Las lesiones cutáneas de coccidioidomicosis son síntomas de una infección micótica producida por Coccidioides inmitis que se presenta en la piel.

La coccidioidomicosis es una infección micótica, endémica en las regiones desérticas del suroeste de los Estados Unidos y América Central y del Sur, que se adquiere por la inhalación de partículas de hongos del suelo en estas regiones. El portal de entrada de la infección es el pulmón y hasta la mitad de los individuos afectados presentan síntomas leves o no presentan ninguno.

Los individuos inmunodeprimidos , como las personas con SIDA, cáncer o receptores de trasplantes, presentan un riesgo más elevado de padecer una enfermedad severa y extendida (diseminada).

Las lesiones cutáneas se pueden presentar en las etapas iniciales de la enfermedad (durante la infección pulmonar primaria) y pueden abarcar eritema nodoso o eritema multiforme. Estas erupciones por lo general se resuelven sin tratamiento y se cree que son causadas por una respuesta inmunitaria a la infección.

Después de la lesión primaria en los pulmones, el hongo en sí se puede diseminar a otros tejidos, incluyendo la piel, y conducir a diferentes lesiones cutáneas como pápulas, nódulos y úlceras. Estas lesiones contienen hongos y son una manifestación de enfermedad micótica diseminada (propagada).

• Lesión cutánea de infección primaria:
  • erupción papular
  • eritema nodoso
  • eritema multiforme (lesión en escarapela o herpes iris).
• Lesión cutánea de enfermedad diseminada: pápula, pústula, nódulo o placa que:
  • pueden ulcerarse
  • se encuentran con más frecuencia en la cara
  • pueden formar abscesos

El diagnóstico depende de la etapa de la infección (primaria versus diseminada) y puede incluir una biopsia de piel para detectar el hongo en un cultivo, si se sospecha la enfermedad diseminada.

La parte fundamental del tratamiento incluye medicamentos antimicóticos, los cuales se pueden utilizar en forma intravenosa u oral de acuerdo con la forma o etapa de la enfermedad. Los fármacos antimicóticos de uso común comprenden amfotericina B, itraconazol, ketoconazol o fluconazol. Los individuos con enfermedad diseminada e inmunodepresión subyacente pueden requerir un tratamiento prolongado.

Los resultados varían de acuerdo con la etapa y extensión de la infección, así como del estado subyacente del sistema inmunitario del individuo. La enfermedad diseminada tiene la tasa más alta de mortalidad, en particular entre pacientes inmunodeprimidos.

• Infección bacteriana secundaria de la piel
• Absceso cutáneo
• Complicaciones relacionadas con los medicamentos

Existen muchos tipos de lesiones cutáneas y puede ser difícil diferenciarlas, razón por la cual se debe acudir al médico si se desarrollan lesiones cutáneas y se sospecha de esta afección, ya que es necesario practicar exámenes.

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