jump over navigation bar
Sello Depto. de EstadoDepartamento de Estado de Estados Unidos
Programs de Información Internacional y USINFO.STATE.GOV url
 
Temas Regiones Recursos Productos    English |  Français |  Pycckuú |  Arabic |  Chinese |  Persian
 
 
INDICE
Introducción
Entrevista con:
Muhannad Eshaiker
Principios democráticos
Rubar Sandi
Crecimiento económico
Mohammed Al Faour
Fuerzas armadas
Aiham Alsammarae
Principios democráticos
Ilham Al-Sarraf
Ayuda humanitaria
Azzam Alwash
Medio ambiente
Hatem Mukhlis
Principios democráticos
Tanya Gilly
Corrupción
John Kanno
Infraestructura
Hamid Ali Alkifaey
Libertad de prensa
Mahmoud Thamer
Salud pública
Conclusión
Laith Kubba
  EL DEBER CON EL FUTURO:
Plan de los iraquíes libres para un nuevo Iraq

 
DEL SECRETARIO DE ESTADO,
COLIN POWELL :

El "Proyecto del Futuro de Iraq" que se describe en esta publicación encarna el ya antiguo deseo de nuestro gobierno de ayudar a los iraquíes en su esfuerzo para liberar a su país de la tiranía.

A lo largo de muchos meses, el Proyecto ha reunido un grupo de iraquíes libres que tuvieron la suerte de no vivir bajo el régimen de Saddam Hussein y que se han capacitado en una amplia gama de profesiones. Ellos han discutido con audacia propuestas concretas para la reconstrucción de su país y la reestructuración de sus instituciones, de modo que, con pleno derecho, Iraq pueda volver a ocupar su sitio como una de las naciones líderes de la región y más allá de ésta.

Tuve el placer de reunirme con varias de esas distinguidas personas en un Iftaar que organicé durante el mes sagrado musulmán del Ramadán. Me impresionó ver el cúmulo de talento y experiencia que ellos aportan a este empeño, y aún más su dedicación a la visión de un nuevo Iraq libre y democrático.

Rindo homenaje al valor y la determinación de todos los que participan en el "Proyecto del Futuro de Iraq". Espero que sus propuestas sean compartidas en forma general por sus compatriotas que aún viven en Iraq y no han tenido oportunidad de imaginar o discutir un futuro diferente para su país. Confío en que, por el hecho de compartir su experiencia de vivir en sociedades libres y abiertas, y con sus ideas sobre el camino que va a emprender Iraq, esos iraquíes lograrán que sus compatriotas que han permanecido en el Iraq de Saddam adquieran la fuerza necesaria para construir un país que respete el estado de derecho, acepte los principios de la justicia y respete el derecho de todos sus ciudadanos a convivir en armonía y prosperidad.

(Publicado en abril de 2003)

Los iraquíes recuerdan una época que hoy se remonta a más de tres décadas en el pasado, en la cual la tradición de su cultura, la riqueza de su petróleo y la educación y habilidades de sus habitantes le ganaron a Iraq un sitio respetado, tanto en el mundo árabe como en la comunidad internacional en general.

Tal vez los miembros de la generación que creció después de que Saddam Hussein tomó el poder no tengan recuerdos personales de esa época, pero todos ellos han oído la historia de labios de sus familiares. Ellos también han compartido los recuerdos de una generación que no se ha olvidado de la época anterior al día que Saddam devoró a su país y transformó la historia de un pueblo en la biografía de un tirano.

Muchos de los iraquíes libres que viven fuera de su país --ya sea en Estados Unidos, Europa, el Oriente Medio u otro lugar-- han hecho algo más que recordar. Desde mucho tiempo antes de la campaña militar actual para liberar a Iraq, ellos se han dedicado con diligencia a convertir esa esperanza en realidad, por medio de un esfuerzo sin precedente a fin de planear un futuro para cuando Saddam Hussein se haya ido.

En el curso del año pasado, muchos de estos iraquíes se reunieron en una serie de 17 grupos de trabajo, bajo los auspicios del Departamento de Estado de Estados Unidos, con el fin de intercambiar sus ideas y sus planes para la construcción de un nuevo Iraq.

"El Proyecto del Futuro de Iraq", como se conoce esta iniciativa, no fue ni un proceso político ni un intento de crear una especie de gobierno en el exilio. En lugar de eso, fue un esfuerzo amplio y voluntario para fusionar el talento, la experiencia y la pericia de la numerosa comunidad de iraquíes que han vivido fuera del alcance de Saddam Hussein.

En esos grupos de trabajo --cuyo enfoque ha abarcado desde la edificación de la democracia y el petróleo hasta la salud, la educación y el agua--, los iraquíes libres se han dedicado a planear la forma en que su patria podrá recuperarse de la crueldad y la corrupción del régimen de Saddam Hussein, y el modo de construir las instituciones de libertad política, económica y personal con las que Iraq podrá ocupar una vez más el lugar que le corresponde en la comunidad de las naciones.

