Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Alberto R. Gonzales en el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados [National Center for Missing and Exploited Children (NCMEC)]

ALEXANDRIA, VA
20 de abril de 2006

Buenos días. Deseo agradecerles por invitarme al Centro Nacional para hablarles a ustedes y al pueblo de los Estados Unidos sobre la protección de nuestros niños contra la explotación a través de Internet.

Mi esposa, Rebecca, y yo visitamos este establecimiento y nos reunimos con muchos de ustedes el mes de julio pasado. Nos movieron lo que todas las personas del Centro Nacional hacen para proteger a los niños. Su labor incansable es crítica para las fuerzas del orden público y una medio de ayuda para los padres, y estoy profundamente agradecido por la relación que tenemos con ustedes en el Departamento de Justicia.

Lo que más me impactó durante nuestra última visita, y lo veo nuevamente en los ojos de ustedes, es el nivel de dedicación que ustedes tienen por la causa del Centro Nacional y su trabajo. Sé que no es fácil. Deseo agradecer personalmente a todos los que luchan por proteger a nuestros niños. No existe causa más valiente o noble.

Como ustedes saben, la prensa y el Congreso han dedicado mucha atención últimamente a los problemas de explotación de menores. Eso es bueno - el bienestar de nuestros niños es digno de debate y examen.

Por supuesto, la mayoría de los presentes conoce muy bien la extensión de la amenaza de los pedófilos que se aprovechan de menores en Internet, o abusan de menores y envían imágenes de abuso alrededor del mundo a través de Internet. La amenaza es asustadoramente real...está creciendo rápidamente, y debe detenerse.

El Centro Nacional ha realizado un trabajo fantástico en lo que se refiere a crear conciencia de los peligros del abuso sexual, incentivación y pornografía infantiles. Sin embargo, creo que muchas personas aún no se dan cuenta del alcance, la naturaleza y la trascendencia de esta actividad delictiva y la amenaza que representa para nuestros niños.

Para instruir a las personas sobre esta amenaza, describiré algunas de las pruebas de delitos que hemos confiscado. Son vívidas, pero si no hablamos abiertamente, tal vez las personas no le den la debida importancia. Creo que ha llegado el momento de concienciar a nuestros ciudadanos sobre la verdadera naturaleza y el alcance de esta actividad delictiva - la profundidad de la depravación y el daño causado a niños inocentes.

He visto fotos de hombres mayores forzando a niñas jóvenes desnudas a tener relaciones sexuales anales. Hay videos en Internet de hijas muy jóvenes siendo obligadas a tener relaciones sexuales y sexo oral con sus padres. Me horrorizó verlo y me provoca náuseas. Si bien estas descripciones pueden resultarles incómodas a algunos, no derrotaremos esta amenaza si no comprendemos a fondo la naturaleza de la pornografía infantil presente en Internet.

Como la mayor autoridad de la fuerzas del orden público de los Estados Unidos, tengo la responsabilidad de investigar y enjuiciar a los delitos contra nuestros menores. Cambios en la tecnología han dificultado la tarea muchísimo. Y, por supuesto, los derechos de privacidad deben tenerse en cuenta y protegerse al conducir nuestras investigaciones. Sin embargo, temo que si no hacemos más - si los padres, los líderes comunitarios, empresariales, cívicos, industriales y políticos no trabajan más unidos, perderemos la batalla en nombre de nuestros niños. Por lo tanto, mi mensaje de hoy al pueblo de los Estados Unidos se concentra en dos categorías de casos: incentivación sexual de menores y pornografía infantil.

Como ustedes saben, los casos de incentivación son aquellos en que los predadores contactan a menores en salas de chat o a través de sitios de redes de conexiones y hacen arreglos para conocerse en persona, con la finalidad de realizar contacto sexual.

