Las puntas expuestas son verdaderamente peligrosas. Lo mismo que las puntas rotas. Son difíciles de ver y pueden perderse entre la ropa, las carpetas, las sillas, sofás o en cualquier parte.

Para que todo el mundo esté más seguro, aquí hay algunas sugerencias:

• Cubra su jeringa después de cada uso. NO rompa la punta para ir a cambiarla.
• Cuando haga intercambio de jeringas, asegúrese de depositar todas sus partes -- barril, aplicador o émbolo y las puntas. Cada parte puede acarrear el VIH, la Hepatitis y otros gérmenes.
• Si usted esté intercambiando por otras personas pídales que cubran sus propias jeringas.
• Amarre con cinta o con un caucho o banda las jeringas usadas en grupos de 5 o 10.
• Transporte sus jeringas usadas en un contenedor duro. Una caja de metal es mejor, como por ejemplo las que guardan galletas. El metal es más seguro que usar bolsas de papel o plástico. Si usted no encuentra algo de metal trate una jarra plástica. Una con una boca ancha como las de mantequilla de maní le permitirán manejar las jeringas fácilmente.
• Si usted nota que las jeringas tienen las puntas al descubierto, no trate de romperlas, simplemente recójalas cuidadosamente (con pinzas, un gancho o cinta) para evitar que usted se chuce.

Algunas notas importantes:

• El virus del VIH puede vivir por largo tiempo en una jeringa usada. Los virus de Hepatitis B y C pueden incluso vivir más largo tiempo -- por semanas y tal vez meses. Las punzadas con jeringas pueden transmitir hepatitis con más facilidad que el virus del VIH.
• Siempre es buena idea lavarse las manos después de estar manipulando jeringas sucias.
• ¡El Programa de Intercambio de Jeringas NO recicla sus jeringas usadas! Cada jeringa que entregamos es completamente nueva. TODAS las jeringas usadas que usted entrega son quemadas y destruídas.

También: Si la punta se rompe, saque el aplicador o émbolo fuera del barril, con cuidado recoja la punta y póngala dentro del barril y vuelva a colocar el aplicador o émbolo.