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Los defectos cardiacos pueden retrasar el desarrollo del cerebro del bebé

Un estudio sugiere que la cirugía cardiaca correctiva no es la culpable

Por Madeline Vann
Reportero de Healthday

(FUENTES: Vidu Garga, M.D., assistant professor, department of pediatrics and molecular biology, University of Texas Southwestern Medical cCenter, pediatric cardiologist at Children's Medical Center, Dallas; Patrick S. McQuillen, department of pediatrics, University of California, San Francisco; Steven Miller, MDCM, assistant professor, pediatrics, division of neurology, BC Children's Hospital and Child & Family Research Institute, University of British Columbia, Vancouver, Canada; Nov. 8, 2007, New England Journal of Medicine)

MIÉRCOLES 7 de noviembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- El desarrollo del cerebro se retrasa en los bebés que nacen con ciertos defectos cardiacos, según plantea una investigación reciente.

La ralentización del desarrollo cerebral es similar al retraso encontrado en bebés prematuros, agregaron los investigadores.

Es bien sabido que los bebés que necesitan cirugía cardiaca sufren retrasos en el desarrollo, pero existe un debate en torno a si el retraso se debe a la cirugía o a otros factores.

Ahora, un estudio publicado en la edición del 8 de noviembre del New England Journal of Medicine muestra que esas anormalidades cerebrales tienen lugar antes de la cirugía.

"Éste es uno de los primeros estudios en señalar que existe una verdadera diferencia [en el desarrollo cerebral] antes de la cirugía", asegura el cardiólogo pediátrico Vidu Garg, profesor asistente de pediatría y biología molecular en el Centro médico Southwestern de la Universidad de Texas y cardiólogo pediátrico en el Centro médico infantil de Dallas.

"Se sabe que los niños no progresan bien tras una cirugía a corazón abierto. La relación entre los defectos cardiacos congénitos y el desarrollo cerebral no se conocía, pero se ha teorizado mucho al respecto", señaló Garg, que no formó parte del estudio.

De acuerdo con los U.S. National Institutes of Health, los defectos cardiacos congénitos causan más muertes entre los recién nacidos que cualquier otro defecto de nacimiento. Poco menos del uno por ciento de los bebés estadounidenses, o casi 35,000 al año, nace con un defecto cardiaco, según la American Heart Association.

En el estudio, un equipo de la Universidad de California en San Francisco y la Universidad de Columbia Británica en Vancouver examinó a 41 bebés que habían nacido con una enfermedad cardiaca congénita. Veinte y nueve tenían una transposición de las grandes arterias y 12 una fisiología de ventrículo único. Los investigadores usaron imagen por resonancia magnética (IRM) para analizar las medidas del desarrollo cerebral en cada bebé, incluidos tractos de materia blanca y difusividad.

La materia blanca es el tejido mediante el cual se comunican las células nerviosas del cerebro y del sistema nervioso. Aunque los bebés del estudio tenían la misma cantidad de materia blanca que los bebés sin defectos cardiacos, la materia blanca era menos madura y por tanto estaba en mayor riesgo de lesión, debido a factores estresantes como un menor nivel de oxígeno en la sangre. Se observó una lesión en la materia blanca en 13 de los 41 niños.

El equipo también halló una reducción de 10 por ciento en la proporción entre el N- acetil aspartato (NAA) y la colina, y un incremento de 28 por ciento en la proporción entre lactato y colina. Éstas son medidas sustitutas del desarrollo metabólico del cerebro, explicó el coinvestigador del estudio, el Dr. Patrick McQuillen. McQuillen practica medicina de atención crítica pediátrica y pediatría en San Francisco, California.

Estudios previos habían mostrado que tener bajos niveles de NAA y altos niveles de lactato estaba asociado con un mayor riesgo de deficiencia del neurodesarrollo en la infancia y la niñez.

Los investigadores también hallaron un incremento de 4 por ciento en lo que se conoce como difusividad, una medida de la estructura del tejido cerebral. De acuerdo con Miller, a medida que el cerebro desarrolla tejidos más complejos, hay por lo general más barreras a la difusión del agua por los tejidos, lo que significa que la difusividad disminuye con la madurez.