Todos los iraquíes incluidos en los grupos de trabajo --tanto los que ya habían tenido un papel activo en organizaciones políticas dirigidas por iraquíes, como los que no lo habían tenido antes-- se expusieron a riesgos al participar en el Proyecto del Futuro de Iraq. Sin embargo, todos ofrecieron su pericia en el ámbito de la ingeniería civil, el cuidado de la salud, la producción de petróleo, la agricultura o el estado de derecho.

Aportaron también a su trabajo una gran variedad de puntos de vista. De hecho, todos coincidieron en que la oportunidad misma de compartir sus distintas opiniones --aun en los casos en que sus discusiones no pudieron concluir en un acuerdo total-- fue uno de los aspectos más valiosos de su experiencia.

El Proyecto del Futuro de Iraq no fue un ejercicio académico o teórico. Así lo dijo el subsecretario de Estado para asuntos políticos, Marc Grossman, al rendir testimonio en el Senado de Estados Unidos el 11 de febrero de 2003, antes del inicio de la Operación Libertad de Iraq: "En la esfera legal, por ejemplo, los abogados iraquíes del grupo de trabajo llamado Justicia en la Transición han escrito 600 páginas, en árabe, con las reformas que proponen para el Código Penal, el Código de Procedimientos Penales, el Código Civil, la Ley de Nacionalidad, el Código de Procedimientos Militares y otros más". »

Un vendedor saluda al pasar frente a un mural en Sulaymaniyah
Un vendedor saluda al pasar frente a un mural en Sulaymaniyah, una ciudad del Kurdistán iraquí que ha estado por más de un decenio bajo la protección de patrullas aéreas que encabeza Estados Unidos. (Hasan Sarbakhshian, AP/WWP)

El Grupo de Trabajo sobre el Agua, la Agricultura y el Medio Ambiente identificó como su más alta prioridad la necesidad de suministrar agua limpia a los ciudadanos de Iraq. Además, sus miembros apoyaron el proyecto Edén Recobrado, el cual prevé la rehabilitación de las tierras húmedas y los pantanos que Saddam Hussein decidió destruir en los decenios de su inexorable embate contra la tierra y la población del sur de Iraq.

La composición de los miembros del Grupo de Trabajo de Economía e Infraestructura reflejó la diversidad del propio Iraq e incluyó a profesionales de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Europa, el Oriente Medio y el Kurdistán iraquí. Los participantes provienen de muchos grupos étnicos y religiosos diferentes: sunitas, chiítas, asirios, curdos y muchos más. En sus informes, ellos bosquejaron un proceso en tres etapas que se enfocaría en mantener la seguridad y los servicios esenciales, satisfacer las necesidades básicas de toda la población iraquí y reconstruir la infraestructura y la economía de la nación.

Un grupo de trabajo más reciente, enfocado en la sociedad civil, declaró al final de su primera sesión, en febrero de 2003: "Es natural que Iraq, por ser la cuna histórica de la civilización, tenga una sociedad civil que respete, proteja y capacite a los iraquíes para prosperar con un gobierno democrático".

El Grupo de Trabajo del Petróleo y la Energía ha trazado planes específicos para reconstruir la infraestructura de la industria del petróleo y, a la vez, tratar de diversificar la economía de Iraq. "Todos coincidieron en que el sector del petróleo y energía sería la fuerza impulsora con la cual los iraquíes volverían a prosperar en cuanto el despótico régimen de Saddam Hussein fuera removido", expresaron en una declaración el 1 de marzo de 2003.

Grupos de trabajo del Proyecto del Futuro de Iraq  :
  • Principios y procedimientos democráticos
  • Economía e infraestructura
  • Política e instituciones de defensa
  • Educación
  • Salud pública y necesidades humanitarias
  • Construcción de la capacidad de la sociedad civil
  • Justicia en la transición
  • Agua, agricultura y medio ambiente
  • Preservación del patrimonio cultural de Iraq
  • Finanzas públicas
  • Petróleo y energía
  • Gobierno local
  • Medidas contra la corrupción
  • Seguridad externa y nacional
  • Medios de información libres
  • Migración
  • Servicios sociales
  • El Grupo de Trabajo de Principios y Procedimientos Democráticos discutió algunas de las cuestiones más difíciles y contenciosas sobre la autoridad política y la identidad étnica. A pesar de todo, se llegó a un acuerdo en torno a los principios básicos del gobierno democrático y de un sistema federal de representación para un Iraq unificado. Como dijo uno de los participantes: "Es necesario que todos nos sintamos iraquíes antes que curdos, chiítas o sunitas, árabes o turcomanos. Debemos tener el sentimiento de que pertenecemos a Iraq".

