05 abril 2007

Apoyo de EE.UU. a los derechos humanos y la democracia en el Hemisferio Occidental

Programas y actividades destinados a fortalecer las sociedades democráticas

En su nuevo informe Apoyo a los derechos humanos y la democracia: El historial estadounidense en 2006, publicado el 5 de abril de 2007, el Departamento de Estado constata que la región del Hemisferio Occidental “afronta una serie de desafíos que amenazan con mermar la confianza de la ciudadanía en los beneficios de la democracia” y explica que “los programas y actividades de Estados Unidos en el hemisferio tienen como propósito fortalecer la capacidad de las instituciones democráticas jóvenes” y “promover la capacidad de la sociedad civil para desempeñar un papel activo en el gobierno”.

A continuación la introducción a la sección que corresponde al Hemisferio Occidental:

(comienza el texto)

Apoyo a los derechos humanos y la democracia: El historial estadounidense en 2006

Departamento de Estado de Estados Unidos

Difundido por la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo

5 de abril de 2007

HEMISFERIO OCCIDENTAL

“… empezamos a mover de un lado a otro el dial de algunas radios que hay en la prisión y logramos sintonizar la emisora Radio República. ¡Y fue algo maravilloso!... lo mejor de Radio República… es que ustedes hablan acerca de lo que está pasando aquí en este momento. Sabe, eso me dio mucho ánimo”.

Héctor Palacios, destacado intelectual de la disidencia cubana, arrestado en marzo del 2003

En 2006 continuó la tendencia hacia la consolidación de instituciones y procesos democráticos en el hemisferio. En muchos países la sociedad civil fue relativamente firme y se hizo oír, sirviendo de freno importante a los poderes del gobierno y un espacio abierto para el discurso público. Salvo algunas destacadas excepciones, los gobiernos en el hemisferio respetaron generalmente los derechos humanos, aunque la violencia social por parte de protagonistas ajenos al Estado siguió siendo un importante problema en varios países.

La región afronta una serie de desafíos que amenazan con mermar la confianza de la ciudadanía en los beneficios de la democracia. Entre estos cabe destacar: la brecha cada vez más amplia entre ricos y pobres, la corrupción e ineficacia del gobierno, las altas tasas de delincuencia e incapacidad de los estados para proporcionar seguridad adecuada para sus ciudadanos, las instituciones judiciales débiles, los abusos de las fuerzas de seguridad y la discriminación contra las minorías étnicas y raciales. Los programas y actividades de Estados Unidos en el hemisferio tienen como propósito fortalecer la capacidad de las instituciones democráticas jóvenes; promover la capacidad de la sociedad civil para desempeñar un papel activo en el gobierno, y colaborar con la Organización de los Estados Americanos (OEA) para evitar que retroceda el consenso democrático del hemisferio y para reforzar los compromisos de la Carta Democrática Interamericana.

En 2006 se celebraron importantes elecciones en el hemisferio que se caracterizaron por una animada competencia política, altas cifras de votantes que acudieron a las urnas y la declaración eficaz de los resultados por parte de las instituciones democráticas. Entre estos comicios cabe destacar las elecciones presidenciales en México, donde el Tribunal Federal Electoral resolvió de modo pacífico, tras una revisión de dos meses, la demanda que había interpuesto el candidato perdedor; Ecuador, donde la reñida contienda presidencial se resolvió en una segunda vuelta de elecciones libres e imparciales; y Haití donde, por primera vez en diez años, las elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales concluyeron satisfactoriamente y restablecieron en todo el país el gobierno elegido, haciendo posible un importante progreso en la consolidación de instituciones democráticas estables y permanentes. El apoyo de Estados Unidos a las elecciones en la región abarcó programas de inscripción y educación de votantes, asistencia técnica a las comisiones electorales y apoyo a las misiones de observación.

En Colombia, donde más de 30.000 paramilitares abandonaron las armas, el gobierno consiguió desmovilizar a casi todas las agrupaciones paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), siendo una oportunidad única para el progreso hacia la paz y la estabilidad. El gobierno colombiano ha dirigido sus esfuerzos a aplicar la Ley de Justicia y Paz, que exige a los ex paramilitares divulgar todos sus delitos y hacer reparos a las víctimas a cambio de reducciones en las sentencias de prisión. Aunque a las ONG les sigue preocupando que la ley no haya podido desmantelar en su totalidad las organizaciones paramilitares y algunas critican las medidas que permiten la reducción de sentencias, el gobierno ha comenzado a tomar declaración a los paramilitares desmovilizados, ha establecido un programa de protección de testigos y ha ordenado el embargo de todas las propiedades obtenidas ilícitamente por los integrantes de las AUC. La secretaria de Estado autorizó la asignación de 48 millones de dólares de los fondos de los años fiscales 2005 al 2007 a los programas de desmovilización y reintegración, y para apoyar la labor de la OEA en este aspecto.

En América Central, Estados Unidos respaldó proyectos de fortalecimiento de la sociedad civil, entre ellos programas para promover la libertad de prensa y establecer cuerpos de prensa profesionales, y alentar una mayor participación cívica en el gobierno. Estados Unidos asignó también 21,1 millones de dólares en 2006 a programas de fortalecimiento de la capacidad de los firmantes del Acuerdo de Libre Comercio de EE.UU., América Central y la República Dominicana (Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala y Honduras) cuyo propósito es aplicar las disposiciones de derechos laborales que contiene el acuerdo, incluyendo la creación de centros de apoyo a trabajadores, proyectos de administración de justicia laboral y proyectos para eliminar la discriminación por motivo de sexo u otros.

Venezuela y Cuba siguieron estando aislados de la norma democrática en el hemisferio. El presidente venezolano Hugo Chávez aceleró su deseo de consolidar el control del poder ejecutivo y tomar acciones agresivas para limitar la libertad de expresión, e introdujo una ley que limita las actividades de las organizaciones no gubernamentales. Los programas y actividades de Estados Unidos en Venezuela siguieron estando enfocados en el fortalecimiento de la sociedad civil y de ONG que trabajan en el ámbito la reforma democrática, incluyendo derechos laborales y libertad de expresión. La OEA sirvió de foro para las ONG que expresaron sus opiniones y criticaron el gobierno de Chávez. En Cuba, la cesión del poder de Fidel Castro a su hermano Raúl, en términos de la gestión diaria de los asuntos del gobierno , no supuso una disminución del régimen totalitario, pero sí puso de relieve que se ha iniciado un cambio. Estados Unidos ha tomado una postura proactiva para asegurar la auténtica transición a la democracia por medio del apoyo a los líderes independientes de la sociedad civil y los defensores de la democracia, a fin de que los cubanos puedan en el futuro elegir a su gobierno por medio de elecciones libres e imparciales.

El texto completo (en inglés) de la sección en el informe que corresponde al Hemisferio Occidental se puede consultar en la página web del Departamento de Estado.

(termina el texto)

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://usinfo.state.gov/esp)

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