Es la pérdida de la visión de un ojo debido a la ausencia temporal de sangre en la retina.

Se cree que la amaurosis fugaz resulta de un coágulo de una placa en la arteria carótida que se desprende y viaja hasta la arteria retiniana en el ojo, bloqueándola por un tiempo y produciendo pérdida de la visión en ese ojo durante el período en que se interrumpa el suministro de sangre.

El principal factor de riesgo para esta condición es la aterosclerosis de la arteria carótida en el cuello, cuyos factores de riesgo a su vez son: enfermedad cardíaca, colesterol alto, consumo de cigarrillo, diabetes y presión sanguínea alta.

Entre los síntomas se incluye la pérdida súbita de la visión en uno de los ojos, lo cual dura regularmente segundos o minutos. Algunas personas describen esta pérdida de la visión como una sombra gris o negra que baja por los ojos.

Los exámenes incluyen una evaluación oftalmológica y neurológica completa y a continuación se debe realizar un ultrasonido carótido o una angiografía por resonancia magnética para evaluar la dimensión de la obstrucción de la arteria carótida.

También deben hacerse exámenes de sangre rutinarios como el de colesterol y el de glucosa para evaluar los riesgos de aterosclerosis, los cuales aumentan en caso de presentarse colesterol elevado y diabetes.

El tratamiento depende de los resultados de la evaluación. Si existe evidencia de que más del 70% de la arteria carótida está obstruido, es posible que se considere una cirugía con el fin de liberar la obstrucción.

La decisión de hacer la cirugía o no depende también de la presencia y severidad de otras condiciones médicas y del estado general de la salud del paciente. Si se cree que el paciente no está apto para una cirugía, se puede justificar realizar un tratamiento con aspirina o con algún otro agente anticoagulante.

Para disminuir el riego de aterosclerosis se deben tomar medidas tales como bajar los niveles de colesterol, la presión sanguínea y abandonar el hábito del cigarrillo.

Las nuevas técnicas incluyen el uso de stents y angioplastia con balón de la estenosis (obstrucción) de la arteria carótida. Ambas técnicas permiten abrir la región de la carótida obstruida por la placa. Dichas técnicas son prometedoras, especialmente para pacientes que no se encuentren muy bien para someterse a una cirugía mayor.

La amaurosis fugaz puede ser un signo de apoplejía inminente. El ataque en sí mismo no ocasiona ningún tipo de discapacidad permanente.

Aunque esta enfermedad no ocasiona ninguna lesión permanente, es un signo de aterosclerosis y por lo tanto implica un gran riesgo de ataque.

Se debe buscar asistencia médica si se presenta cualquier tipo de pérdida de la visión. Si los síntomas persisten más de unos pocos minutos o si la pérdida de la visión está acompañada de otros síntomas, es importante buscar ayuda médica inmediata.

La prevención de un ataque incluye la ingestión de una dieta saludable baja en grasas, el control de los niveles altos de colesterol y de azúcar en la sangre y la disminución de la presión sanguínea haciendo ejercicio regularmente y evitando el cigarrillo.