Antes de la Segunda Guerra Mundial, más de la mitad de la población judía del mundo vivía en Europa. La mayoría de los judíos vivían en la Europa oriental, primariamente en la Unión Soviética y Polonia.
El partido nazi subió al poder en Alemania en 1933.
Los alemanes se movieron a extender su poder en la Europa central, y anexionaron a Austria y destrozaron Checoslovaquia.
Alemania invadió Polonia en 1939, empezando la Segunda Guerra Mundial.
Durante los próximos dos años, las fuerzas alemanas conquistaron a la mayoría de Europa.
Los alemanes crearon ghettos en los territorios que ocupaban en el este, aislando y persiguiendo la población judía.
La política nazi contra los judíos se extendió con la invasión de la Unión Soviética en 1941.
Equipos móviles de matanza asesinaron judíos, roma (gitanos), comisarios políticos soviéticos, y otros.
Los alemanes y sus colaboracionistas deportaron judíos a campos de exterminio en la Polonia ocupada.
En el campo de exterminio más grande, Auschwitz-Birkenau, los transportes llegaban casi todos los días de toda Europa.
Para el fin de la guerra, casi seis millones de judíos y millones de otros perecieron en el Holocausto.
La población judía de la posguerra, hacia 1950: 3,5 millón