Una técnica de detección conocida como la prueba de Papanicolaou permite la detección temprana del cáncer cervical (cáncer del cuello de la matriz o útero), la porción estrecha del útero que se extiende hacia abajo dentro de la parte superior de la vagina. En este procedimiento, un médico utiliza un cepillo pequeño o un raspador hecho de madera para remover una muestra de células del cérvix y de la parte superior de la vagina. Después, las células son colocadas en un portaobjetos y enviadas a un laboratorio en donde se utiliza un microscopio para detectar anormalidades. Desde la década de 1930, la detección temprana por medio del uso de la prueba de Papanicolaou ha ayudado a disminuir los índices de muerte a causa del cáncer cervical (cáncer del cuello de la matriz o útero) en más de un 75 por ciento.
Puede ser necesaria una prueba adicional si se llegan a encontrar anormalidades. Actualmente hay 13 tipos de alto riesgo de papilomavirus humanos (HPV, por sus iniciales en inglés) reconocidos como la causa principal del cáncer cervical. La Administración de Alimentos y Fármacos de los EE.UU. ha aprobado una prueba de HPV que puede identificar su presencia en una muestra de tejido. Esta prueba puede detectar los virus aún antes de que haya algún cambio visible conclusivo en las células cervicales.
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