Cada año más de 4.000 norteamericanos mueren a causa de incendios y más de 25.000 resultan heridos. Una gran cantidad de los incendios ocurren en la casa. Hay maneras comprobadas en el tiempo para prevenir y sobrevivir a un incendio. No es cuestión de suerte. Es cuestión de planificar con anticipación.
Comprar una alarma detectora de humo en cualquier ferretería o almacén de descuentos. Es una protección que no es cara para usted y su familia. Instale una alarma detectora de humo en cada nivel de su casa. Una alarma detectora de humo, en buen estado de funcionamiento, puede duplicar sus posibilidades de sobrevivir. Revisarla cada mes, mantenerla libre de polvo y cambiarle la batería por lo menos una vez al año. Las alarmas detectoras de humo deben ser cambiadas luego de diez años de servicio, o según recomiendo el fabricante.
Jamás sobrecargue los circuitos o los cables de extensión. No coloque los cables y alambres bajo las alfombras, ni colgadas en clavos o en zonas de mucho tránsito. Apague de inmediato y desenchufe los artefactos que hagan ruidos, lancen chispas o emitan olores raros. Deje que un profesional los repare o cámbielos.
Al usar artefactos cumpla las precauciones de seguridad que recomienda el fabricante. El sobrecalentamiento, olores raros, corto circuitos y chispas son todos indicios de advertencia de que los artefactos deben ser apagados, y luego cambiados o reparados. Desenchufe los artefactos que no usa. Ponga tapas de seguridad para cubrir todos los enchufes en desuso, en especial si en la casa hay niños pequeños.
Cuando en la casa se tienen aspersores de agua junto a alarmas detectoras de humo, sus posibilidades de sobrevivir a un incendio aumentan enormemente. Los aspersores son baratos - pueden aumentar el valor de la propiedad y rebajar las tasas del seguro.
Practique un plan para escapar en cada cuarto de la casa. Advierta a todos de agacharse lo más cerca al piso al escapar del incendio y nunca abra puertas que están calientes. Elija un lugar donde todos puedan encontrarse luego de escapar de la casa. Salga afuera y recién llame pidiendo ayuda.
Los niños menores de cinco años son naturalmente curiosos por el fuego. Muchos juegan con fósforos y encendedores. Trágicamente, cada año los niños provocan más de 20.000 incendios en casas cada año. Elimine el misterio del jugar con el fuego y enseñe a sus niños que el fuego es una herramiento, no un juguete.
Cada año más de 1.200 ciudadanos mayores (senior citizens) mueren en incendios. Muchas de esas muertes por incendios pudieron evitarse. Los adultos mayores son especialmente vulnerables porque muchos viven solos y no pueden actuar con rapidez.