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Siete ejecutivos de National Century Financial Enterprises acusados formalmente en ardid de fraude de valores de 3 mil millones de dólares

Directores acusados de conspiración, fraude, lavado de dinero

WASHINGTON, D.C. - Un gran jurado federal en Columbus, Ohio, ha acusado formalmente a siete antiguos ejecutivos de National Century Financial Enterprises (NCFE) de cargos de conspiración para defraudar a inversores, al mentirles a ellos y a otros sobre cómo se utilizarían los fondos de los inversores, desviar los fondos, y luego ocultar el déficit moviendo el dinero entre cuentas bancarias de subsidiarias y creando informes y registros falsos para encubrir el ardid, anunció hoy el Departamento de Justicia.

La acusación formal compuesta por 60 cargos incluye conspiración, fraude de valores, fraude telegráfico y lavado de dinero. La acusación busca aproximadamente 2 mil millones de dólares en confiscación de bienes relacionados con la conspiración de lavado de dinero.

La acusación formal alega que, en lugar de utilizar los fondos de los inversores como habían prometido, los demandados desviaron fondos para, entre otras finalidades, realizar adelantos y préstamos sin garantía a compañías del ramo de la atención médica de propiedad de NCFE o sus accionistas principales, Lance Poulsen, Rebecca Parrett y Don Ayers.

Los nombrados en la acusación formal son:

Lance K. Pulsen, presidente, presidente del consejo de administración y director de NCFE desde su creación en 1991. Poulsen era responsable por el marketing general, financiación y operaciones generales de NCFE y sus subsidiarias. Además, fue director y propietario de por lo menos seis entidades relacionadas. Se lo acusa de conspiración, fraude de valores, fraude telegráfico, fraude postal y lavado de dinero.

Rebecca S. Parrett, vicepresidente, secretaria, tesorera y directora y propietaria de NCFE y algunas de sus afiliadas. Parrett era responsable de proporcionar instrucciones sobre el desembolso de fondos, preparar informes para NCFE y otras tareas. Se la acusa de conspiración, fraude de valores, fraude telegráfico, fraude postal y lavado de dinero.

Donald H. Ayers, vicedirector y director ejecutivo de operaciones de NCFE. Se lo acusa a Ayers de conspiración, fraude de valores, fraude telegráfico, fraude postal y lavado de dinero.

Roger Faulkenberry, director de titularizaciones de NCFE de 1994 a diciembre de 2000. Faulkenberry actuó como punto de contacto con las agencias clasificadoras responsables por evaluar la solidez de las inversiones de NCFE. Se lo acusa de conspiración, fraude de valores, fraude telegráfico, fraude postal y lavado de dinero.

Randolph H. Speer, director financiero y vicepresidente ejecutivo de NCFE en varias épocas. Se acusa a Speer de conspiración, fraude de valores, fraude telegráfico, fraude postal y lavado de dinero.

James Dierker, vicepresidente a cargo de desarrollo de clientes de NCFE de enero de 1999 a enero de 2001. Se acusa a Dierker de conspiración, fraude postal, fraude telegráfico y lavado de dinero.

Jon Beacham, director y vicepresidente de titularizaciones desde alrededor de enero de 2001 hasta noviembre de 2002. Se acusa a Beacham de conspiración, fraude de títulos, fraude telegráfico, fraude postal y conspiración para lavado de dinero.

"Una investigación exhaustiva realizada por la Oficina Federal de Investigación [Federal Bureau of Investigation (FBI)], la Hacienda [Internal Revenue Service (IRS)], Inspectores Postales y agentes de Coacción de Inmigración y Aduanas encontró pruebas de que ejecutivos de la compañía estafaron a inversores al construir una torre financiera de barajas mediante engaños, financiamiento de ardid de la mano y fechorías contables", dijo el Fiscal Federal Lockhart.

