¿Por qué ha seleccionado el NICHD la leche como la mejor fuente de calcio?

La campaña ¡Salud! con Leche exhorta a los niños y adolescentes a comer y beber una variedad de alimentos ricos en calcio, poniendo énfasis en el consumo diario de más leche. La leche con poca o sin grasas y los productos lácteos son las mejores fuentes de calcio. Además de tener mucho calcio, la leche y los productos lácteos contienen muchos otros nutrientes que son esenciales. La leche provee calcio de una manera que le resulta fácil al cuerpo absorberlo en la mayoría de las personas. En 1994, en la Conferencia de los Institutos Nacionales de la Salud sobre Consenso del Consumo Optimo de Calcio se determinó que los productos lácteos son la fuente preferida de calcio.

La leche y los productos lácteos contienen mucho calcio en cada porción. Por ejemplo, cada vaso de leche sin grasas, baja en grasas, o incluso leche con sabor a chocolate, contienen casi 300 miligramos de calcio. Sólo unos vasos de leche aseguran en gran medida que los niños reciban el calcio que necesitan a diario. El convertir la leche en un componente estándar de las comidas a través de toda la niñez y la adolescencia, incluso para los adultos, es una medida muy importante para ayudar a que todos consuman la cantidad suficiente de calcio que necesitan a diario.

Además, la leche también contiene otras vitaminas y minerales que son buenos para los huesos y los dientes. La vitamina D por ejemplo, es un nutriente que ayuda al cuerpo a absorber más y mejor el calcio. La leche también provee otros nutrientes que son esenciales para el fortalecimiento de los huesos, incluyendo el potasio y el magnesio.

La leche baja en grasas (1%) y la leche sin grasas, así como los productos lácteos elaborados con la misma leche, contienen poco o nada de grasas. Eso significa que es fácil para los niños y los adolescentes obtener suficiente calcio sin ingerir cantidades adicionales de grasas en sus dietas. Sin embargo, los bebés de menos de un año deben tomar solamente leche de la madre o fórmulas fortificadas con hierro. Los niños de 1 a 2 años deben tomar leche entera, en vez de las variedades bajas en grasas. Entre los 2 y 5 años los padres deben gradualmente llevarlos al consumo de la leche con reducción de grasas, baja en grasas o libre de grasas.

Sin embargo, aún cuando usted no tome leche, es importante obtener el calcio de otras fuentes, tales como vegetales con hojas verdes, así como otros alimentos a los cuales se les añade calcio.