(FUENTES: April 23, 2008, Nature Biotechnology, online; April 24, 2008, New England Journal of Medicine, April 23, 2008, news release, Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, Mass.)
MIÉRCOLES 23 de abril (HealthDay News/Dr. Tango) -- Investigadores de EE.UU. aseguran haber confirmado que los lotes de heparina, un anticoagulante, que se retiraron del mercado estaban contaminados con un componente químico creado por el hombre conocido como sulfato de condroitina hipersulfatado. Los hallazgos aparecen en la edición en línea del miércoles de la revista Nature Biotechnology. Según otro trabajo, publicado en línea de manera simultánea en la New England Journal of Medicine, los mismos investigadores aseguran que los organismos reguladores disponen ahora de una prueba para detectar la heparina contaminada. Los organismos reguladores habían declarado que estaban experimentado dificultades para proteger al público de la heparina contaminada porque había una incertidumbre en torno al origen exacto del contaminante y la ausencia de una prueba para identificarlo. "Las técnicas analíticas sofisticadas hicieron posible que se completara la caracterización del contaminante presente en la heparina. Asimismo, este estudio también ofrece una base científica para mejoras críticas en las prácticas exploratorias que pueden aplicarse a partir de ahora para monitorizar la heparina, y, por lo tanto, garantizar la seguridad del paciente", dijo en una declaración preparada Ram Sasisekharan, autor principal de los trabajos y profesor de ingeniería biológica y ciencias y tecnologías de la salud Underwood Prescott en el Massachusetts Institute of Technology. El lunes, las autoridades de EE.UU. señalaron que creían que el sulfato de condroitina hipersulfatado (OSCS, por su sigla en inglés) podría ser el responsable de las docenas de muertes y cientos de reacciones adversas en los Estados Unidos relacionadas con la heparina contaminada entre aproximadamente noviembre y febrero pasados. Esa creencia se vio reforzada cuando la U.S. Food and Drug Administration declaró que había identificado un "mecanismo biológico" probable por el que el sulfato de condroitina hipersulfatado condujo a las reacciones adversas observadas hasta ahora, dijo en una conferencia de prensa el jueves la Dra. Janet Woodcock, directora del Centro de evaluación e investigación de medicamentos de la FDA. Las reacciones adversas incluyen dificultad para respirar, náuseas o vómitos, sudoración excesiva y caídas en la presión arterial, que pueden llevar a un shock potencialmente letal. Sin embargo, Woodcock agregó, "es muy importante que todos estemos convencidos de que entendemos la relación [entre el contaminante y las enfermedades reportadas], para garantizar que las pruebas llevadas a cabo por la FDA y otros organismos eviten que se produzcan otros eventos en el futuro". Las autoridades de EE.UU. también anunciaron el lunes que los productos de heparina contaminada se habían detectado al menos en diez países, además de Estados Unidos. Las autoridades también destacaron que los lotes contaminados de heparina procedían de doce compañías chinas diferentes que participaron de algún modo en su fabricación. El anuncio de Woodcock parece contradecir las declaraciones realizadas el lunes por las autoridades de salud chinas que aseguraron que el sulfato de condroitina hipersulfatado no era el responsable de las lesiones y muertes reportadas. Para el trabajo de Nature Biotechnology, investigadores del MIT, la FDA y de otras organizaciones analizaron las seis preparaciones de heparina que habían sido relacionadas con las reacciones adversas en pacientes, así como cuatro preparaciones de "control" no asociadas con los eventos adversos. Todas las preparaciones asociadas con las reacciones adversas tenían un contaminante similar al OSCS sintetizado químicamente, apuntaron los investigadores. De acuerdo con la FDA, la heparina contaminada ha sido asociada con 81 muertes y cientos de lesiones en los Estados Unidos. Armados con la información sobre la estructura química de la contaminación, los expertos ahora serán capaces de distinguir entre la heparina pura y la heparina contaminada, declararon los autores del estudio. El artículo de la New England Journal of Medicine describe una prueba exploratoria para el sulfato de condroitina hipersulfatado y también demuestra que la heparina contaminada con OSCS y la OSCS derivada sintéticamente resultan en efectos secundarios en cerdos similares a los observados en humanos. La heparina cruda se deriva de los intestinos del cerdo, y con frecuencia es procesada por pequeñas empresas sin licencia en China. La heparina se utiliza en ciertos tipos de cirugía para prevenir coágulos. Los pacientes renales también la toman antes de someterse a diálisis. El sulfato de condroitina hipersulfatado emula las cualidades de la heparina, pero es una forma modificada de sulfato de condroitina. El sulfato de condroitina es una sustancia natural que se fabrica a partir de cartílago animal y se usa con frecuencia en complementos para tratar las articulaciones artríticas. Sin embargo, el sulfato de condroitina hipersulfatado es fabricado por el hombre y no ocurre de forma natural. Aunque los informes representan un progreso, muchos misterios aún quedan en el aire, señalaron los expertos. "El hecho de que haya una prueba disponible será de gran utilidad y puede tranquilizar al público de que la heparina utilizada en sus respectivos hospitales, si se utiliza la prueba, es segura. Esa es una buena noticia porque la heparina es un medicamento omnipresente", señaló el Dr. Jack Ansell, hematólogo y jefe de medicina del Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York. "Lo que está en duda es si se trata de un contaminante natural o no. No conocemos su procedencia. La naturaleza del compuesto químico sugiere que es un producto derivado de forma natural. Si ese es el caso, significa que ha sido introducida o añadida de alguna forma, que aún desconocemos. Necesitamos más información al respecto". Más información La U.S. National Library of Medicine tiene más información sobre la heparina. Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango Derecho de Autor © 2008
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