"La acusación formal del viernes refuerza el compromiso de Investigación Penal del IRS de perseguir agresivamente a sociedades y sus directores que utilicen sus cargos de confianza para realizar actividades ilegales", dicho el Jefe Interino John H. Imhoff Jr. de Investigación Penal de la Hacienda.

"Desde la formación del la Fuerza de Tarea de Fraude Empresarial del Presidente, la labor de investigación de la FBI ha permitido que se realizaran 402 condenas. La acusación formal de National Century Financial Enterprises representa el compromiso continuo de la FBI de combatir asuntos de fraude empresarial", dijo el Director Auxiliar Interino Chip Burrus, División de Investigación Penal. "Este es un caso clásico de miembros de empresa corruptos que crean registros contables falsos para ocultar de los inversores sus acciones deshonestas".

NCFE, con sede en Dublin, Ohio, compraba cuentas a cobrar médicas de proveedores médicos de todo el país, y luego financiaba las compras a través de la venta de títulos en la forma de valores a grandes inversores institucionales de fuera de Ohio. En sus materiales promocionales, NCFE se autodenominaba el "principal proveedor de la nación de capital de trabajo para la industria médica". La compañía quebró en noviembre de 2002.

De acuerdo con la acusación formal, NCFE operaba como holding de servicios financieros. A través de sus empresas subsidiarias, tales como NPF VI y NPF XII, la compañía compraba cuentas a cobrar de hospitales, centros de enfermería y otros proveedores y negocios del ramo de la medicina. Las subsidiarias emitían valores de programa de titularización de cuentas a cobrar médicas. Los empleados de NCFE vendían estos valores en lugares privados, promoviéndolas como inversiones conservadoras y seguras.

De acuerdo con la acusación formal, ejecutivos de NCFE desviaron dinero a otras compañías que les pertenecían, utilizaron parte del dinero para gastos operativos de NCFE, y proporcionaron adelantos y préstamos sin garantía a clientes, terceros y otros.

La acusación formal alega que los demandados conspiraron para ocultar los déficits de dinero en efectivo de fiduciarios, moviendo fondos a una cuenta el día antes de presentación de un informe, y transfiriéndolos nuevamente a otra cuenta el día de examen. En una ocasión, el 2 de enero de 2002, los demandados ordenaron la transferencia de 148 millones de dólares de una cartera de inversiones a otra para que pareciera estar en regla. El día siguiente, transfirieron los 148 millones nuevamente a la otra cartera para que también pareciera estar en regla.

De acuerdo con la acusación formal, los demandados prepararon y distribuyeron informes financieros falsos para ocultar sus acciones de inversores y fiduciarios. Los investigadores encontraron informes marcados NPF VI - Informado" y "NPF VI - Real" y otros documentos similares, al analizar los registros de la compañía incautados por agentes de la FBI de la sede de NCFE en noviembre de 2002.

La penalidad máxima para cada cargo de lavado de dinero y conspiración para lavado de dinero es 20 años de prisión y una multa de 500,000 dólares. La conspiración para violar leyes de los Estados Unidos, y cada cargo de fraude telegráfico y fraude de valores conlleva una penalidad de cinco años de prisión y una multa de 250,000 dólares.

Este caso fue investigado por los agentes e inspectores de la FBI, Investigación Penal del IRS, Coacción de Inmigración y Aduanas y el Servicio de Inspección Postal de los EE.UU., con asistencia del Departamento de Policía de Dublin (Ohio) y el Departamento de Alguacil del Condado de Franklin (Ohio). Está siendo enjuiciado por el Fiscal Federal Auxiliar Dale E. Williams Jr. del Distrito Sur de Ohio y los Abogados Litigantes de la División de lo Penal Mark Yost y Patrick Murphy de la Sección de Confiscación de Bienes y Lavado de Dinero y Colleen Conry y Jeffrey Neiman de la Sección de Fraude.

Una acusación formal es apenas una acusación. Se presupone que todos los demandados son inocentes de los cargos, y está a cargo del gobierno probar la culpabilidad de un demandado más allá de la duda razonable, en un juicio.

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