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Se cierra la brecha de los sexos en el alcoholismo

Las convenciones sociales cambiantes y las oportunidades para las mujeres hacen que ya no sea una 'enfermedad de hombres'

(FUENTES: Washington University School of Medicine/Harvard Medical School, news release, May 4, 2008)

MARTES 6 de mayo (HealthDay News/Dr. Tango) -- La bebida y la dependencia del alcohol han aumentado sustancialmente entre las mujeres, sobre todo en las mujeres blancas e hispanas nacidas a partir de 1945, según encuentra un estudio reciente.

El uso y la dependencia del alcohol parecieron permanecer estables en los hombres, mientras que los estadounidenses jóvenes informan tener más problemas durante toda la vida con el alcohol que los mayores, a pesar de haber tenido menos tiempos para desarrollar problemas con el alcohol.

Los hallazgos aparecen en la edición de mayo de la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research.

"Encontramos que para las mujeres nacidas después de la Segunda Guerra Mundial hay menores niveles de abstención al alcohol y mayores niveles de dependencia al alcohol, incluso cuando sólo se observó a las mujeres que bebían", afirmó en una declaración preparada el autor correspondiente, Richard A. Grucza, epidemiólogo de la Facultad de medicina de la Universidad de Washington. "Sin embargo, no observamos ninguna tendencia significativa en los hombres nacidos más recientemente a tener menores niveles de abstención o mayores niveles de dependencia del alcohol".

Los hallazgos de los investigadores provienen del análisis de dos grandes encuestas nacionales llevadas a cabo con diez años de separación (de 1991 a 1992 y de 2001 a 2002). Las encuestas comparaban los índices de uso de alcohol durante toda la vida para los mismos grupos de edad y de datos demográficos.

La "brecha sexual en disminución del alcoholismo" podría deberse a mayores niveles de problemas a los que se enfrentan las mujeres, mientras que los hombres han sido más o menos estables en sus niveles de dependencia, dijo.

"Claramente, hay muchos cambios en el ambiente cultural para las mujeres que nacieron en los 40, los 50 y los 60, en comparación con las que nacieron antes", apuntó Grucza. "Las mujeres se incorporaron a la fuerza laboral, tenían más probabilidades de ir a la universidad, se veían menos impedidas por los estereotipos de sexo y tenían más poder adquisitivo. Eran más libres de tener una gama de conductas que habían estado fuera de su alcance cultural o no eran prácticos, y tales conductas probablemente hubieran incluido beber en exceso y los problemas con el alcohol".

Shelly F. Greenfield, directora clínica asociada del Programa de tratamiento del abuso del alcohol y las drogas del Hospital McLean, añadió un comentario a la evaluación de Grucza.

"Una explicación posible es que entre 1934 y 1964, la aceptabilidad social de que las mujeres bebieran aumentó. Como era más socialmente aceptable que las mujeres bebieran, un mayor número de ellas se convirtió en bebedoras. Debido a que las mujeres tienen una mayor vulnerabilidad a los efectos del alcohol, es decir, mayores niveles de alcohol en la sangre con dosis similares de alcohol, podríamos ver un aumento concomitante en la dependencia al alcohol de las que nunca bebían".

Otro factor potencial es que los inmigrantes que llegan a EE.UU. de culturas con valores más conservadores sobre la bebida tienden a apegarse a sus normas culturales nativas, pero sus hijos son más propensos a seguir las normas sobre el alcohol comparativamente laxas de este país.

"Se puede considerar que la cultura de EE.UU. ha sido tradicionalmente dominada por los hombres blancos", añadió Grucza. "A medida que las mujeres han inmigrado a esta cultura, se han aculturado en cuanto al uso de alcohol".

Dijo que la barrera añadida de la raza podría ser lo que impide que las mujeres negras, que siguen teniendo los índices más bajos de consumo de alcohol entre los grupos demográficos estudiados, adopten los estándares de uso de alcohol de la cultura estadounidense dominante.

Greenfield sugirió que dirigirse a las mujeres con programas de prevención específicos según el sexo podría disminuir los índices de bebida o retrasar cuándo se inicia el consumo de alcohol, lo que podría prevenir problemas posteriores con la bebida.

"También sería útil educar a las mujeres sobre las diferencias sexuales en el metabolismo del alcohol y la mayor vulnerabilidad relacionada de las mujeres a las consecuencias adversas del alcohol para la salud a menores dosis que en los hombres", dijo.

Más información

La American Academy of Family Physicians tiene más información sobre cómo reconocer un problema con la bebida.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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