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Viernes, 15 de agosto de 2008
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Un hombre de Alaska fue sentenciado a 30 años en prisión por cargos asociados al tráfico sexual y las drogas

WASHINGTON – Un hombre de Alaska fue sentenciado hoy a 30 años en prisión por el tráfico sexual de menores y adultos, así como por delitos asociados al narcotráfico, anunciaron el Secretario de Justicia Auxiliar Interino Matthew Friedrich de la División de lo Penal y el Fiscal Federal Nelson P. Cohen del Distrito de Alaska.

Don Arthur Webster Jr., 51, también conocido como "Jerry Starr," fue sentenciado por el Juez Federal de Distrito Principal H. Russel Holland. Además de su sentencia de prisión, Webster fue sentenciado a libertad bajo supervisión de por vida después de haber cumplido su sentencia en prisión.

Webster fue condenado el 5 de febrero de 2008, por 28 cargos en el primer enjuiciamiento de tráfico sexual en el Distrito de Alaska. Después de oír testimonios durante 11 días, el jurado declaró culpable a Webster de dos cargos de tráfico sexual de un menor; nueve cargos de tráfico sexual de adultos por uso de la fuerza, el fraude o la coacción; dos cargos de distribución de cocaína crack a una mujer embarazada; cuatro cargos de distribución de cocaína crack a personas menores de 21 años; y ocho cargos de distribución de cocaína crack. Webster también fue condenado por un cargo de mantener un establecimiento con la finalidad de fabricar y distribuir cocaína crack, y un cargo de fabricación de cocaína crack.

"Este demandado se aprovechó de los más vulnerables para ganar dinero rápido. A través del uso del temor, la violencia y la intimidación, obligó a mujeres y niños a ingresar al mundo trágico de la prostitución y de las drogas", dijo el Secretario de Justicia Auxiliar Interino Matthew Friedrich. "La sentencia de prisión emitida hoy priva a Webster de la libertad que le negó a sus víctimas, y quienes cometan delitos similares deben esperar ser enjuiciados".

"El mal tienen muchas formas. Don Webster, alias Jerry Starr, es la personalización de varias de ellas", dijo el Fiscal Federal Nelson P. Cohen. "Es un promotor de las drogas que usó tanto la cocaína como el crack para esclavizar a sus víctimas. Es un matón repugnante que manipulaba a mujeres y niños. Es un abusador físico que impuso su voluntad sobre personas más débiles, con amenazas de quemarlas con agua hirviendo, encerrándolas en armarios, golpeándolas y violándolas, y hasta estrangulando a una mujer hasta que perdió el conocimiento, en presencia de dos otras mujeres y un menor. Es un ladrón que les robó su dignidad y esperanza. Es un predador violento que merece la sentencia impuesta hoy. Hay personas en el mundo que deben ser encerradas y sacadas de circulación por mucho tiempo. Jerry Starr es una de ellas".

El caso contra Webster reveló que operaba empresas fraudulentas de acompañantes que eran frentes para la prostitución en el área de Anchorage en Alaska. Las pruebas presentadas en el juicio establecieron que Webster buscaba como víctimas a mujeres que no tenían un hogar, tenían trabajos mal pagos o aquellas que habían huido de su hogar, y las invitaba a trabajar en sus negocios supuestamente de "servicio de acompañantes"- “Foxy Roxies,” “Sunshine Girls,” “American Beauties,” “Kotton Kandy,” “Tiffani’s,” “Tickle Your Fancy,” y “Lickety Split”- en los que una persona supuestamente pagaba por "el tiempo y la compañía" de otra persona.

Las pruebas presentadas en el juicio también probaron que, a cambio de dinero entregado por clientes que llamaban a los teléfonos de los servicios de acompañantes, Webster ofrecía a mujeres adultas y jóvenes menores para su participación en actos sexuales. De acuerdo con los testimonios, el negocio de prostitución funcionaba de manera "externa", lo que significa que las mujeres se encontraban con quien llamaba en su residencia o en un hotel abonado por él. La persona que llama aceptaba de antemano pagar una tasa fija por hora, más una tasa de transporte, para encontrarse con una mujer, y luego pagaba dinero adicional por actos sexuales o drogas proporcionadas por Webster.

La víctima más joven testificó que tenía 13 años cuando empezó a participar en actos sexuales comerciales para Webster y que siguió haciéndolo por dos años. La otra menor victimizada de manera similar tenía 17 años.

Las pruebas también establecieron que las mujeres eran obligadas a darle a Webster todo el dinero que ganaban. Cuando volvían de una "cita", recibían un "reparto", que era aproximadamente un gramo de cocaína crack. En su testimonio, las víctimas describieron que tenían hasta diez citas por día, todos los días, sin días libres. Las víctimas atestiguaron que trabajaban hasta cinco días seguidos sin dormir. Todas las víctimas testificaron que eran adictas a la cocaína crack cuando estaban involucradas en el negocio de la prostitución. Las mujeres vivían en viviendas en el área de Anchorage que Webster pagaba y él les imponía reglas durante su estadía allí. No podían recibir visitas o hablar con nadie ajeno a la "familia". De acuerdo con los testimonios, no podían comprar nada sin el conocimiento de Webster y, si lo hacían, debían entregarle recibos. Tampoco podían hablar con hombres, salvo que les pagaran, y no podían obtener drogas de nadie que no fuera Webster. Las mujeres recibían un alias para usar en los supuestos servicios de acompañante. Las víctimas atestiguaron que llamaban al demandado "Daddy" o "Jerry" y que muchas de ellas nunca supieron su nombre verdadero.

De acuerdo con el testimonio de los testigos en el juicio, Webster atacaba físicamente y abusaba de las mujeres de diferentes maneras. Por ejemplo, las víctimas testificaron que Webster a menudo atacaba a una mujer frente a las otras para usarla como ejemplo. Las víctimas describieron que, en repetidas ocasiones, fueron estranguladas, golpeadas, abofeteadas, atadas y registradas al desnudo por Webster o alguien actuando bajo sus órdenes. Webster también amenazó con volcar agua hirviendo sobre una víctima mientras otra estaba en la habitación. En otro incidente, cuando una víctima se fue de la casa, Webster la encontró y la arrastró agarrándola del pelo. Además, dos víctimas describieron que fueron encerradas en "la caja", un conducto de ventilación o armario, como castigo por faltarle el respeto. Además, varias víctimas describieron una reunión "familiar" en que Webster arrastró a una joven a una habitación, fuera del campo visual de las otras víctimas. Los testigos dijeron que podían escuchar los sonidos de la golpiza subsiguiente y describieron que la mujer salió de la habitación ensangrentada y con moretones, y que le faltaban mechones de pelo. Una víctima también describió que Webster la violó y otras testificaron que Webster insistía en tener sexo con ellas.

Están a cargo de la acusación en el caso los Fiscales Federales Auxiliares Audrey Renschen y Kimberley Sayers-Fay de la Fiscalía Federal en Anchorage, Alaska, y la Abogada Litigante Alexandra Gelber de la Sección de Explotación y Obscenidad Infantiles de la División de lo Penal. La investigación fue realizada por el Buró Federal de Investigaciones [Federal Bureau of Investigation (FBI)] y la Unidad de Vicio del Departamento de Policía de Anchorage, en conjunto con la Fuerza de Tarea contra el Tráfico de Personas de Alaska.

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