    Aun cuando el Proyecto del Futuro de Iraq está a cargo de iraquíes libres, ni los participantes ni el Departamento de Estado se propusieron jamás que esta iniciativa fuera un medio para imponer los parámetros del futuro a los más de 20 millones de iraquíes que han soportado el férreo gobierno de Saddam. Todo lo contrario, desde tiempo antes de la acción militar, muchos de los grupos de trabajo trataron de hallar medios informales para comunicar sus ideas y propuestas a los que estaban en Iraq. Más aún, en todas las recomendaciones de los grupos de trabajo --ya sea que se refieran a la salud, el petróleo o los procesos políticos-- se adopta un enfoque "de adentro hacia fuera" en el cual los iraquíes libres ayudarán al pueblo de un Iraq liberado para que éste prosiga el desarrollo y la implementación de los planes del Proyecto del Futuro de Iraq. Aquéllos ofrecerán destrezas y recursos que no están al alcance de quienes han vivido tras las murallas de la opresión de Saddam.

    Como dijo el subsecretario Grossman al declarar ante el Congreso: "Los iraquíes del exterior no van a controlar las decisiones que, a fin de cuentas, tendrán que ser tomadas por todos los iraquíes. Y las personas con quienes estamos colaborando son un recurso grande, muy grande, pero ellos saben --y todos lo sabemos-- que a la postre todos los iraquíes tendrán que estar en condiciones de hablar con libertad y trabajar juntos en la construcción de un Iraq libre y democrático".

    El patrocinio de Estados Unidos al Proyecto del Futuro de Iraq es una prueba tangible de su compromiso a largo plazo con la libertad y el bienestar del pueblo iraquí. El proyecto es también la promesa implícita de que el futuro de Iraq le pertenece exclusivamente al pueblo de Iraq y a nadie más.

    El subsecretario de Defensa para asuntos de seguridad internacional, Douglas Feith, lo dijo con estas palabras: "El trabajo de Estados Unidos después de la guerra se va a emprender con una resolución que incluye dos cosas: el compromiso de quedarse y el compromiso de partir".

    Estados Unidos y los miembros de la coalición se van a quedar en el país para llevar a cabo los objetivos básicos de remover el régimen de Saddam Hussein, localizar y destruir todas las armas de destrucción en masa y garantizar la integridad territorial de Iraq. Pero Estados Unidos se ha comprometido de igual modo a salir de la región lo antes posible, demostrando así que el futuro de Iraq le pertenece solamente al pueblo iraquí.

    El presidente Bush se reúne con iraquíes libres
    El presidente Bush se reúne con iraquíes libres en la Casa Blanca en abril de 2003. (Foto �ric Draper/Casa Blanca)

    Después, según lo decidan los propios iraquíes, Estados Unidos se unirá con aliados de la coalición, amigos y organizaciones internacionales y brindará su apoyo a los esfuerzos a largo plazo del país para edificar un Iraq pacífico, democrático y próspero.

    Así lo expresó el secretario adjunto de Estado para Asuntos del Cercano Oriente, William Burns, al hablar con periodistas árabes el 6 de marzo de 2003, antes del inicio de la acción militar:

    La creación de un gobierno representativo firme, más allá del régimen brutal de Saddam Hussein, es un proceso complicado. Tendrá que estar a cargo de los iraquíes, y eso incluye tanto a los que viven hoy en Iraq como a esas personas valientes de la oposición fuera de Iraq que han trabajado muchos, muchos años para ayudar a que eso se haga realidad.

    Estados Unidos hará valer sus responsabilidades al brindar apoyo al proceso y ayudar a edificar las instituciones. Pero lo haremos con la colaboración de la comunidad internacional y la de los propios iraquíes, ya que va a ser necesario ese tipo de cooperación, en el plano internacional y con los mismos iraquíes, para atender los intereses de los iraquíes y el interés de la estabilidad de la región.

    El Proyecto del Futuro de Iraq es un paso en el camino hacia una nueva nación. En una serie de entrevistas recientes, algunos de los participantes de ese proyecto expusieron sus ideas sobre la experiencia.

    Sus voces son reales, variadas y no son unánimes en modo alguno. En ellas se expresa escepticismo, preocupación y contradicciones, aun cuando comparten puntos de vista fundamentales sobre la necesidad de libertad y democracia para Iraq. En suma, ellos son la voz de la libertad, las voces de iraquíes que se interesan por el futuro y desean tener otra vez la oportunidad de controlarlo.

    Muhannad Eshaiker, arquitecto y urbanista »

    A principio de página


           La Oficina de Programas de Información Internacional produce y mantiene este sitio.
           La inclusión de otras direcciones de Internet no debe interpretarse como una aprobación de las opiniones contenidas en las mismas.