Gracias y buenas tardes. Me complace estar aquí hoy para destacar la importancia del trabajo que está realizando el Departamento de Justicia para luchar contra el fraude de atención médica. Quiero agradecer, en particular, a esta Fiscalía Federal, a la División de lo Penal y a todos quienes están aquí por su duro trabajo.
El sistema de salud de nuestra nación ofrece cuidado de alta calidad mediante la tecnología y los tratamientos más modernos, brindados por los mejores médicos del mundo. Destinamos miles de millones de dólares por año a este cuidado, aproximadamente uno de cada seis dólares de nuestra economía. Un gran porcentaje de ese dinero es gastado por el gobierno, en nombre de los pobres, ancianos, veteranos, discapacitados y niños.
Ese dinero se gasta de buena gana, e incluso en forma agradecida, para los enfermos y heridos, pero la enorme cantidad de ceros que siguen al signo de dólar resulta irresistible para los ladrones y estafadores.
Luchar contra el fraude y el robo que cometen esos criminales es fundamental para preservar nuestro sistema de salud, fundamental para su solvencia financiera y su integridad. Los abogados y agentes del Departamento constituyen nuestra línea de frente contra esos criminales, y quiero agradecerles por todo lo que hacen.
El fraude de atención médica es una cuestión de particular importancia aquí en Florida del Sur. El Fiscal Federal Alex Acosta y su personal han convertido la lucha en su contra en una prioridad, y su trabajo ha sido un modelo para otros. Y la Fuerza de Ataque creada por la División de lo Penal bajo el liderazgo de la ex Secretaria de Justicia Auxiliar Alice Fisher ha demostrado como la colaboración puede producir resultados espectaculares.
El trabajo que ustedes han comenzado aquí ha guiado al país en estas cuestiones. En forma conjunta, la Fiscalía Federal y la Fuerza de Ataque han entablado, sólo en este Distrito, más de 120 demandas contra casi 200 acusados, alegando un total de 638 millones de dólares en fraudes. Las demandas entabladas en este distrito significan casi el 20 por ciento de los enjuiciamientos por fraude federal de atención médica en todo el país. Esos son números grandes, y este gran logro es el resultado de su labor.
Los éxitos logrados aquí en Florida del Sur son un modelo para otros distritos. La Fiscalía Federal en Los Ángeles está ahora asociada a la División de lo Penal para los enjuiciamientos relacionados con el sistema de salud. Hasta ahora, han logrado acusaciones formales contra personas y organizaciones que supuestamente han realizado en forma colectiva reclamaciones fraudulentas por más de 13 millones de dólares a Medicare.
Florida del Sur y California Central lideran el ataque, pero el esfuerzo para combatir el fraude de atención médica ha sido nacional. En todo el país durante los últimos cuatro años, el Departamento inició más de 3,600 investigaciones penales por fraude de atención médica, y 3,300 investigaciones civiles.
Casos como los que ustedes enjuician e investigan son el pilar de nuestros esfuerzos, y me refiero tanto a lo civil como a lo penal. Cada paciente que recibe comisiones fraudulentas por servicios innecesarios cubiertos por Medicare puede significar un paciente real que no recibe el tratamiento que debería. Cada frasco de medicinas compuestas falsas significa un paciente que no recibirá la medicina que necesita.
Ustedes patrullan el mercado para proteger a los consumidores y al gobierno de proveedores sin escrúpulos y fraudulentos. Su trabajo lleva a estos criminales ante la justicia y protege nuestro sistema de salud de quienes consideran más importante robar dólares que salvar vidas. Y el nivel de cooperación que han logrado con otras agencias federales como el Departamento de Salud y Servicios Humanos proporciona un excelente modelo a ser seguido por otras oficinas.
Incluso con recursos limitados, han realizado un trabajo extraordinario para aprovechar al máximo nuestro presupuesto y personal, mediante la estrategia en tres flancos de: perseguir civilmente al dinero, realizar enjuiciamientos rápidos de los delincuentes más serios, y continuar abordando los casos grandes y complejos.
Cada uno de esos tres elementos es importante, y combinados son poderosos. Están haciendo correr la voz de que no hay criminales seguros. Ni el proveedor irresponsable cuya fachada es en realidad una oficina vacía, ni la corporación de miles de millones de dólares que mantiene márgenes de ganancia del 2,000 ciento para Medicare y Medicaid, ni el funcionario corporativo individual que presenta una certificación falsa para sustentar las reclamaciones.
Todos estos casos sacan a los criminales del sistema y ahorran o devuelven dólares muy necesarios. También evitan que otros intenten jugar con el sistema. Este último punto es importante.
No podemos salir de este problema a fuerza de enjuiciamientos. Por cada compañía deshonesta de equipamiento médico durable que descubrimos, aparece otra para reemplazarla antes de que la tinta de la acusación formal se haya secado. Por cada proveedor descarriado a quien acusamos, existen otros dispuestos a participar en los mismos fraudes. El dinero, y la tentación, son simplemente demasiado grandes.
Por eso, el efecto de disuasión es una parte tan importante de sus casos. Estas son violaciones con mucho espacio para la disuasión, y aquéllos que de otra forma podrían estar tentados a cometerlas no desean cumplir penas en prisión.
Además, debemos aprender lecciones de estos enjuiciamientos que nos ayuden a diseñar formas de evitar la recurrencia de estos fraudes. Ese es un motivo por el que la labor cooperativa de las agencias tales como el Departamento de Salud y Servicios Humanos son fundamentales para nuestro éxito en el largo plazo. Mi mensaje para todos ustedes es que sigan así.
Les agradezco su ardua labor, y sé que su país también les agradece.
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