Es un procedimiento quirúrgico que se lleva a cabo para mejorar el problema de la calvicie.

El trasplante de cabello es una técnica quirúrgica en la cual un médico redistribuye cabellos de un área donde estos crecen mucho a áreas en donde se han perdido.

La mayoría de los trasplantes se llevan a cabo en un consultorio médico bajo el efecto de anestesia local y únicamente se debe experimentar un dolor mínimo. Después de limpiar completamente el cuero cabelludo, se utilizan pequeñas agujas para insensibilizar el área de crecimiento normal de cabello en la parte posterior del cuero cabelludo; luego se retira una porción de éste que tenga cabello, usando un escalpelo y se coloca aparte mientras el cirujano cierra con suturas el corte hecho.

Después de suturar el cuero cabelludo, se separan pequeños grupos de cabellos o cabellos individuales de la porción de cuero cabelludo que fue removida, utilizando una lupa y una cuchilla afilada. Luego se limpia e insensibiliza con pequeñas agujas adicionales el área en donde se van a implantar estos cabellos sanos, usualmente la parte frontal del cuero cabelludo. Finalmente, se hacen pequeños orificios en la parte frontal del cuero cabelludo y se colocan allí los cabellos sanos con mucha delicadeza. Durante una sola sesión de tratamiento se pueden trasplantar muchos cientos o incluso miles de cabellos.

En las personas que están preocupadas por su calvicie, el trasplante de cabello puede mejorar significativamente su apariencia y confianza en sí mismos. Sin embargo, es importante tener expectativas realistas y no olvidar que el cabello aún no puede ser creado, únicamente redistribuido desde la parte posterior a la parte frontal del cuero cabelludo.

La mayoría de los pacientes que se someten a un trasplante de cabello tienen patrones tradicionales de calvicie femenina o masculina, con pérdida de cabello en la parte frontal o en la parte superior del cuero cabelludo. Los pacientes tienen que tener todavía cabello abundante en la parte posterior o a los lados del cuero cabelludo, ya que podría no haber suficientes folículos pilosos para trasplantar. En algunos casos, los pacientes que presentan pérdida de cabello a causa de lupus, lesiones u otros problemas médicos pueden ser tratados con este tipo de trasplante.

A excepción de esto, los pacientes que se someten a un trasplante de cabello deben estar relativamente sanos o, de lo contrario, es menos probable que la cirugía sea segura y exitosa. Se recomienda hablar siempre con el médico acerca de los riesgos y las opciones antes de someterse a cualquier cirugía electiva.

Como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos. Las complicaciones más comunes del trasplante de cabello son: sangrado, infección y cicatrización; y aunque menos peligroso, es posible que el cabello trasplantado no luzca tan bien como la persona lo hubiera deseado. Las viejas técnicas a menudo daban como resultado mechones de crecimiento de cabello de apariencia poco natural, pero con las nuevos procedimientos, esta complicación no es frecuente.

La mayoría de los trasplantes modernos de cabellos dan como resultado excelente crecimiento del cabello en algunos meses después del procedimiento. Sin embargo, con frecuencia, se requiere de más de una sesión de tratamiento para obtener los resultados de la mejor apariencia. Los cabellos reemplazados generalmente son permanentes y no se necesitan cuidados a largo plazo.

El cuero cabelludo es a menudo muy sensible durante el período de recuperación después de la cirugía y es posible que sea necesario tomar analgésicos fuertes por vía oral durante algunos días. Durante al menos un día o dos, el paciente tiene que utilizar un apósito quirúrgico voluminoso o, algunas veces, un apósito más pequeño protegido por una gorra de beisbolista. Algunos cirujanos también pueden recomendar tomar antibióticos o medicamentos antiinflamatorios durante algunos días después de la cirugía. Después de este breve período de recuperación, no se necesita ningún tratamiento especial.