Común 3 de la Convención de Ginebra. Parece que la crítica de las tácticas utilizadas por el gobierno en la guerra contra el terrorismo suelen estar enmarcadas en el contexto de que el gobierno no respeta nuestros valores, nuestras libertades civiles y nuestros derechos bajo la Constitución. Claramente, todos creemos que debemos respetar la Constitución, pero, ¿qué significa eso? Por ejemplo, nuestros derechos de proceso debido bajo las 5ª y 14ª Enmiendas y nuestro derecho a estar libres de allanamientos no razonables bajo la 4ª Enmienda son susceptibles a muchas interpretaciones. Por lo tanto, su significado ha sido informado a lo largo de la historia de los Estados Unidos por decisiones judiciales y por leyes asociadas aprobadas por el Congreso. Las interpretaciones de nuestros poderes de gobierno refuerzan el respeto por la Constitución al proporcionar claridad y definición a palabras y frases ambiguas. Yo argumentaría que tales acciones fortalecen la Constitución y nadie argumentaría seriamente que pretender la revisión de la Constitución por la Corte Suprema tiene la intención de privarnos de nuestros derechos o debilitar o redefinir la Constitución.

La misma lógica corresponde para el debate actual sobre nuestras obligaciones bajo el Artículo Común 3. Debido a la decisión de la Corte Suprema en el caso Hamdan, ahora comprendemos que el Artículo Común 3 es aplicable a nuestro conflicto con Al Qaeda. Sin embargo, más allá de la exigencia importante del tratamiento humano (con el cual, dicho y sea de paso, los Estados Unidos ya cumplía), es perfectamente razonable preguntar qué exige el Artículo Común 3.

El Artículo Común 3 prohíbe atrocidades contra la dignidad personal y tratamiento humillante y degradante. Dichas frases por separado significan cosas distintas para los ciudadanos de los Estados Unidos. Piensen en las diferencias en interpretación que existirán entre sistemas legales y culturas diferentes de las naciones del mundo. Así como los tribunales y el Congreso nos informan el significado del proceso debido y allanamiento no razonables de acuerdo con la Constitución, el Presidente opina que es importante que el Congreso proporcione claridad al significado del Artículo Común 3, de acuerdo con nuestros valores, utilizando una norma que tenga a la Constitución de los Estados Unidos como base. El Presidente está abogando para una norma que prohíba el tratamiento cruel, inhumano y degradante; una norma basada en años de fallos de la justicia de los Estados Unidos, al interpretar prohibiciones constitucionales asociadas a castigo cruel e inusual que protegen a los ciudadanos de los Estados Unidos detenidos. Esta norma contó con el apoyo abrumador del Congreso el año pasado en la Ley de Tratamiento de Detenidos.

El buscar esta claridad es importante para que nuestra labor de recabar información sobre nuestros enemigos continúe. En todo lo que hacemos en la guerra contra el terrorismo, buscamos promover el imperio de la ley y proteger la libertad. Muchas veces nuestro Congreso ha definido nuestras obligaciones en tratados después del hecho, a través de legislación doméstica, lo cual asegura una comprensión de nuestras obligaciones en tratados que sea compatible con nuestros valores.

Como Secretario de Justicia de los Estados Unidos, participo en una buena cantidad de ceremonias de naturalización, las cuales son estudios concentrados en el significado de la ciudadanía, y creo que proveen un telón de fondo interesante para el trabajo que ustedes llevan a cabo.

Las ceremonias siempre son muy personales para mí. Mis padres eran ambos hijos de inmigrantes y me inculcaron un profundo aprecio por ser un ciudadano de los Estados Unidos. Nunca me dejaron olvidar que el ser ciudadano de este gran país significa tener oportunidades ilimitadas, si uno trabaja arduamente y está preparado para esa oportunidad que aparece una sola vez en la vida.

Es un fenómeno natural que, con cada generación con que nos alejamos de nuestras raíces inmigrantes, perdamos parte de esa pasión. Una persona que haya elegido ser ciudadana de los Estados Unidos probablemente haya pensado más sobre lo que hace que este país sea especial... qué hace que sea mejor que el país que deja atrás.

