Es una enfermedad en la cual el lado derecho del corazón pierde su capacidad para bombear la sangre eficientemente y, con frecuencia, es una complicación de otros trastornos.

La insuficiencia cardíaca puede afectar el lado derecho, el lado izquierdo o ambos lados del corazón. A medida que la acción de bombeo se pierde en el lado derecho del corazón, la sangre puede acumularse en otras áreas del cuerpo, como el hígado, el tracto gastrointestinal y las extremidades, y el corazón no puede bombearla a los pulmones en forma eficiente.

Las causas de la insuficiencia cardíaca derecha son: insuficiencia cardíaca izquierda y enfermedades pulmonares crónicas, tales como enfisema. Otras causas son enfermedad cardíaca congénita, hipertensión pulmonar primaria y enfermedad de las válvulas del corazón.

La insuficiencia cardíaca derecha se presenta en aproximadamente 5 de cada 100 personas.

• Hinchazón de los pies y tobillos
• Aumento en la frecuencia de la micción nocturna
• Venas del cuello pronunciadas
• Sensación táctil de latidos cardíacos (palpitaciones)
• Latido cardíaco irregular o taquicardia
• Fatiga
• Debilidad
• Desmayo

Cuando un individuo está predispuesto a insuficiencia cardíaca, los síntomas súbitos pueden ser causados por cualquier factor que imponga demandas adicionales al corazón y entre estos factores se pueden mencionar los siguientes:

• Aumento de la actividad
• Aumento en la ingesta de líquidos y de sal
• Fiebre
• Infecciones
• Anemia
• Latidos cardíacos irregulares (arritmias)
• Glándula tiroides muy activa (hipertiroidismo)
• Enfermedad renal

La función cardíaca también puede empeorar si la persona deja de tomar los medicamentos utilizados para tratar la insuficiencia cardíaca, como diuréticos. digoxina, inhibidores ECA o vasodilatadores.

El médico elabora la historia médica y lleva a cabo un examen físico que puede revelar lo siguiente:

• Taquicardia
• Aumento de peso
• Venas del cuello distendidas
• Hígado agrandado
• Edema del tobillo (hinchazón)

El examen del tórax con el estetoscopio (auscultación) puede revelar (ocasionalmente) crepitación pulmonar anormal o ruidos cardíacos anormales.

Es posible que se le pida a la persona someterse a los siguientes exámenes diagnósticos:

• Un ECG que puede mostrar signos de engrosamiento del músculo cardíaco o arritmias.
• Un ecocardiograma (ultrasonido del corazón) que puede revelar anomalías y disminución en la función cardíaca, así como agrandamiento del corazón. Un estudio Doppler le permite al médico hacer mediciones de la presión en el corazón y los vasos sanguíneos grandes, lo cual puede ayudar a determinar con exactitud el problema
• Una radiografía de tórax que puede revelar agrandamiento del corazón y anomalías pulmonares.
• Se pueden llevar a cabo estudios de laboratorio de rutina, como:
  • CSC (conteo sanguíneo completo)
  • química sanguínea
  • análisis de orina
  • pruebas de la función tiroidea
  • pruebas para los niveles de hierro
• Cateterización cardíaca:
  • Durante el examen se inserta un catéter a través de la vena en el lado derecho del corazón y se miden las presiones allí.
  • Algunas veces, es necesario visualizar el ventrículo derecho y el funcionamiento de las válvulas derechas, por lo que se inyecta un medio de contraste en el ventrículo para obtener una ventriculografía.
  • También puede ser necesario estudiar el ventrículo izquierdo y las arterias coronarias con una angiografía coronaria y una ventriculografía izquierda, respectivamente.

La insuficiencia cardíaca requiere control periódico de la condición por parte del médico. Los objetivos del tratamiento son, entre otros: la reducción de la carga de trabajo cardíaco, el control de los síntomas y el mejoramiento de la función del corazón. En la medida de lo posible, se deben tratar todos los trastornos subyacentes y factores precipitantes de esta condición.

