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La Internet es una confusa red de información sobre la salud

Expertos ofrecen consejos sobre cómo aprovechar la Internet

Por Dennis Thompson
Reportero de Healthday

(FUENTES: Don Powell, president and CEO, American Institute for Preventive Medicine, Farmington Hills, Mich.; Jim King, M.D., FAAFP, family practice doctor, Selmer, Tenn., and president, American Academy of Family Physicians)

JUEVES 24 de abril (HealthDay News/Dr. Tango) -- La Internet ofrece una confusa variedad de información sobre la salud. Sea lo que sea de lo que usted sufra, seguro que alguien ha publicado algo al respecto en la red.

Pero toda esa información puede llevar a una sobrecarga o peor. Usted podría terminar haciéndole caso a algo que no debe y recibiendo consejos bastante malos.

"Hay mucha charlatanería en la red", afirmó Don Powell, presidente y director ejecutivo del American Institute for Preventive Medicine. "Hay muchos sesgos en la red. La red está simplemente llena de mala información e información muy obsoleta".

Un buen consejo es limitarse a sitios que terminen en ".edu," ".gov" o ".org", señaló Powell. Eso significa que el sitio es administrado por una escuela, una agencia gubernamental o una organización sin fines de lucro y por lo tanto es menos probable que presente un punto de visa sesgado, a diferencia de algunos sitios ".com", los comerciales.

Powell apuntó que otra buena manera de juzgar un sitio es ver si ha sido acreditado. Mencionó dos grupos que participan activamente en la certificación de sitios como precisos y actualizados, URAC y Health on the Net (HON).

"Le pedimos a la gente que cuando busque en la red se asegure de que el sitio esté acreditado", apuntó. "Es una buena manera de determinar la confiabilidad".

Los sitios web publicados por compañías o individuos pueden contener algunos buenos consejos, pero los consumidores de salud deben tener más discernimiento al usarlos, recomendó el Dr. Jim King, médico familiar de Selmer, Tennessee, y presidente de la American Academy of Family Physicians.

En primer lugar, revise quién paga por la información que usted está viendo. Los anuncios que respaldan un sitio pueden dar pistas sobre posibles sesgos, aseguró King. "Según la publicidad, se podría determinar si está sesgado de una manera u otra", dijo.

El propietario del sitio también puede ser una pista. Por ejemplo, ¿es la información presentada por una compañía farmacéutica? "Claramente, hay un sesgo hacia el uso de sus propios fármacos", advirtió Powell.

Powell también recomienda cerciorarse bien de cuándo se actualizó la información por última vez. "En el sector de la salud, la información cambia de manera constante", dijo. "Hay que asegurarse de que sea precisa y actualizada".

Por ejemplo, un sitio web que aconseje usar ipecacuana para provocar vómitos después de que alguien ha ingerido veneno contradice el más reciente consejo de la American Academy of Pediatrics, que hace poco aconsejó no hacerlo, señaló Powell. Además las directrices para evaluar la presión arterial cambiaron recientemente. Alguien que use información obsoleta podría estar en peligro y no saberlo.

La American Academy of Family Physicians provee una lista de comprobación rápida para ayudar a determinar el valor de un sitio:

  • ¿Quién redactó la información? Los sitios web sobre salud con frecuencia publican información de otras fuentes. Esas fuentes originales deben ser claramente mencionadas.
  • Si un profesional de la atención de salud no redactó la información, ¿fue esta revisada por un médico o experto médico?
  • Si la información contiene alguna estadística, ¿provienen las cifras de una fuente confiable?
  • ¿Parece algo que está en el sitio una opinión y no un hecho? Si es así, ¿proviene la opinión de una persona u organización calificada?

Como prueba final, King recomienda salir de la red y conversar sobre lo que ha leído con su propio médico.

"Antes de tomar medidas en base a cualquier cosa, plantéeselo a su médico para que lo revise", enfatizó. "Usted puede educar a su médico sobre las páginas que tienen buenos datos, y él también tiene la oportunidad de decirle que en realidad se trata de algo que no es preciso. Pueden aprender el uno del otro".

King ha visto el impacto de la información de salud de la Internet en su propio consultorio. Por lo general ha sido positivo.

"Ayuda a educar a mis pacientes y dirigir sus preguntas", dijo. "Con las limitaciones que tenemos ahora, [los médicos] no podemos pasar tanto tiempo con los pacientes como antes. De esta manera, pueden llegar bien informados y listos para conversar sobre su afección. Al final de la consulta, a veces les digo que consulten un sitio web para más información".

Powell mencionó varias cosas para las que los sitios web de medicina son magníficos, como ayudar a los consumidores a decir cuándo deben consultar a un médico, darles información sobre la elección de un médico adecuado, mostrarles cómo evaluar los tratamientos que reciben, y sugerir preguntas para hacer sobre un procedimiento o cirugía invasivo.

Pero al final, aseguró King, su médico siempre podrá ofrecer la mejor evaluación de su salud.

"Creo que la computadora y la Internet son una excelente herramienta", dijo. "Pero eso es todo. No remplaza la relación entre el médico y el paciente. No piense que esto puede convertirse en un remplazo de su proveedor de atención de salud".

Más información

Visite la U.S. National Library of Medicine para leer más sobre cómo evaluar la información médica de la Internet.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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