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Prolapso uterino

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Contenido:

Imágenes

Anatomía reproductiva femenina
Anatomía reproductiva femenina
Útero
Útero

Nombres alternativos    Volver al comienzo

Hernia del piso pélvico; Relajación pélvica

Definición    Volver al comienzo

Es la caída o deslizamiento del útero desde su posición normal en la cavidad pélvica dentro de la vagina.

Causas, incidencia y factores de riesgo    Volver al comienzo

Normalmente, el útero es sostenido por los tejidos conectivos de la pelvis y por el músculo pubococcígeo y se mantiene en su posición por medio de ligamentos especiales. El debilitamiento de estos tejidos permite que el útero caiga dentro de la cavidad vaginal. La causa más común de debilidad muscular es el trauma tisular que se sufre durante el parto, especialmente con niños grandes o con trabajos de parto y nacimientos difíciles.

Se cree también que la pérdida del tono muscular y la relajación de los músculos, que se asocian con el envejecimiento y la disminución de los niveles de estrógeno en las mujeres, juegan un papel importante en el desarrollo del prolapso uterino. Sin embargo, muy excepcionalmente, la caída del útero también se puede producir por un tumor pélvico.

El prolapso uterino es más común en las mujeres que han tenido uno o más partos vaginales y en las mujeres de raza blanca.

Otras afecciones que se asocian con un aumento en el riesgo de presentar problemas de los tejidos de sostén del útero abarcan la obesidad y la tos o tensión crónicos. La obesidad ejerce tensión adicional en los músculos de soporte de la pelvis, así como la tos excesiva producida por enfermedades pulmonares, tales como la bronquitis crónica y el asma. El estreñimiento crónico y el esfuerzo asociado con éste provocan debilidad en estos músculos.

Síntomas    Volver al comienzo

Signos y exámenes    Volver al comienzo

Un examen pélvico (con la mujer haciendo esfuerzo) muestra protrusión del cuello uterino dentro de la parte inferior de la vagina (prolapso leve), protrusión más allá del introito o abertura vaginal (prolapso moderado) o protrusión de todo el útero más allá del introito o abertura vaginal (prolapso severo).

Generalmente, estos signos van acompañados de una protrusión de la vejiga y de la pared anterior de la vagina (cistocele), o del recto y la pared posterior de la vagina (rectocele) en el espacio vaginal. Los ovarios y la vejiga también pueden estar ubicados en la pelvis más bajo de lo normal.

En el caso de que un tumor sea la causa del prolapso, lo cual es poco común, se puede notar una masa en el examen pélvico.

Tratamiento    Volver al comienzo

Un prolapso uterino se puede tratar con un pesario vaginal o con cirugía.

Un pesario vaginal es un objeto que se introduce en la vagina para sostener el útero en su lugar y se puede utilizar como forma de tratamiento temporal o permanente. Los pesarios vaginales se ajustan para cada mujer en forma individualizada.

Los pesarios pueden causar irritación y una secreción de olor anormal, por lo que requieren de una limpieza periódica, que normalmente hace el médico. En algunas mujeres, los pesarios rozan e irritan la mucosa vaginal, e incluso en ocasiones la pueden desgastar y causar ulceraciones. Además, algunos tipos de pesarios pueden interferir con la relación sexual normal limitando la profundidad de la penetración.

Si la mujer es obesa, se recomienda lograr y mantener un peso estable. Además, se debe evitar hacer esfuerzos y levantar objetos pesados.

Existen algunos procedimientos quirúrgicos que se pueden llevar a cabo sin extirpar el útero, como la colpopexia sacra. Este procedimiento implica el uso de una malla quirúrgica para sostener el útero.

La mayoría de las cirugías se deben postergar hasta que los síntomas sean tan significativos que pesen más que los riesgos. El método quirúrgico depende de:

Se realiza la histerectomía vaginal cuando sea necesaria y al mismo tiempo se puede corregir quirúrgicamente cualquier debilitamiento de las paredes vaginales, la uretra, la vejiga o el recto.

Expectativas (pronóstico)    Volver al comienzo

Los pesarios vaginales, con las precauciones apropiadas (limpieza y revisiones periódicas), pueden ser efectivos para muchas mujeres que tengan prolapso uterino. La cirugía por lo general brinda un resultado excelente, cuando se realiza, aunque algunas mujeres pueden precisar un nuevo tratamiento en el futuro por la reaparición del prolapso de las paredes vaginales.

Complicaciones    Volver al comienzo

Es posible que se presenten infecciones urinarias y otros síntomas urinarios debido al cistocele frecuentemente asociado con esta condición. Así mismo, se puede presentar estreñimiento y hemorroides como resultado del rectocele asociado e, igualmente, pueden ocurrir ulceraciones e infecciones en casos de prolapso más graves.

Situaciones que requieren asistencia médica    Volver al comienzo

Se debe buscar asistencia médica si se presentan síntomas de prolapso uterino.

Prevención    Volver al comienzo

Los ejercicios de Kegel prenatales y de posparto (contracción de los músculos del piso pélvico como si se tratara de interrumpir la micción) ayudan a fortalecer los músculos y reducir el riesgo.

La repercusión de la episiotomía y otras intervenciones obstétricas en el desarrollo posterior del prolapso uterino no es clara. La terapia de reemplazo de estrógenos en mujeres posmenupáusicas tiende a ayudar a mantener el tono muscular.

Actualizado: 6/6/2006

Versión en inglés revisada por: Audra Robertson, MD, Department of Obstetrics and Gynecology, Brigham and Women's Hospital, Boston, MA. Review provided by VeriMed Healthcare Network.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

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