Es una prueba que mide la actividad de las ondas cerebrales que ocurre en respuesta a clics (chasquidos) o ciertos tonos.

La persona se acuesta en una silla reclinable o en una cama y permanece quieta. Se colocan electrodos sobre el cuero cabelludo y en cada lóbulo de la oreja. Los audífonos emiten un breve clic o tono y los electrodos recogen las respuestas cerebrales a estos sonidos y las registran.

Es posible que al paciente se le pida lavarse el cabello la noche antes del examen.

Se siente poca incomodidad.

El examen se realiza para ayudar a diagnosticar anomalías del sistema nervioso y pérdidas auditivas (especialmente en recién nacidos con bajo peso al nacer) y para evaluar las funciones neurológicas.

Los valores auditivos del tronco del encéfalo están en un rango normal. Este rango varía entre los pacientes y los instrumentos utilizados.

Los hallazgos anormales pueden indicar una pérdida de la audición, esclerosis múltiple o un accidente cerebrovascular.

Otras afecciones bajo las cuales se puede realizar el examen pueden ser:

• Neuroma acústico
• Mielinólisis central pontina

Este examen no representa ningún tipo de riesgos.