Hemos visto como periodistas investigadores se han hecho pasar por adolescentes en salas de chat. Con gran facilidad, han atraído a sacerdotes, maestros, médicos y abogados, todos los cuales creían que eran niños con los que tendrían contacto sexual. Y hemos visto la cobertura periodística de detenciones de alto perfil en emboscadas.

Por supuesto, el Centro Nacional y las fuerzas del orden público ya hace algún tiempo que se dedican a identificar, investigar y enjuiciar a estos delincuentes. Sin embargo, agradezco la concentración reciente de los medios. Es importante que el público conozca la gravedad y extensión actuales de esta amenaza en los Estados Unidos, debido a la facilidad y anonimato de la comunicación vía Internet.

De acuerdo con un estudio, se intenta atraer a uno de cada cinco niños en línea. El programa televisivo "Dateline" estimó que, en cualquier momento dado, hay 50,000 predadores en Internet intentando atraer a menores. Sorprende la cantidad de predadores que existe y lo agresivos que son.

Educar al público sobre la amenaza de la incentivación es especialmente crítica debido al papel que los padres pueden cumplir en asegurar que sus hijos utilicen el Internet de manera segura. Aunque suene trillado, los padres tienen que ser la primera línea de defensa. Sé que el Centro Nacional trabaja arduamente en informar a los padres y niños sobre los peligros en Internet.

Otro tipo trascendente de caso de explotación infantil es la producción, distribución o posesión de pornografía infantil. Es esta el área en la que me preocupa más que las personas no reconozcan la magnitud del problema y su impacto sobre nuestros niños y nuestra sociedad.

Cuando se menciona la expresión "pornografía infantil", muchos piensan en fotos de mal gusto, pero en cierto grado, benignas. Tal vez la fotografía de una adolescente parcialmente desnuda en pose provocativa. Para ellos, la pornografía infantil difiere de la pornografía adulta que la Corte Suprema ha dicho que tiene derecho a la protección de la Primera Enmienda, pero solo por decreto. Y es posible que agreguen, inclusive, el concepto trillado de que la pornografía infantil es un delito sin víctimas.

Para comenzar, aclaremos: no es un delito sin víctimas. La mayoría de las imágenes actuales de pornografía infantil exhibe abuso sexual real de menores reales. Cada imagen documenta literalmente una escena de delito.

Asimismo, la pornografía infantil no tiene nada de leve o benigno. Así era hace décadas, cuando la Corte Suprema dictaminó que la pornografía infantil no tiene derecho a protección bajo la Primera Enmienda. Y ciertamente así lo es actualmente, cuando la gran mayoría de las imágenes producidas es mucho más siniestra.

Ya he hablado sobre algunas de las imágenes que he visto en la Sección de Explotación y Obscenidad Infantiles del Departamento de Justicia. Sin embargo, hemos descubierto imágenes aún más vulgares y escandalosas. Nos referimos a una bebé, atada con toallas, que llora desesperada mientras un hombre adulto la viola y sodomiza brutalmente. Había otra de un bebé que estaba siendo salvajemente penetrado.

En la Operación Hamlet, un caso principalmente investigado por Coacción de Inmigración y Aduanas, desmantelamos una red internacional de personas que abusaban sexualmente a sus propios hijos y a los hijos de los demás miembros. Grababan todo con una cámara y compartían las imágenes. Inclusive, a veces lo hicieron con cámaras de video con reproducción vía Internet para que otros abusadores pudieran verlo en vivo.

Estas no son apenas fotos o videos "pornográficos". Son imágenes gráficas de abuso sexual y físico de niños inocentes, incluidos bebés. Necesitamos lograr que el público, así como las autoridades gubernamentales, definan el asunto con los términos correctos. Es brutal, atroz y criminal.

