Es la inflamación de una vena por un coágulo de sangre dentro de la misma. En la tromboflebitis superficial, el coágulo se presenta en una vena que se encuentra justo por debajo de la superficie de la piel.

La tromboflebitis superficial puede aparecer poco después de utilizar una vía intravenosa (IV), luego de un traumatismo a una vena o por ninguna razón aparente en personas en riesgo de sufrir tromboflebitis.

Los riesgos para una tromboflebitis superficial abarcan los siguientes:

• Trastornos que implican aumento de la coagulación de la sangre
• Infección
• Venas varicosas
• Irritación química del área
• Permanecer sentado o inmóvil por mucho tiempo

Existe también un aumento del riesgo en mujeres debido a un embarazo actual o reciente, así como por el uso de anticonceptivos orales.

La tromboflebitis superficial puede estar asociada con el factor V de Leiden, la mutación en el gen de la protrombina y, ocasionalmente, con cánceres abdominales (como el carcinoma del páncreas), trombosis venosa profunda y tromboangeítis obliterante.

• Enrojecimiento o inflamación de la piel a lo largo de una vena superficial
• Calor en el tejido alrededor de una vena superficial
• Sensibilidad o dolor a lo largo de una vena superficial, que empeora cuando se aplica presión sobre la vena
• Dolor en una extremidad
• Endurecimiento de una vena superficial (induración): la vena se siente como un cordón

El médico hace el diagnóstico de tromboflebitis superficial basado, en primer lugar, en la apariencia de la extremidad. Se requiere una verificación frecuente del pulso, la presión sanguínea, la temperatura, el estado de la piel y la circulación.

El diagnóstico de una tromboflebitis superficial se puede confirmar con los siguientes exámenes:

• Ecografía Doppler
• Ecografía dúplex
• Venografía

Si hay sospechas de infección, se pueden realizar cultivos de la piel o hemocultivos.

La tromboflebitis superficial puede estar asociada con niveles sanguíneos deficientes de:

• Antitrombina III (AT-III)
• Proteína C (PC)
• Proteína S (PS)

Los objetivos del tratamiento son la reducción del dolor y la inflamación, así como la prevención de complicaciones.

En caso de que la tromboflebitis sea causada por la colocación de un catéter o una vía intravenosa, se debe retirar.

Para reducir el dolor o la molestia y la hinchazón, generalmente se recomienda el uso medias de compresión y la elevación de la extremidad afectada.

Los medicamentos para tratar la tromboflebitis superficial pueden incluir los siguientes:

• Analgésicos para el dolor
• Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES) para reducir la inflamación
• Anticoagulantes intravenosos seguidos de anticoagulantes orales para reducir la probabilidad de formación de coágulos

En caso de presentarse coágulos profundos (trombosis venosa profunda), el médico puede prescribir medicamentos trombolíticos para disolver el coágulo existente. Asimismo, se prescriben antibióticos si se presenta infección.

Ocasionalmente, es necesario practicar la extirpación quirúrgica (flebectomía), la fleboextracción o la escleroterapia de la vena afectada para tratar grandes venas varicosas o prevenir episodios posteriores de tromboflebitis en pacientes con predisposición.

La tromboflebitis superficial es usualmente una afección benigna y de corta duración. Por lo general, los síntomas desaparecen en 1 a 2 semanas, pero el endurecimiento de la vena puede permanecer por mucho más tiempo.

Las complicaciones de la tromboflebitis superficial son poco comunes y los posibles problemas pueden ser:

• Infecciones (celulitis)
• Gangrena (muerte del tejido)
• Shock séptico
• Trombosis venosa profunda
• Embolia pulmonar (a menudo sin síntomas)

Se debe buscar asistencia médica si los síntomas indican que se puede tratar de tromboflebitis, si se ha diagnosticado tromboflebitis superficial y los síntomas no mejoran con el tratamiento o si los síntomas empeoran.

Asimismo, se debe acudir al médico si se presentan síntomas nuevos, tales como que toda la pierna se torne pálida, fría o inflamada, o si se presentan escalofríos y fiebre.

Si se está utilizando una vía intravenosa, se puede reducir el riesgo de tromboflebitis superficial rotando de manera rutinaria el sitio de la inyección IV y retirando inmediatamente la vía IV si se presentan signos de inflamación.

En lo posible, se debe evitar la inmovilización de la extremidad.