Last Update: 09/01/2006 Printer Friendly Printer Friendly   Email This Page Email This Page  

¿Existe alguna investigación actual para averiguar si la vacuna triple vírica está ligada al autismo?

Los NIH están realizando diferentes gestiones para investigar las reclamaciones sobre la vacuna triple vírica y el autismo:

  • La Red de Neurobiología y Genética del Autismo: Programas Cooperativos de Excelencia en Autismo (CPEA), fundada por el NICHD y el Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD), con financiamiento adicional de los CDC, están trabajando conjuntamente para estudiar el autismo y la vacuna triple vírica. Esta investigación examinará a las personas diagnosticadas con autismo que parecían desarrollarse normalmente pero que después comenzaron a mostrar síntomas autísticos. Este tipo de situación se llama “regresión”. Para aprender todo lo posible sobre estos pacientes, los investigadores los compararán a personas que no tienen autismo y con personas que mostraron síntomas autísticos desde su nacimiento, lo que se llama autismo clásico. Los investigadores de la CPEA compararán los registros de vacunas para ver si el comienzo del autismo fue asociado con la puesta de la triple vírica así como con otras vacunas. Las pruebas de laboratorio luego buscarán cualquier evidencia de infecciones persistentes que pudieran ser relacionadas con la vacuna triple vírica.

  • El NICHD también está trabajando con otros institutos del NIH, con los CDC , la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y otras agencias federales para realizar un estudio amplio a largo plazo sobre los efectos del medio ambiente en la salud infantil. Este estudio seguirá a 100.000 niños desde su nacimiento hasta los 20 años de edad y llevará registro de su crecimiento y desarrollo, así como de su mapa genético y de los factores ambientales con que se enfrentan. Los investigadores esperan establecer o descartar vínculos entre una variedad de eventos ambientales y el desarrollo normal y anormal, incluyendo el autismo, asma y otros trastornos infantiles que han mostrado un incremento dramático. Este estudio está en etapa de diseño.

  • Otro Instituto de los NIH, el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Apoplejía (NINDS) también está realizando un estudio retrospectivo de control de casos para identificar cualquier marcador molecular en la sangre neonatal de niños con autismo, con el apoyo del Departamento de Servicios de la Salud de California y la División de Bioingeniería y Ciencias Físicas (DBEPS) de los NIH.

  • En 1998, los NIH, encabezados por el NICHD y el NINDS, patrocinaron una conferencia sobre los trastornos del espectro autista. Estos y otros institutos de los NIH formaron un panel de expertos que también incluía 15 organizaciones profesionales y tres grupos de padres, y comenzaron a revisar más de 2.500 artículos científicos para desarrollar un sistema para diagnosticar los trastornos del espectro autista. En 1999, el panel publicó sus hallazgos en el Journal of Autism and Developmental Disorders (La Revista Profesional del Autismo y Trastornos del Desarrollo) (Filipek y colegas 1999). En el 2000, el informe del panel fue adoptado como un parámetro de práctica por la Academia Americana de Neurología y la Sociedad de Neurología Infantil (Filipek y colegas 2000). Practice parameter: screening and diagnosis of autism (Parámetro para la práctica: detección y diagnóstico del autismo) ofrece a los médicos y otros profesionales de la salud el primer método estandarizado para diagnosticar el autismo y los trastornos del espectro autista, basado en la evidencia científica.

Además, los NIH están en el proceso de implementar la parte referente al autismo de la Ley de Salud Infantil del 2000. Esta Ley, que fue decretada en octubre del 2000, encarga a los NIH la “expansión, intensificación y coordinación de las actividades que los NIH realizan con respecto a las investigaciones sobre el autismo”. Todos los institutos de los NIH que financian la investigación en el campo del autismo están trabajando juntos para establecer “Centros de Excelencia” enfocados a investigaciones sobre el autismo. Además, los NIH formarán un comité con representantes de los grupos de padres y otras agencias federales para coordinar las actividades de investigación del autismo a través del gobierno federal y para mejorar los esfuerzos para educar sobre el autismo a los médicos y otros profesionales de la salud, así como a los padres y otros encargados de cuidar a los niños.

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