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Derrame o ataque cerebral

 
 
Derrame cerebral
 
 
¿Qué es un derrame cerebral y por qué ocurre?
Un derrame cerebral resulta de la obstrucción o ruptura súbita de una arteria o vaso sanguíneo en el cerebro que provoca una hemorragia alrededor de las células cerebrales. A consecuencia de ello, las células del cerebro mueren tras la falta de irrigación sanguínea o luego de producirse una hemorragia de forma súbita.

Existen dos clases de derrame cerebral. El tipo más común es el llamado ataque isquémico, causado por la formación de un coágulo de sangre que bloquea u obstruye un vaso sanguíneo del cerebro. El otro tipo de derrame recibe el nombre de ataque hemorrágico, que se origina a partir de la ruptura de una arteria, causando una hemorragia sanguínea.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Un factor de riesgo es una condición o comportamiento que por lo general se registra con mayor frecuencia en quienes tienen o presentan mayor riesgo de desarrollar una enfermedad determinada. La identificación individual de alguno de los factores de riesgo asociados al derrame cerebral no implica necesariamente que la persona resulte víctima de un infarto cerebral. Del mismo modo, uno no está exento de peligros por el simple hecho de no presentar alguno de los factores de riesgo. Es necesario tener en cuenta que la posibilidad de sufrir un derrame cerebral crece en función a la cantidad y gravedad de los factores de riesgo.

El derrame cerebral puede ocurrir a cualquier edad y afecta tanto a hombres como mujeres de todos los grupos raciales y países. Es más, puede suceder durante la fase prenatal, cuando el feto todavía se encuentra en el vientre materno. Asimismo, se ha observado que entre los diferentes grupos raciales y étnicos de los Estados Unidos, los afroamericanos son los que presentan mayores índices de derrames cerebrales y una mayor tasa de mortalidad asociada a los mismos, incluso entre los adultos jóvenes y personas de mediana edad. En este sentido, los científicos han descubierto una mayor presencia de factores de riesgo en algunos de los grupos minoritarios y continúan buscando las causas que expliquen los motivos por los cuales estos grupos se ven significativamente afectados por esta afección.

La prevención sigue siendo el mejor remedio para evitar un derrame cerebral. Las medidas preventivas más importantes para disminuir el riesgo de un derrame cerebral son las que se detallan a continuación:
  • Hipertensión arterial
    Es preciso que se controle la presión arterial de forma periódica. Algunos consejos prácticos para controlar la presión arterial consisten en seguir una dieta balanceada, mantener un peso saludable y practicar ejercicio físico con regularidad. La enfermedad también puede tratarse con medicamentos prescriptos por el médico.
  • Tabaquismo
    Es importante que deje de fumar lo antes posible. Existen tratamientos médicos disponibles para ayudar a abandonar el hábito.
  • Enfermedades cardíacas
    Sea prudente y controle cualquier afección cardíaca. Su médico puede indicarle el tratamiento que necesita y recetarle medicamentos que ayuden a prevenir la formación de coágulos. Los expertos consideran conveniente que las personas mayores de 50 años deberían seguir un tratamiento a base de aspirina.
  • Diabetes
    Controle su diabetes. Un tratamiento puede retrasar las complicaciones que aumentan el riesgo de sufrir un ataque cerebral.
  • Ataques isquémicos transitorios
    Busque ayuda. Los ataques isquémicos transitorios son pequeños ataques cerebrales que pueden durar pocos minutos o algunas horas. Nunca deben ignorarse y pueden ser tratados con medicamentos o cirugía.
  • Inactividad física
    Es imprescindible que practique ejercicio físico. Las actividades como caminar a paso ligero, andar en bicicleta, nadar o realizar tareas de jardinería, pueden reducir el riesgo de desarrollar tanto ataques cerebrales como cardíacos. Los investigadores piensan que hacer ejercicio puede fortalecer al corazón y mejorar la circulación sanguínea. Consulte a su médico antes de iniciar un programa de ejercicios de alta intensidad.
  • Dieta inadecuada
    No olvide consumir alimentos saludables. Intente comer alimentos que sean bajos en grasas, colesterol y ácidos grasos saturados. Incorpore a su dieta diaria una lista variada de frutas y vegetales.
  • Colesterol alto
    Controle los valores del colesterol. El colesterol alto en sangre (mayor o igual a 240 mg/dl) aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
  • Algunos trastornos de la sangre
    Investigue. La cantidad elevada de células rojas facilita la condensación de la sangre, lo que puede provocar la formación de coágulos y aumentar el riesgo de sufrir un derrame cerebral. Los médicos pueden tratar este problema mediante la remoción de algunas células o con la prescripción de anticoagulantes. La enfermedad de células falciformes (también llamada anemia de células falciformes) es un trastorno genético que afecta principalmente a los afroamericanos. Las células falciformes tienen menor capacidad para transportar oxígeno a los órganos y tejidos del organismo. También tienden a adherirse a las paredes de los vasos sanguíneos, lo que puede causar una obstrucción en el flujo sanguíneo y derivar en un derrame cerebral.*
  • Consumo de alcohol
    No abuse de las bebidas alcohólicas. En promedio, beber más de una bebida alcohólica por día en el caso de las mujeres y dos en el caso de los hombres, puede aumentar la presión arterial y elevar el riesgo de sufrir un ataque cerebral.*
  • Drogas ilegales
    Evite el uso de estupefacientes. El abuso de drogas intravenosas conlleva un riesgo elevado de sufrir un derrame cerebral. El consumo de cocaína ha sido vinculado a los ataques cerebrales y cardíacos. Es más, en algunos consumidores primerizos las consecuencias han sido fatales.*
¿Cuáles son los factores de riesgo no modificables?
  • La edad
    Las personas de todas las edades, incluyendo los niños, son víctimas de los ataques cerebrales. Sin embargo, el riesgo aumenta a medida que uno envejece. *
  • El sexo
    El derrame cerebral es más común entre los hombres que entre las mujeres. En la mayoría de los grupos etarios, los hombres ostentan sufrir más derrames cerebrales que las mujeres dentro de un determinado período. No obstante, las mujeres cuentan con más de la mitad de todas las muertes por ataques cerebrales. Además, las mujeres embarazadas presentan mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral. También son vulnerables las mujeres que toman píldoras anticonceptivas y son al mismo tiempo fumadoras, sufren de hipertensión arterial o presentan otros factores de riesgo.*
  • Antecedentes familiares y origen racial
    El riesgo aumenta si uno de los padres, abuelos o hermanos han sufrido un ataque cerebral. En comparación con sus pares caucásicos, los afroamericanos presentan un riesgo mucho mayor de morir por causa de un ataque cerebral. En parte, esto se debe a que los afroamericanos presentan mayor riesgo de padecer hipertensión arterial, diabetes y obesidad.*
  • Antecedentes de ataques cerebrales o ataques cardíacos
    Alguien que ya ha sufrido un ataque cerebral corre mayor riesgo de sufrir otro. Lo mismo sucede en el caso de los ataques cardíacos. *

