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Enfermedades de transmisión sexual |
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Sífilis y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres Algunos documentos en esta pagina requieren el
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) provocada por la bacteria Treponema pallidum. A menudo se le ha llamado “el gran imitador” porque muchos de sus signos y síntomas son similares a los de otras enfermedades. En los Estados Unidos, según las autoridades de salud, se registraron 32,000 casos de sífilis en el año 2002, de los cuales 6,862 eran casos de sífilis primaria y secundaria. La mitad de todos los casos de sífilis primaria y secundaria reportados en 2002 ocurrieron en 16 condados y una ciudad; la mayoría de ellos ocurrieron en personas entre 20 y 39 años de edad. La tasa más alta de sífilis infecciosa se registró entre mujeres de 20 a 24 años de edad y entre hombres de 35 a 39 años. Entre 2001 y 2002, el número de casos reportados de sífilis primaria y secundaria aumentó en un 12.4%. Las tasas en la población femenina continuaron en descenso y, en general, la tasa entre los hombres fue 3.5 veces más alta que la de las mujeres. Esto, aunado a los informes de brotes de sífilis entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (conocidos como MSM, por sus siglas en inglés), parece indicar que las tasas de sífilis entre estos hombres están aumentando. La sífilis pasa de una persona a otra a través del contacto directo con un chancro sifilítico. Los chancros aparecen principalmente en los genitales, la vagina, el ano y el recto. También pueden aparecer en los labios y en la boca. La transmisión de la bacteria ocurre durante las relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Las mujeres embarazadas que tienen esta enfermedad pueden pasársela a los bebés que llevan en el vientre. La sífilis no se propaga por el contacto con inodoros, piscinas, bañeras y jacuzzis ni por compartir ropa ni cubiertos. Las personas que tienen sífilis puede que no tengan síntomas por años, pero sí enfrentan el riesgo de complicaciones si no se tratan la enfermedad. Aunque parece que la transmisión ocurre a partir de personas con chancros, quienes están en la fase primaria o secundaria de la enfermedad, muchos de estos chancros pasan desapercibidos. Por lo tanto, la transmisión se da principalmente a partir de personas que no saben que están infectadas. Fase primaria Fase
secundaria Fase
terciaria En los últimos años se ha reportado un aumento de la sífilis entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en varias ciudades y áreas, entre ellas Chicago, Seattle, San Francisco, el Sur de California, Miami y la ciudad de Nueva York. En brotes recientes se han documentado tasas altas de co-infección con VIH, que varían de 20% a 70%. Se sabe que los problemas de salud provocados por la sífilis en adultos son graves por sí solos, pero ahora también se sabe que los chancros que produce la sífilis en los adultos también hacen que sea más fácil transmitir y contraer la infección por VIH a través del contacto sexual. Algunos proveedores de atención médica pueden diagnosticar la sífilis luego de examinar el material de una úlcera infecciosa (chancro) en un microscopio especial llamado microscopio de campo oscuro. Si las bacterias de la sífilis están presentes en el chancro, se notarán al microscopio. El examen de sangre es otra manera de determinar si una persona tiene sífilis. Poco tiempo después de que una persona se infecta, el organismo produce anticuerpos contra la sífilis que pueden ser detectados mediante un examen de sangre seguro, preciso y económico. El nivel de anticuerpos en la sangre puede que se mantenga bajo durante meses o incluso años después de que la enfermedad se haya curado. Las úlceras genitales (chancros) producidos por la sífilis hacen que sea más fácil trasmitir y contraer la infección por VIH por vía sexual. Se calcula que el riesgo de contraer la infección por VIH es de 2 a 5 veces más alto cuando está presente la sífilis. Las ETS ulcerosas que producen chancros, úlceras o rupturas de la piel o de las mucosas, tales como la sífilis, rompen las barreras que protegen contra las infecciones. Las úlceras genitales producidas por la sífilis pueden aumentar las probabilidades de infección y la susceptibilidad al VIH. La sífilis es fácil de curar en las primeras fases. Si una persona ha tenido sífilis durante menos de un año, la enfermedad se curará con una sola inyección intramuscular de penicilina. Si una persona ha tenido sífilis por más de un año, necesitará de dosis adicionales. Para las personas que son alérgicas a la penicilina, hay otros antibióticos disponibles para tratar la sífilis. La sífilis no puede curarse con remedios caseros ni con medicinas que se venden sin receta médica. El tratamiento matará la bacteria de la sífilis y evitará futuras lesiones, pero no remediará las lesiones ya ocasionadas en la fase terciaria. Dado que se dispone de un tratamiento eficaz, es importante que las personas se hagan pruebas de detección de la sífilis de manera constante si practican conductas sexuales que las enfrentan al riesgo de contraer ETS. Las personas que reciben tratamiento contra la sífilis deben abstenerse de tener contactos sexuales hasta que los