Los niños en las guarderías infantiles a menudo están expuestos al contacto con otros niños que pueden estar enfermos y tienen una mayor probabilidad de adquirir infecciones que los niños que no asisten a estas instituciones. Las infecciones respiratorias, las infecciones en el oído y la diarrea son comunes en las guarderías infantiles y algunos estudios también han vinculado el asma con estas instituciones.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que el hecho de estar expuestos a gran cantidad de gérmenes en estos ambientes realmente puede MEJORAR a la larga el sistema inmunitario del niño.

Se le debe enseñar al niño a lavarse las manos antes de comer y después de usar el baño. La mayoría de las veces, las infecciones se propagan cuando el niño se lleva juguetes sucios a la boca, de tal manera que se deben verificar las condiciones de limpieza de la guardería. Igualmente, se recomienda dejar a los niños en casa si están enfermos.

El riesgo de infección en una guardería también se puede reducir:

• Amamantando a los bebés.
• Desarrollando políticas y programas de capacitación que ayuden a reducir la propagación de bacterias y virus en la institución.
• Preparando alimentos y cambiando pañales en áreas diferentes.
• Asegurándose de que el personal de la guardería y los niños tengan sus vacunas al día.