El ciudadano nuevo, incluso, hace un juramento profundo: jura "apoyar y defender la Constitución y las leyes de los Estados Unidos de América contra todo enemigo, extranjero y doméstico", y la mayoría de los ciudadanos nuevos que he visto hacer su juramento tiene lágrimas en los ojos al repetir las palabras. Porque están tan orgullosos de ser ciudadanos de los Estados Unidos.

Suelo salir de las ceremonias de naturalización preguntándome: ¿cuándo es ese momento de orgullo y lealtad para aquellos de nosotros que tuvimos la suerte de nacer aquí? ¿Y cómo podemos inspirar ese sentimiento en aquellos que tal vez no sepan la suerte que tienen?

La tragedia puede inspirar sentimientos de orgullo, gratitud y patriotismo, aunque parece una manera terrible de llegar a eso.

La semana pasada hizo cinco años desde que los ciudadanos de los Estados Unidos buscaron banderas en sus armarios, se las colocaron en la solapa y cantaron el himno nacional en eventos deportivos con profunda emoción. Miles se unieron a las fuerzas armadas de los Estados Unidos para luchar por la libertad y la vida que vieron brutalmente atacadas ese día.

Tuve la oportunidad, hace dos semanas, de visitar por segunda vez las líneas de frente de la guerra al terrorismo en Irak. Y la determinación firme de nuestros hombres y mujeres uniformizados, así como de nuestros servidores civiles que están allí para ayudar al pueblo de Irak a establecer su gobierno nuevo, fue inspiradora.

Estos hombres y mujeres trabajan en un ambiente peligroso, con temperaturas diarias de más de 100 grados. Están lejos de sus familias. Sin embargo, todos los que conocí estaban llenos de energía y orgullo, el orgullo de servir a un país que nos ha dado tanto a todos. Los ciudadanos de los Estados Unidos en las líneas de frente creen que lo que están haciendo es importante, tan importante que están dispuestos a arriesgar sus vidas por la misión. El simple hecho de estar en su presencia hizo que este nieto de inmigrantes se sintiera tan increíblemente orgulloso de ser un ciudadano de los Estados Unidos.

El haber visto a estos hombres y mujeres en acción en Irak es saber que prevaleceremos en esta lucha ideológica decisiva.

El haberlos visto también es haber aprendido algo sobre la ciudadanía.

El espíritu pos 11/9 de ciudadanía es muy vibrante entre nuestras tropas, pero sé que no es universal en nuestro país. Creo que todos pensamos, y esperamos, que el sentido renovado de la ciudadanía y del patriotismo duraría, y que podría ser una manera más en la que les demostraríamos a nuestros enemigos que no ganarán en esta guerra contra el terrorismo.

Lamentablemente, el estudio que ustedes han divulgado hoy indica que, si bien con el 11/9 parece haber crecido el servicio comunitario y nacional y la votación, no existe la renovación cívica con todas las de la ley que esperábamos ver.

No podemos animarnos con el progreso, pero debemos hacer un balance de lo que aún falta.

Estoy de acuerdo en que hay tres elementos principales en la ciudadanía de los Estados Unidos; forman un punto de partida en términos de enseñanza e inspiración para la participación pública:

Respeto por nuestros cimientos: La historia y la ley

En mi cargo, he jurado proteger y defender la Constitución. Siento orgullo de ese deber, y creo que nuestra Constitución es uno de los documentos más importantes de la historia de la humanidad.

Creo que tal vez encontremos un nuevo nacimiento de la ciudadanía en la colocación de énfasis renovado en la Constitución en clases de historia de los Estados Unidos. ¿No les gustaría ver una clase de graduandos de la escuela secundaria que puedan, por lo menos, recitar el preámbulo?

Lo ofrezco aquí, hoy, como curso de repaso, y para destacar mi opinión:

"Nosotros, el Pueblo de los Estados Unidos, con la finalidad de formar una Unión más perfecta, establecer Justicia, asegurar la Tranquilidad doméstica, proporcionar defensa común, promover el Bienestar general y proteger la Bendición de la Libertad para nosotros y nuestra Posteridad, decretamos y establecemos esta Constitución para los Estados Unidos de América".

Me gustaría poder llevar a todos nuestros ciudadanos a los Archivos Nacionales para que vean los documentos sobre los que se construyó nuestro país. En este momento, eso es poco realista, pero mientras tanto, creo vehementemente que este grupo y, de hecho, cada líder de la vida pública, debe pedir a escuelas y maestros de los Estados Unidos que dediquen más tiempo al estudio de la Declaración de la Independencia y la Constitución con sus alumnos.