Finalmente, los bebés con defectos cardiacos también mostraron una reducción de 12 por ciento en la anisotropía fraccional de la materia blanca, es decir que la materia blanca del cerebro estaba menos madura.

"La lesión de la materia blanca, el patrón característico de lesión en bebés prematuros, era asombrosamente común entre los recién nacidos estudiados que tenían enfermedad cardiaca", dijo el autor principal del estudio, el Dr. Steven Miller, profesor asistente de pediatría en la Universidad de Columbia Británica.

La materia blanca sí tiene cierta capacidad para curarse a sí misma tras una lesión, un proceso conocido como remielinización, que podría involucrar a células lesionadas que se reparan a sí mismas o a la producción de nuevas células, apuntaron los investigadores.

"Es importante destacar que los bebés con enfermedad cardiaca tienen el potencial para proseguir con el desarrollo cerebral e incluso recuperarse si hay lesión", enfatizó McQuillen.

El uso de mejores tecnologías de imaginología está ayudando a detectar a los bebés que tienen defectos congénitos dentro del útero, lo que significa que los padres pueden planear el nacimiento en un centro que ofrezca atención y cirugía para estos bebés. Muchas veces, los defectos congénitos se diagnostican poco después del nacimiento, dijo McQuillen. Sin embargo, todavía algunos bebés se van a casa y se ponen muy enfermos porque su afección pasó inadvertida, agregó.

"Aunque desconocemos la causa exacta del retraso en el desarrollo del cerebro, es probable que se relacione con la forma en que la sangre fluye al cerebro en la vida fetal. En los bebés que estudiamos que tenían dos tipos de enfermedad cardiaca, el cerebro recibía sangre con bajos niveles de oxígeno", dijo McQuillen.

Pero aún quedan preguntas, señaló Garg. Aunque el estudio confirma que el retraso en el desarrollo del cerebro existe antes de la cirugía, no resuelve la pregunta de causa y efecto, apuntó.

Es posible que los defectos cardiacos y las anormalidades cerebrales existan en la misma población, pero no están necesariamente relacionados unos con otros, argumentó Garg.

"En el artículo, los investigadores describen las anormalidades que observaron. La pregunta es si [los defectos cardiacos] están relacionadas con ellas. Es una asociación. También, los niños presentan estas anormalidades en una resonancia magnética, pero ¿causará esto más anormalidades posteriormente? Se necesitan llevar a cabo más estudios para vincular estas dos anormalidades cerebrales", destacó Garg.

Los investigadores señalaron que se necesitan más investigaciones para buscar maneras de minimizar los retrasos en el desarrollo cerebral dentro del útero y como resultado de la cirugía cardiaca.

Garg reconoció que la nueva información podría ayudar a los médicos a proteger el cerebro de los bebés antes y durante la cirugía cardiaca, pero estas medidas conllevan peligros en sí mismas.

"Realizamos muchas intervenciones que pueden causar problemas neurológicos. Tenemos múltiples aciertos, así que ¿cómo sabemos qué causa el retraso en el desarrollo? Es lo complicado de todo esto", apuntó Garg.

Los investigadores no compararon el desarrollo del cerebro de los bebés con el de otros niños que tenían afecciones congénitas, agregó, por lo que se necesitan estudios a largo plazo para analizar el impacto de estas anormalidades cerebrales.

"Los bebés que tienen un diagnóstico fetal también podrían ser estudiados con IRM para saber más sobre cómo el cerebro se desarrolla cuando hay una enfermedad cardiaca congénita. Esto será particularmente importante a medida que los cardiólogos empiecen a considerar intervenciones para tratar afecciones cardiacas antes del nacimiento, algo que se está estudiando en estos momentos", dijo McQuillen.

Los investigadores enfatizaron que ambos defectos cardiacos congénitos del estudio ameritaban cirugía. Los padres a los que se les ha dicho que su hijo tiene un soplo cardiaco pero que no necesita cirugía no deberían preocuparse por el retraso en el desarrollo, aseguraron McQuillen y Miller.

Más información

Para más información sobre los defectos cardiacos congénitos, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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