Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados para el Secretario de Justicia de los Estados Unidos en la Inauguración del Centro de Justicia Familiar de St. Louis

12 de enero de 2006

Gracias, Diane, por la presentación. Muchos de ustedes ya conocen la fantástica labor realizada por Diane como líder de nuestra Oficina sobre Violencia contra la Mujer. Deseo agradecerle - y, por extensión, a su equipo completo - por su papel importante en esta iniciativa...y las maneras innumerables en que prestan apoyo a víctimas de los Estados Unidos cada día.

Es un placer estar con todos ustedes en la inauguración de este Centro de Justicia Familiar.

Gracias, Sr. Alcalde, por darme la bienvenida a St. Louis. En el camino desde el aeropuerto, no pude dejar de notar la renovación de este Acceso al Oeste.

Sin embargo, este tipo de renovación se trata de mucho más que ladrillos y cemento; se trata de personas. Se trata de brindar a la gente un sentido del hogar y una fuente de orgullo.

Y de eso mismo se trata este Centro de Justicia Familiar - de ayudar a las personas a renovar y reconstruir.

Con este Centro nuevo, las víctimas de la violencia doméstica podrán dirigirse a una ubicación central para recibir apoyo completo cuando más lo necesiten. Podrán ver a un abogado, hablar con la policía, presentar documentos al tribunal, realizar un examen médico, conversar con un asesor o terapeuta... y hasta consultar a un capellán para pedir oraciones u orientación.

Las circunstancias que llevan a una persona a buscar los servicios de este Centro de Justicia Familiar suelen ser traumáticas, y el encontrar ayuda no debería ser un problema adicional. Sin embargo, es lo que sucedía en el pasado.

Dawn Hutchcraft sabe lo difícil que puede ser encontrar la ayuda necesaria. Volvió a St. Louis, su ciudad, con su hijo, para alejarse de un marido abusivo en la Florida. Como seguía amenazándola, Dawn tuvo que navegar por sí misma por un laberinto legal y emocional complicado. Como dijo, al referirse a aquella época tan difícil, "es tanto lo que ocurre al mismo tiempo que resulta difícil mantenerse al tanto de todo".

Dedicó incontables horas a contactar a agencias del gobierno por teléfono, buscando respuestas, y muchos días y semanas reconstruyendo su vida aquí, en St. Louis, con la ayuda de abogados, defensores y asesores. Cruzó la ciudad de una punta a la otra para participar en reuniones, cruzó el país para procedimientos legales, encontró refugio, encontró un empleo y encontró los grupos de apoyo y la asistencia legal que necesitaba para iniciar un futuro nuevo para su hijo y para sí misma.

Por lo tanto, pueden imaginarse lo que le pareció a Dawn la idea de reunir todos los servicios de apoyo que necesitaba en aquella época, en un solo lugar. Pueden imaginarse cómo hubiera sido su vida sin las centenas de llamadas telefónicas, y la búsqueda y espera por respuestas.

Cuando Dawn participó en un grupo de discusión para la creación de este Centro de Justicia Familiar, comprendió, de inmediato, que se trataba de un lugar en el que “las víctimas podrían obtener la ayuda que necesitaban, cuando la necesitaban”. Dawn dijo, también, que este Centro sería un lugar en el que “las víctimas podrían sentirse seguras y conversar con personas conocedoras del asunto”.

Este Centro fue construido por personas que comprenden...personas como Dawn y muchas otras con historias como la suya. Dawn está aquí para ayudar a inaugurar el centro que hubiera deseado que existiera en su momento de necesidad. Y se está asegurando de que no se desatienda a las demás personas. Los Defensores Legales de Mujeres Abusadas, los cuales ahora atienden a víctimas como parte del Centro de Justicia Familiar, ayudaron a Dawn con sus procedimientos judiciales y documentación legal. Actualmente, Dawn es miembro del directorio de este grupo importante.

Dawn, gracias por servir de inspiración a las legiones de compasión de los Estados Unidos para que ayuden a los demás en nuestras comunidades. Es ese espíritu de servicio el que unió a tantos asociados para la formación de este Centro de Justicia Familiar y otros similares en comunidades de todo el país.

Cuando el Presidente Bush anunció una iniciativa de 20 millones de dólares para la creación de Centros de Justicia Familiar en quince comunidades, esperaba que crearía un “movimiento nacional” de compasión por las víctimas de la violencia doméstica. Como ustedes han escuchado, la fórmula era simple: abrir un centro que prestara todos lo servicios y evitara las corridas de un lugar al otro. Como dijo el Presidente, “Existe una manera mejor de hacer esto”.

Sin embargo, muchos de ustedes aquí presentes saben que ejecutar dicha fórmula no es siempre fácil. Lleva tiempo. Requiere empeño. Y requiere una concentración única en un objetivo común. La creación de este Centro de Justicia de Familia necesitó nuevos asociados para ganar antiguas batallas. Requirió profesionales con destrezas especializadas que unieran sus conocimientos en una amplia coalición de compasión.

La lista de agencias y organizaciones que participan en este centro son indicio del éxito de ustedes, aquí, en St. Louis. Ustedes han creado un territorio común en el que todos pueden luchar juntos por lo que hay de más importante – la salud, la seguridad y el apoyo a las víctimas de la violencia doméstica.

Estamos haciendo lo posible para reducir el número de víctimas y lograr que los perpetradores paguen por sus delitos. Además de la labor de los fiscales locales, la Procuraduría Federal de los Estados Unidos busca agresivamente el enjuiciamiento federal de este tipo de delito. Si podemos evitar que mujeres y familias jamás necesiten los servicios de este centro en primer lugar, también estaremos haciendo nuestro trabajo.

Sin embargo, mientras sea necesario, es importante que ustedes se mantengan unidos mientras este Centro se vuelve una parte vital de la comunidad. Muchas víctimas pasarán a depender de estos servicios y del apoyo que encuentran aquí, en el Centro de Justicia Familiar, por lo que insto a la comunidad de St. Louis - tanto del sector público como del privado - a que siga apoyando a este Centro en el futuro.

Hasta el momento, cinco Centros de Justicia Familiar como éste han abierto sus puertas (éste es el sexto), y atienden actualmente a víctimas desde Nueva York a Oakland y hasta mi ciudad natal, San Antonio. Y está prevista la inauguración de nueve más como parte de la iniciativa del Presidente Bush. Esperamos que estos centros sirvan de modelo para su duplicación en otras comunidades de todo el país.

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Cuando el Presidente Bush anunció la financiación de la Iniciativa del Centro de Justicia Familiar en la Casa Blanca, lamentó que las víctimas de la violencia doméstica "sufran, con demasiada frecuencia, en secreto y en silencio". Las víctimas enfrentan muchos desafíos: obstáculos legales, huellas emocionales, dificultades prácticas, tales como las asociadas al cuidado infantil, refugio y transporte, y gran sufrimiento.

Dawn Hutchcraft nos ha enseñado que no podemos dejar que las víctimas atraviesen solas un proceso tan confuso y abrumador. Y no hay agencia o empresa, grupo u organización individual que pueda realizar el trabajo solo. El Centro de Justicia Familiar fue creado en base a asociaciones y trabajo de equipo, objetivos comunes y compasión singular.

Juntos, ustedes están enviando a las víctimas un mensaje importante - no están solas. Gracias por ayudar a asegurar que ninguna víctima se sienta sola en St. Louis.

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