Son contracciones irregulares de los músculos del esófago, el conducto que lleva el alimento desde la boca hasta el estómago. Estos espasmos no movilizan el alimento de una manera efectiva hacia este último.

La causa de los espasmos esofágicos se desconoce, sin embargo las comidas muy calientes o muy frías pueden desencadenar un episodio en algunas personas. El espasmo puede ser difícil de diferenciar de la angina y puede irradiarse al cuello, la mandíbula, los brazos o la espalda.

• Dolor o dificultad para deglutir
• Acidez
• Dolor en el pecho o en la parte superior del abdomen

Un esofagograma muestra contracciones irregulares del esófago y la manometría esofágica muestra los espasmos esofágicos.

La nitroglicerina sublingual (debajo de la lengua) puede ser efectiva cuando se presenta un episodio agudo. Igualmente, se utilizan nitroglicerina de acción prolongada y antagonistas del calcio para tratar estos espasmos esofágicos. Los casos crónicos algunas veces se tratan con dosis bajas de antidepresivos, como nortriptilina, para reducir los síntomas.

La cirugía rara vez se necesita en casos graves.

Un espasmo esofágico puede ser una afección que aparece y desaparece (intermitente) o que dura por mucho tiempo ( crónica) y los medicamentos pueden ayudar a aliviar sus síntomas.

Es posible que la enfermedad no responda al tratamiento.

Se debe buscar asistencia médica si se presentan síntomas persistentes de espasmos esofágicos.

Si se tiene la tendencia a sufrir de espasmos esofágicos, conviene evitar el consumo de alimentos muy calientes o muy fríos.