* Gran parte de la información ofrecida es una sinopsis de la hoja informativa de la American Stroke Association, la cual se titula “Los factores de riesgo de un ataque cerebral”. Para mayor información, visite: ttp://www.strokeassociation.org/presenter.jhtml?identifier=4716 Salida del sitio

Signos y síntomas generales del derrame cerebral
Los síntomas de un ataque cerebral incluyen el entumecimiento o debilitamiento repentino de alguna parte del cuerpo, problemas repentinos de comprensión y alteración del habla. También puede presentarse dificultad repentina para ver y caminar, mareos, pérdida del equilibrio o coordinación y dolor de cabeza repentino sin motivo aparente.
¿Cómo se trata un ataque cerebral?
Generalmente hay tres etapas para el tratamiento del ataque cerebral: prevención, terapia inmediata después del derrame y rehabilitación. Las terapias para prevenir un primer ataque cerebral o uno recurrente, se basan en tratar a los factores de riesgo que presenta el paciente.

Existen terapias invasivas que intentan detener el curso de un derrame cerebral. El propósito de estos procedimientos es disolver el coágulo de sangre que está causando el ataque isquémico o detener la hemorragia sanguínea.

Por su parte, la rehabilitación ayuda a que las personas se sobrepongan de las discapacidades que pueden resultar del daño causado por un ataque cerebral. Una terapia con medicamentos o fármacos es el tipo de tratamiento más común para un ataque cerebral. El tipo de medicación que se utiliza con mayor frecuencia para prevenir o tratar los derrames cerebrales son los agentes antitrombóticos (antiplaquetarios y anticoagulantes), agentes trombolíticos y neuroprotectores.
Para obtener más información sobre el derrame cerebral, visite:
Guía informativa sobre el derrame cerebral
http://www.ninds.nih.gov/disorders/spanish/ataque_cerebral.htm

Asociación Nacional de la Embolia Cerebral
http://www.stroke.org/site/PageServer?pagename=espanol_que_es Salida del sitio

Programa de Salud Cardiovascular de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
http://www.cdc.gov/spanish/cvh/default.htm

Asociación Americana del Corazón
http://www.americanheart.org/presenter.jhtml?identifier=3015971 Salida del sitio



Última modificación: 10/03/2007 05:03:00 p.m.
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