Sin embargo, la comprensión del problema va más allá de la terminología usada. Antiguamente, la pornografía infantil era limitada, gracias a las fuerzas del orden público. Los pornógrafos aislados estaban relegados a pequeños mercados negros en librerías clandestinas o envíos postales secretos. Sin embargo, actualmente los pedófilos pueden descargar o comercializar imágenes en Internet, a través de correo electrónico, en salas de chat o grupos de noticias, a través de redes par-a-par o servidores de archivos.

Lamentablemente, la era del Internet ha creado un ciclo vicioso en el que la pornografía infantil se vuelve cada vez más extendida, más gráfica y más sádica, y utiliza a niños de cada vez menos edad. Las personas presentes en esta sala comprenden este ciclo; sin embargo, me gustaría explicarlo un poco, ya que lograr que el público comprenda es esencial para la evaluación correcta del estado actual del problema.

En el nivel más básico, se utiliza al Internet como herramienta para enviar y recibir grandes cantidades de pornografía infantil de manera relativamente anónima. Sin embargo, el Internet se ha vuelto más que una provisión en expansión de imágenes para que los pedófilos gratifiquen sus impulsos.

Antes de que existiera el Internet, estos pedófilos estaban aislados e, incluso, eran considerados personas non gratas en la mayoría de las librerías para adultos. Con el Internet, han encontrado una comunidad. Los delincuentes pueden crear vínculos entre sí, y utilizar al Internet como una herramienta de legitimación y validación de su comportamiento en sus mentes. Les da ánimo y valor.

Y es por esto que el ciclo vicioso del Internet lleva a las tendencias que acabo de mencionar. Los pedófilos buscan crear colecciones más grandes de fotografías y videos, como licencia para entrar a su comunidad. A medida que se vuelven insensibles a las imágenes que ya poseen, buscan material más gráfico, más atroz y más perturbador.

En cierto punto, los pedófilos se encuentran fuertemente incentivados a no sólo coleccionar imágenes, sino producir nuevas ellos mismos. Parte de esto se debe al deseo de ver imágenes más novedosas y más gráficas, con niños cada vez más jóvenes. Y la tecnología de hoy hace que resulte más fácil y más barato a cualquiera producir estas imágenes y realizar su distribución amplia.

El otro incentivo es que las reglas de comercialización en partes de esta comunidad exigen que los participantes ofrezcan imágenes pornográficas nuevas, a fin de obtener imágenes de otros usuarios. Las imágenes de abuso sexual infantil se vuelven algo así como una moneda, una manera de obtener más fotos. Los coleccionistas se vuelven productores, y para pertenecer al club, tienen que encontrar un menor que someter a abuso sexual. Y los impulsa el deseo de obtener imágenes cada vez más gráficas.

Por lo tanto, el Internet alimenta un ciclo vicioso. Hace que la pornografía infantil resulte más accesible y valida el comportamiento de los pedófilos en sus mentes, llevándolos a abusar de más niños y crear materiales nuevos y cada vez más vulgares.

Asimismo, el Internet ha cambiado fundamentalmente el tipo de victimización a la que los niños son sometidos. Imagínense un niño de diez años de edad abusado sexualmente por un miembro de la familia. Llevará eternamente las cicatrices de ese momento trágico. Y para detener el abuso, hay que desarraigar a la familia, lo que también afecta a los niños.

Asimismo, debido al Internet y las tendencias que ha causado, el niño seguirá siendo victimizado de otras maneras. Los pedófilos suelen utilizar imágenes de niños como una forma de silenciarlos o para chantajearlos para que se presten a mayores abuso o pornografía o, peor aún, para que se presten al horror del tráfico y la prostitución infantiles. Y el niño siempre sabrá que las fotos de su abuso tan personal están en el Internet, lo que provoca sentimientos de vergüenza e impotencia que causan una victimización cruel y continua.

Otra tendencia actual es el "abuso sexual a pedido", donde el pedófilo abusa al niño sexualmente y otros lo observan en vivo a través de video en tiempo real. Vimos eso en el caso que he mencionado anteriormente, la Operación Hamlet.

