14 agosto 2008

Oh Ranger: En los escalones donde estuvo el Dr. King

 
La guarda forestal Marisa Richardson
La guarda forestal Marisa Richardson habla todos los días con visitantes en las importantes atracciones turísticas de Washington.

Este artículo pertenece al periódico electrónico de julio de 2008 “Parques nacionales, patrimonio de Estados Unidos”. Para consultar los demás artículos de este periódico haga clic a la derecha

Por Marisa Richardson

Como miembro de una familia militar viajé por todo el mundo. A mediados de la década de 1980 vivimos durante tres años en las afueras de Washington. Recuerdo vívidamente ir a Washington a visitar el monumento conmemorativo de Lincoln. En un par de décadas se añadieron al panorama los nuevos monumentos conmemorativos de los veteranos de la Guerra de Corea, el de Franklin D. Roosevelt y el de la Segunda Guerra Mundial. De pie, en las escaleras del monumento conmemorativo a Lincoln en mi función de guarda del Servicio de Parques observo a niños escolares que recitan de nuevo el discurso “Tengo un sueño”, que el Dr. Martin Luther King pronunciara desde este mismo punto hace 40 años. Estoy orgullosa por que de algún modo, aunque pequeño, he ayudado a los niños a salvar la brecha entre el pasado y el presente.

Estoy asombrada de tener esta profesión. Estudié inglés y comunicaciones en la universidad George Mason con la intención de trabajar en radiodifusión. Sin embargo, un verano trabajando como guarda forestal de temporada aquí, en la Explanada Nacional y los Parques Conmemorativos, eso cambió para siempre. Me gusta mucho estar al aire libre, así como relacionarme con gente de todo el país y del mundo. Los programas que presento para los visitantes son sumamente gratificantes porque ayudo a la gente a que forme una conexión intelectual y emocional con este lugar.

Uno de los aspectos más satisfactorios de mi trabajo es escuchar y aprender de los visitantes. En el Monumento a la Segunda Guerra Mundial aprendo de primera mano de los veteranos que comparten sus experiencias y enriquecen mi perspectiva de la Segunda Guerra Mundial. Me encanta la versatilidad que ofrece el trabajo de guarda de los parques. Un día presento un programa para niños escolares, al día siguiente ayudo a planear el Festival de los Cerezos Japoneses o a diseñar una exposición explicativa sobre el monumento conmemorativo a la participación afroestadounidense en la Guerra Civil. Muchos visitantes me dicen que tengo el empleo más maravilloso del mundo – y yo les digo: ¡Así es!

Marisa Richardson es guarda forestal y guía de parques en la Explanada Nacional y Parques Conmemorativos de Washington.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en la guía de dicho parque publicada por American Park Network. Para más información sobre visitas a los parques, véase OhRanger.com

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