Una recomendación frecuente en la insuficiencia cardíaca es disminuir tanto la cantidad de sodio en la dieta (sal en los alimentos) como la ingesta de líquidos.

Las terapias específicas para la insuficiencia cardíaca derecha dependen de la causa y pueden incluir las siguientes:

• Cirugía (por ejemplo, reemplazo de una válvula)
• Intervenciones quirúrgicas:
  • valvuloplastia
  • inserción de un desfibrilador cardioversor implantable (ICD)
• Medicamentos

Pueden emplearse medicamentos para reducir la fuerza de trabajo del corazón como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, ECA, (captopril y enapril), los bloqueadores de los receptores de angiotensina (losartan o candesartan) y vasodilatadores como hidralacina y nitratos de acción prolongada. Los betabloqueadores (como metoprolol o carvedilol) u otros medicamentos, administrados en dosis pequeñas, pueden ayudar a algunos pacientes.

Para reducir la acumulación de líquidos se emplean los diuréticos, entre los que se pueden mencionar los diuréticos del asa (tales como la furosemida y la bumetanida) para síntomas de moderados a severos o los diuréticos tiazídicos (como hidroclorotiazida, clortalidona y clorotiazida) para síntomas leves, o una combinación de diuréticos. Con frecuencia, también se utilizan los diuréticos preservadores del potasio (espironolactona, triamtereno) para prevenir las pérdidas excesivas de este elemento.

Así mismo, se pueden prescribir los digitálicos para incrementar la contracción del músculo del corazón y ayudar a la función de bombeo de éste durante la fibrilación auricular (una arritmia común en la insuficiencia cardíaca derecha).

La administración diaria de aspirina es adecuada cuando la causa subyacente de la insuficiencia cardíaca es la enfermedad cardíaca aterosclerótica.

Si los síntomas son severos, inestables o no mejoran con el tratamiento inicial, es probable que se requiera la hospitalización. El reposo en cama, la reducción de la actividad física y los medicamentos intravenosos ayudan a mejorar la carga de trabajo del corazón.

Las recomendaciones a largo plazo son:

• Pérdida de peso
• Suspensión del cigarrillo y del excesivo consumo de alcohol (ya que ambos disminuyen la eficiencia de bombeo del corazón)

La insuficiencia cardíaca severa que no responde a estas terapias puede requerir trasplante de corazón.

La insuficiencia cardíaca es una enfermedad grave que puede reducir la expectativa de vida. No existe curación, pero muchos tipos de insuficiencia cardíaca se pueden controlar con medicamentos y la corrección de los trastornos subyacentes. Puede convertirse en una enfermedad crónica y empeorar con la infección u otros factores físicos que causan estrés.

• Compromiso de ambos lados del corazón
• Arritmias (ritmo cardíaco anormal)
• Efectos secundarios de los medicamentos
  • presión arterial baja (hipotensión)
  • mareo, desmayo
  • dolor de cabeza
  • trastorno gastrointestinal
  • arritmias inducidas por medicamentos que pueden estar relacionadas con el exceso de digitálicos
  • desequilibrio electrolítico (exceso de sodio o de potasio en la sangre)

Se debe buscar asistencia médica si los síntomas indican la presencia de insuficiencia cardíaca congestiva, si cambian, empeoran o no hay mejoría con el tratamiento.

Asimismo, se debe consultar con el médico si se presenta dolor torácico, debilidad, desmayo, latido cardíaco irregular o rápido, aumento de peso repentino, hinchazón o si se manifiestan otros síntomas diferentes e inexplicables.

Se deben seguir las recomendaciones del médico para el tratamiento de los trastornos que pueden causar insuficiencia cardíaca congestiva, así como las indicaciones en la dieta, en particular, la reducción de la ingesta de sal en los alimentos. De igual manera, la persona debe reducir o suspender el consumo de cigarrillo y alcohol.