Una variación del abuso a pedido se vio en Estados Unidos contra Mariscal. Descubrimos que Mariscal había viajado a Cuba y Ecuador a lo largo de un período de siete años, tomando pedidos de clientes para la producción de pornografía infantil de acuerdo con los gustos del cliente. Permitía que sus clientes escribieran guiones de sus fantasías, y luego buscaba familias pobres y les pagaba para que abusaran sexualmente a sus hijos, algunos de ellos menores de 12 años. Mariscal ganaba entre 600 y 1,000 dólares por pedido. Para empeorar las cosas, Mariscal era VIH positivo. Lo detuvimos junto con sus coconspiradores y, en septiembre de 2004, fue sentenciado a 100 años en la prisión.

Me gustaría poder decir que estos tipos de comportamiento delictivo son aislados o raros. Lamentablemente, no es así. No exagero al decir que nos encontramos en medio de una epidemia de producción y tráfico de películas e imágenes que exhiben el abuso sexual de menores. Ahora, más que nunca, debemos educar al público con relación a las realidades del peligro que representan los predadores, abusadores y pornógrafos infantiles.

La cuestión ahora es cómo reaccionaremos como sociedad. La respuesta es una sola: no podemos tolerar, y no toleraremos, a los que busquen abusar de nuestros niños o explotarlos.

El Presidente Bush está absolutamente comprometido con la causa. Ha dejado clara mi misión, al declarar que, y paso a citar, "Cualquiera que busque causar daño a un niño será un blanco prioritario de las fueras del orden público".

En el Departamento, estamos trabajando en más casos de este tipo que en toda nuestra historia en la Sección de Explotación y Obscenidad Infantiles, en la Unidad de Imágenes Inocentes de la Oficina Federal de Investigaciones [Federal Bureau of Investigation (FBI)] y en las Fiscalías Federales de todo el país. Estamos financiando el programa Delitos en Internet contra Menores, una red exitosa de 45 fuerzas de tarea con las cuales sé que ustedes trabajan a diario. En el gobierno del Presidente Bush, los fondos asignados al programa Delitos en Internet contra los Niños [Internet Crimes Against Children (ICAC)] se ha duplicado a más de 14 millones de dólares en el año fiscal 2006.

El 15 de febrero, siguiendo la directriz del Presidente de proteger a nuestros niños - anuncié el Proyecto Niñez Segura, una iniciativa con el objetivo de combatir la explotación y victimización de niños en Internet.

A través del Proyecto Niñez Segura, aprovecharemos nuestra labor en esta área, y haremos que la coacción en todos los niveles sea más coordinada, más capacitada y sea más participativa. Y utilizaremos nuestros recursos federales en el Departamento de Justicia para asegurarnos de encontrar a estos delincuentes y mantenerlos lejos de nuestros niños.

Estamos cada vez más cerca de implementar formalmente el Proyecto Niñez Segura, después de haber solicitado apoyo y sugerencias a una serie de personas y organizaciones, incluido el Centro Nacional. Es mi intención anunciar detalles adicionales el mes que viene. Espero que este nuevo programa sea un verdadero aporte a las vidas de los ciudadanos de los Estados Unidos y, especialmente, nuestros niños.

Sin embargo, para que el Proyecto Niñez Segura tenga éxito, debemos asegurar que las fuerzas del orden público cuenten con todas herramientas e información que necesitan para librar esta batalla. La investigación y el enjuiciamiento de predadores infantiles depende esencialmente de la disponibilidad de pruebas que suelen encontrarse en manos de proveedores de servicio de Internet. Estas pruebas estarán disponibles para que las usemos solo si los proveedores guardan los registros durante un periodo razonable. Lamentablemente, el hecho de que algunos proveedores de servicio de Internet no han guardado sus registros, ha obstaculizado nuestra posibilidad de conducir investigaciones en el área.

