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Un medicamento contra el cáncer también se muestra efectivo para tratar la esclerosis múltiple en un ensayo inicial

Expertos advierten que los promisorios resultados necesitan replicarse en estudios más grandes

Por Serena Gordon
Reportera de Healthday

(FUENTES: Stephen Hauser, M.D., Robert A. Fishman distinguished professor of neurology, and chairman, department of neurology, University of California, San Francisco; John Richert, M.D., executive vice president, research and clinical programs, National Multiple Sclerosis Society, New York City; Feb. 14, 2008, New England Journal of Medicine)

MIÉRCOLES 13 de febrero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un medicamento creado originalmente para combatir el cáncer y que se usa en estos momentos para tratar enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y el lupus también podría actuar contra una forma común de esclerosis múltiple.

En la nueva investigación publicada en la edición del 14 de febrero de la revista New England Journal of Medicine, los investigadores informaron que un tratamiento con rituximab redujo de manera sustancial el número de lesiones inflamatorias en el cerebro de personas que tenían esclerosis múltiple (EM) recurrente-remitente y que redujo casi a la mitad la incidencia de recaídas durante hasta 48 semanas.

"Los resultados inmediatos del estudio deberían darnos muchas esperanzas a todos los que trabajamos en este campo y a nuestros pacientes", dijo el autor del estudio, el Dr. Stephen Hauser, jefe del departamento de neurología de la Universidad de California en San Francisco. "Es una terapia intravenosa fácil de administrar y relativamente segura que podría tener efectos profundos e importantes sobre la fase recurrente-remitente de la EM".

Sin embargo, Hauser se apresuró a advertir que "estos resultados son preliminares y no deberían ser interpretados como el descubrimiento de una nueva terapia comprobada". Recalcó que se necesitan llevar a cabo estudios más largos para evaluar por completo la seguridad y eficacia del medicamento en personas que padecen de EM.

"Nos sentimos prudentemente optimistas", dijo respecto a los hallazgos el Dr. John Richert, vicepresidente ejecutivo de investigación y programas clínicos de la National Multiple Sclerosis Society. "Es difícil imaginar un resultado mejor, pero ahora mismo, no disponemos de datos sobre la seguridad o eficacia a largo plazo".

La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central. En lugar de combatir organismos foráneos, como las bacterias, el cuerpo ataca por error el revestimiento protector de las células nerviosas, conocido como mielina.

Gran parte de la investigación que se ha llevado a cabo se ha centrado en las células T del sistema inmunitario, pero otros estudios han empezado a plantear que quizás las células T, al fin y al cabo, no sean actores tan importantes en la EM El rituximab, vendido bajo el nombre de marca Rituxan, se dirige a y reduce un tipo células B conocidas como CD20+.

En el estudio de Hauser participaron 104 personas que tenían esclerosis múltiple recurrente-remitente. Las personas que padecen este tipo de EM tienen exacerbaciones de la enfermedad pero también periodos de remisión en los que no experimentan síntomas.

Los voluntarios fueron asignados de manera aleatoria para recibir mil miligramos de rituximab por vía intravenosa o un placebo. Se realizó una resonancia magnética (IRM) a las 12, 16, 20 y 24 semanas para evaluar el número de lesiones inflamatorias, el sello distintivo de la EM, en el cerebro.

El número de lesiones se redujo entre los que tomaban rituximab, y también tenían menos lesiones nuevas que los que tomaban el placebo, tanto durante el estudio como seis meses más tarde.

La tasa de recaída se redujo también de manera sustancial entre los que tomaban rituximab. Al final de las 48 semanas de estudio, el 20.3 por ciento de los que tomaban rituximab había experimentado una recaída en comparación con el 40 por ciento de los que tomaban el placebo.

Lo que Hauser y Richert encontraron más estimulante fue la velocidad con la que actuaba rituximab y la duración del beneficio, que continuó mucho tiempo después de la administración del tratamiento.

"Los efectos beneficiosos se observaron para la cuarta semana", señaló Richert. "Una de las razones que explican por qué estos datos son tan emocionantes es que los efectos persisten después de 48 semanas de la administración de un curso de rituximab".

Los que tomaron rituximab experimentaron más efectos secundarios, aunque la mayoría de ellos fueron leves. "La gran pregunta es si la eliminación de las células B tendrá algún impacto posterior sobre el sistema inmunitario", dijo Hauser.

Tanto Hauser como Richert señalaron que el estudio también ofrece nueva información sobre el proceso de la enfermedad de la esclerosis múltiple y que abrirá probablemente vías adicionales en la investigación de la EM.

Más información

La National Multiple Sclerosis Society describe los tratamientos actuales para la enfermedad.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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