La fundación de nuestro país fue un momento muy especial en la historia mundial; enseñémosla con un cierto nivel de reverencia.

Votación

Cuando tengan edad suficiente - nuevamente, alrededor de la época en que terminen la escuela secundaria - me gustaría ver a cada joven ciudadano de los Estados Unidos declarar su propia independencia y respetar su Constitución a través del voto.

Después de todo, el derecho al voto, y que el voto de uno cuente, es absolutamente esencial para la existencia de la libertad. Cuando el Presidente Johnson firmó la Ley de Derechos Electorales de 1965, dijo que el derecho al voto es el alma de nuestra democracia. En Afganistán e Irak, jóvenes soldados estadounidenses han luchado y muerto para que los afganos e iraquíes pudieran votar. Y a pesar del peligro que continúa, los ciudadanos de esos países han participado en los millones.

Este foro es un lugar ideal para realizar tormentas de ideas sobre cómo podemos inspirar a generaciones más jóvenes a hacer más de lo que sus padres y abuelos hicieron en lo que se refiere a participación electoral.

Creo que, como líderes, padres y maestros, podemos comenzar por destacar que todas las elecciones son importantes; no solo las presidenciales.

Y no es suficiente apenas votar. Es igualmente importante que las decisiones del elector se fundamenten en las calificaciones de cada candidato y los méritos de cada referéndum o iniciativa. Como ex Secretario de Estado y Oficial Principal de Elecciones de Texas, conozco bien los desafíos de motivar a nuestros ciudadanos el día de elecciones.

El votar necesita ser un hábito tan regular como el celebrar los días festivos. El entusiasmo por el acto puede ser contagioso; por lo tanto, mostremos a nuestros hijos que, para un adulto, el votar constituye una ocasión especial.

Este grupo se encuentra en posición singular de desafiar al pueblo de los Estados Unidos. Pidamos, en noviembre, que cada elector lleve a las urnas a un amigo, pariente o compañero que normalmente no vote. Pidamos mucho: a nuestro pueblo le encantan los desafíos.

Voluntarismo

El último elemento de la ciudadanía a destacar es el voluntarismo.

Me pareció interesante que el índice de salud cívica del informe que presentaron indicó una correlación entre el acto de votar y el voluntariado en el nivel estatal. Espero que puedan ir más a fondo aún y ver si uno inspira al otro, y ver si hay cosas que los gobiernos federal, estatales y locales pueden hacer para inspirar a ambos.

Cuando hablo con abogados jóvenes, siempre los incentivo a que consideren el servicio público, ya que, al dar a los demás, renacemos y nos refinamos. Uno se siente bien al ayudar a los demás, saber que ha logrado un cambio positivo en la vida de otra persona. Dichas oportunidades no solo hacen que sea un mejor abogado; también hacen que sea una mejor persona.

No existen dudas de que el voluntarismo es algo bueno para la sociedad y bueno para el alma. También me interesa qué puede hacer para una nación tan próspera y con tantas bendiciones, que es posible que hayamos perdidos un poco la perspectiva de nuestra propia fortuna.

Estoy orgulloso de servir a un Presidente que ha colocado énfasis en el voluntarismo, en retribuir. Como dijo el Presidente, "La gran esperanza del país yace en los corazones y almas de su pueblo".

El Presidente también ha hablado sobre los Ejércitos de Compasión que hacen que nuestro país sea tan grandioso. Se trate de la guerra contra la pobreza, la guerra contra las drogas, o la guerra contra el analfabetismo, tenemos soldados ciudadanos que luchan diariamente contra los males de nuestra sociedad para que nuestro país siga siendo un lugar donde los sueños aún se vuelven realidad.

No soy más que uno de los soldados de los Ejércitos de Compasión. Pero me comprometo con ustedes a hacer mi parte, trabajando hombro con hombro, lado a lado con ustedes para nuestros amados Estados Unidos.

Gracias nuevamente por haberme invitado hoy, y gracias por la importante labor que realizan. Que Dios los bendiga, que guíe sus decisiones y que siga bendiciendo a los Estados Unidos de América.

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