Como resultado, he pedido a expertos del Departamento que examinen este problema y me proporcionen propuestas de recomendaciones. Personalmente, pediré a los presidentes de los proveedores de servicio principales, y a nuestros líderes de la industria, su opinión y asistencia. El guardado de registros por proveedores de servicio de Internet, de acuerdo con los derechos de privacidad legítimos de los ciudadanos de los Estados Unidos, es un problema que debemos solucionar.

También me enorgullece anunciar hoy que el gobierno enviará al Congreso una nueva pieza de legislación, las Enmiendas de Prevención de Pornografía y Obscenidad Infantiles de 2006. Esta legislación ayudará a garantizar que los proveedores de comunicaciones denuncien la presencia de pornografía infantil en sus sistemas, al fortalecer las penas por dejar de denunciarla. También evitará que las personas se crucen, sin querer, con imágenes pornográficas en Internet. Espero que el Congreso apruebe esta legislación pronto.

He instruido a mi equipo que vean qué más pueden hacer. Sin embargo, toda nuestra labor, incluido el Proyecto Niñez Segura, se realiza a sabiendas de que las fuerzas del orden público no pueden lograrlo solas. Tiene que ser una labor comunitaria realizada por del primer al último padre y madre.

No exagero al decir lo importante que es el Centro Nacional en lograr que el Proyecto Niñez Segura sea un éxito. Hace décadas que ustedes cumplen un papel primordial en esta lucha para proteger a los niños. Buscaremos en ustedes su experiencia y liderazgo comunitario.

Antes de anunciar el Proyecto Niñez Segura, conversé con su director, Ernie Allen, y pedí su ayuda. Me complació profundamente que abrazara la iniciativa, de inmediato y con entusiasmo, y estoy ansioso por seguir trabajando juntos como asociados plenos.

Una de las partes más críticas de la implementación del Proyecto Niñez Segura será proporcionar la capacitación correcta a investigadores y fiscales de todo el país. Como hemos discutido hoy, necesitan comprender mejor el alcance y la naturaleza de esta actividad delictiva, y necesitan saber cómo realizar investigaciones y enjuiciamientos basados en informática, y cómo trabajar en forma conjunta en pistas.

El Centro Nacional tiene experiencia en facilitar ese tipo de capacitación, y Ernie se ha comprometido a proporcionar capacitación en las primeras etapas críticas de la iniciativa. También trabajaremos con los demás asociados nuestros, con los cuales ustedes también trabajan y que proporcionan programas de capacitación continua, tales como las Fuerzas de Tarea de Delitos en Internet contra Menores financiadas por el Departamento y Fox Valley Technical College.

El Centro Nacional ayuda de muchas otras maneras también. La Línea Abierta Cibernética que ustedes administran cumple un papel esencial en la coacción, al centralizar el lugar en que las personas pueden denunciar delitos contra menores. Ustedes también realizan una labor innovadora en la identificación y rescate de niños abusados en imágenes pornográficas, a través de su Unidad de Niños Explotados y el Programa Nacional de Identificación de Víctimas Infantiles. El Proyecto Niñez Segura ayudará a reunir a la labor crítica que ustedes llevan a cabo y a las autoridades federales, estatales y locales de las fuerzas del orden público que trabajan en cada distrito de la Nación.

Con su ayuda, las fuerzas del orden público están trabajando para combatir la ola de explotación y pornografía infantil. Sin embargo, el alcance del problema es inmenso. Por lo tanto, pido al pueblo de los Estados Unidos y a los ciudadanos empresariales responsables, hasta el último de los padres, maestros y ministros, que se instruyan sobre el problema y piensen de qué manera pueden ayudar. Juntos, podemos hacer de nuestros hogares y vecindarios lugares más seguros para nuestros hijos e hijas.

Que Dios los bendiga y bendiga la labor que realizan, y que Dios bendiga y proteja a nuestros niños.

###