27 agosto 2008

Estados Unidos rechaza el reconocimiento de Rusia a separatistas de Georgia

Rice asevera que Abjasia y Osetia del sur siguen siendo territorio de Georgia

Washington -- La determinación de Rusia de reconocer oficialmente la independencia de Osetia del sur y Abjasia, dos regiones separatistas de Georgia, es una "lamentable" violación de los esfuerzos internacionales para el establecimiento de la paz, que Moscú ayudó antes a darle forma, dijo la secretaria de Estado Condoleezza Rice, al sumarse a la amplia condena internacional contra la reciente determinación de Moscú en la crisis en curso en Georgia.

“Abjasia y el sur de Osetia son parte de las fronteras internacionalmente reconocidas de Georgia y seguirán siéndolo", dijo Rice en una declaración difundida el 26 de agosto desde la Cisjordania. Cualquier medida para lograr un mayor reconocimiento internacional en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos para esos territorios "no tiene oportunidad de éxito".

Horas antes el presidente ruso Dmitry Medvedev difundió una declaración de reconocimiento oficial de su gobierno de las dos regiones que tienen respaldo de Moscú, a pesar de los pedidos de Estados Unidos y funcionarios europeos, que coinciden en que tal reconocimiento viola las resoluciones de la ONU relacionadas con la integridad territorial de Georgia.

El presidente Bush condenó más tarde lo que calificó como decisión "irresponsable" de Rusia. "La integridad territorial y las fronteras de Georgia deben ser respetadas, así como las de Rusia o de cualquier otro país", aseveró Bush.

De acuerdo a los seis puntos del acuerdo de la Unión Europea para el cese de fuego Rusia aceptó sumarse a las conversaciones internacionales relacionadas con Osetia del sur y Abjasia, un proceso diplomático destinado a resolver los difíciles desafíos a la seguridad y estabilidad que enfrentan esas dos regiones. La determinación unilateral de Rusia ha puesto en duda este proceso, dijo Bush. "La determinación de Rusia solamente exacerba y complica las negociaciones diplomáticas", agregó.

"El acuerdo de seis puntos ofrecía una salida pacífica para resolver el conflicto. Esperamos que Rusia cumpla sus compromisos internacionales, reconsidere su irresponsable decisión y siga con el enfoque establecido en el acuerdo de seis puntos", anotó.

En derecho internacional el principio de integridad territorial ocupa la prioridad más alta, cuando las naciones tratan de resolver conflictos separatistas, dijo Matt Bryza, vice secretario de Estado adjunto, en una reciente sesión informativa. A partir de eso las naciones pueden negociar compromisos pacíficamente, un proceso que ahora Rusia ha interrumpido.

El anuncio ocurrió cuando Rusia ya enfrentaba una amplia crítica internacional por su persistente rechazo a cumplir su compromiso de retirar sus fuerzas a las posiciones previas al conflicto. (Ver artículo relacionado "Rusia todavía viola el alto al fuego en Georgia, dice la Casa Blanca")

Si bien la mayor parte de las fuerzas rusas salieron de Georgia el 22 de agosto cientos de soldados quedaron detrás, operando puestos de vigilancia en los puntos autodeclarados como "zonas de seguridad", dentro y cerca de las regiones en disputa, así como cerca de las carreteras estratégicas, y otros lugares claves.

El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, pidió una reunión de emergencia de la Unión Europea para el 1 de septiembre para analizar la crisis en Georgia. Luego del anuncio de Medvedev es posible que ese encuentro se enfoque en las futuras relaciones de Europa con Rusia, dijo Bernard Kouchner, ministro de Relaciones Exteriores de Francia.

Alexander Stubb, ministro de Relaciones Exteriores de Finlandia, quien preside la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE), que junto con Kouchner viajó varias veces entre Georgia y Rusia para negociar una tregua, se sumó a las críticas del anuncio de Medvedev. "El reconocimiento de la independencia de Osetia del sur y Abjasia viola los principios fundamentales de la OSCE", dijo.

Jaap de Hoop Scheffer, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dijo que la determinación de Moscú "es una violación directa de las diversas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en relación con la integridad territorial de Georgia, resoluciones que la propia Rusia ha respaldado", además de poner en duda "el compromiso de Rusia con la paz y la seguridad en el Cáucaso". (Ver artículo relacionado "OTAN refuerza vínculos con Georgia").

Entre los otros líderes que se sumaron al rechazo a la decisión de Rusia figura David Miliband, secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido que la calificó de "injustificable e inaceptable". Franco Frattini, ministro de Relaciones Exteriores de Italia calificó a la determinación de Rusia como "ajena al marco de la legalidad internacional", y el ministro de Relaciones Exteriores de Suecia, Carl Bildt, advirtió que Rusia está "jugando con fuego" en el Cáucaso.

"Esto va en violación del principio de integridad territorial, uno de los principios básicos del derecho internacional y por lo tanto es algo absolutamente inaceptable", dijo Angela Merkel, la canciller de Alemania, durante una visita a Estonia. "La crisis en Georgia ha cambiado la situación en Europa, desafortunadamente, de una manera que va en contra de nuestros valores y convicciones", dijo.

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