chancros sifilíticos hayan desaparecido por completo. Las personas que tienen sífilis deben comunicárselo inmediatamente a sus parejas de manera que éstas también se sometan a las pruebas y reciban tratamiento si es necesario. El hecho de que una persona haya tenido sífilis una vez no la protege de tenerla de nuevo. Existe la posibilidad de reinfección, aun cuando una persona se haya curado con el tratamiento. Solamente las pruebas de laboratorio pueden confirmar si una persona tiene sífilis. Dado que los chancros sifilíticos pueden estar escondidos en la vagina, el recto o la boca, es probable que una persona no se entere de que su pareja sexual tiene sífilis. El proveedor de atención médica ayudará a determinar si es necesario hacer nuevamente las pruebas de detección de la sífilis después de que haya concluido el tratamiento. La manera más segura de evitar contraer enfermedades de transmisión sexual, incluida la sífilis, es absteniéndose del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien le han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada. Es importante que las parejas sexuales hablen entre ellas si tienen el VIH y si en el pasado han tenido otras ETS, de manera que puedan tomar acciones preventivas. Las úlceras genitales que provocan ciertas enfermedades, como la sífilis, pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como las femeninas, estén o no cubiertas o protegidas con un condón de látex. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer la sífilis, así como los herpes genitales y los chancros, solamente si el área infectada o el área de posible contacto está protegida. Los condones lubricados con espermicidas que contienen Nonoxynol-9 ó N-9 no son más eficaces que cualquier otro condón lubricado a la hora de evitar la transmisión de las ETS. Según resultados de varios estudios, el N-9 mismo puede producir lesiones genitales que permiten la entrada del VIH y de otras ETS. En junio de 2001, los CDC recomendaron que no se usara el N-9 como microbicida o lubricante durante las relaciones sexuales anales. Lavarse los genitales u orinar después de tener la relación sexual no previene las ETS, incluida la sífilis. Cualquier secreción, úlcera o irritación, en particular en el área de la ingle, debe ser señal para dejar de tener relaciones sexuales y ver a un médico de inmediato. En su publicación del año 2002 sobre tratamientos de enfermedades de transmisión sexual (2002 Sexually Transmitted Diseases Treatment Guidelines), los CDC recomiendan que los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres en peligro de contraer una ETS se hagan las pruebas de detección de la sífilis todos los años. División
para la Prevención de ETS (DSTDP, por sus siglas en inglés) Información sobre las ETS y remisiones a las
clínicas para el tratamiento de las ETS Red
Nacional de Información sobre Prevención de los CDC Asociación
Americana de Salud Social Fuentes: Centers
for Disease Control and Prevention. HIV/STD Risks in Young Men
Who Have Sex With
Men Who Do Not Disclose Their Sexual Orientation – Six
U.S. Cities, 1994 – 2000. MMWR 2003;52(05);81. Centers for Disease Control and Prevention. Sexually Transmitted Diseases
Treatment Guidelines 2002. MMWR 2002;51(no. RR-6). Centers for Disease
Control and Prevention. Primary and Secondary Syphilis Among Men
Who Have Sex With Men – New York City, 2001.
MMWR 2002;51(38);853. Centers for Disease
Control and Prevention. Primary and Secondary Syphilis – United States, 2000—2001.
MMWR 2002;51(43):971. Centers for Disease
Control and Prevention. Unrecognized HIV Infection, Risk Behaviors,
and Perceptions of Risk Among Young Black Men Who Have
Sex with Men –- Six U.S. Cities, 1994 -1998. MMWR 2002;51(33);733. Centers for Disease Control and Prevention. Sexually Transmitted Disease
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Service, September 2003 Centers for Disease
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MMWR 2001;50(21);440. Centers for Disease
Control and Prevention. HIV and AIDS – United
States, 1982-2000. MMWR 2001;50(21);430. Centers for Disease
Control and Prevention. Outbreak of Syphilis Among Men Who Have Sex
With Men – Southern California, 2000. MMWR 2001;50(07);117. Centers for Disease Control and Prevention. Notice to Readers: CDC
Statement on Study Results of Product Containing Nonoxynol-9. MMWR
2000;49(31);717. Centers for Disease Control and Prevention. STD Increases Among Gay
and Bisexual Men. Reported at 2000 National STD Prevention Conference
in Milwaukee, Wisconsin. December 2000. Centers for Disease
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Disease Among Men Who Have Sex With Men – King County,
Washington, MMWR 1999;48(35);773. Centers for Disease Control and Prevention. HIV Prevention Through
Early Detection and Treatment of Other Sexually Transmitted Diseases
- United States Recommendations of the Advisory Committee for HIV and
STD Prevention. MMWR 1998;47(RR12);1. K. Holmes, P. Mardh, P. Sparling et al (eds). Sexually Transmitted Diseases, 3rd Edition. New York: McGraw-Hill, 1999, chapters 33-37. El contenido de esta página fue revisado en mayo de 2004
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Información
suministrada por la División para la Prevención de ETS |
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