15 febrero 2008

Rice y Gates se refieren a futuras necesidades en relación con Iraq

Comienzan a negociar marco básico para la normalización con Iraq

El siguiente artículo ha sido redactado por la secretaria de Estado de Estados Unidos Condoleezza Rica y el secretario de Defensa de Estados Unidos Robert Gates y se publicó originalmente en el diario The Washington Post el 13 de febrero. Es de dominio público y no existen restricciones para su republicación.

 

(comienza el texto)

Lo que hace falta a continuación en Iraq

Por Condoleezza Rice y Robert Gates

En el transcurso del año pasado, hemos visto que los iraquíes están comprometidos en afirmar su propia soberanía. El ejército iraquí y la policía controlan gran parte del país en lo que se refiere al mantenimiento de la seguridad. Iraq se está relacionando con otros países en Oriente Medio. El pueblo iraquí desea cubrir sus propias necesidades y controlar su propio destino, y desean una relación más normal con Estados Unidos.

Nuestras tropas y diplomáticos han hecho sacrificios indecibles para ayudar a que Iraq se coloque en el camino de la autosuficiencia. Una fase crucial en este proceso se desarrollará en los próximos meses cuando nuestro embajador en Baghdad, Ryan Crocker, comience las negociaciones para establecer un marco básico para normalizar las relaciones con el gobierno iraquí, e incluir lo que se conoce como un acuerdo sobre “el estatuto de las fuerzas”. Alentamos al Congreso y al público a que apoyen el esfuerzo de nuestros diplomáticos principales y oficiales del ejército que participen en estas conversaciones, que consideramos esenciales para el éxito de los resultados en Iraq y por asociación, de los intereses vitales y la seguridad de Estados Unidos.

En primer lugar les daré algunos antecedentes. En cualquier momento en que las tropas estadounidenses se estacionen o estén presentes de modo temporal en suelo extranjero se plantean varios interrogantes de carácter legal, desde el alcance general de su misión a los detalles de su vida diaria, desde la autoridad para combatir hasta las normas de entrega del correo. En más de 115 países tenemos acuerdos para el estatuto de las fuerzas adaptados a las circunstancias particulares. Estos acuerdos están elaborados para tener en cuenta las circunstancias de cada país anfitrión, así como las exigencias únicas y las misiones de nuestras fuerzas en ese país.

En Iraq, tanto la presencia como el papel de Estados Unidos y nuestros asociados en la coalición han sido autorizados por resoluciones de las Naciones Unidas. La autorización actual de las Naciones Unidas expira a finales de este año e Iraq ha indicado que no intentará renovarla. Más bien desea un acuerdo en línea con los acuerdos que típicamente gobiernan las relaciones entre dos países soberanos.

Aquí tenemos un debate nacional sobre la futura presencia, composición y misión de las fuerzas estadounidenses en Iraq. Sin embargo, está claro que las fuerzas estadounidenses tendrán que operar en Iraq hasta más allá del final de este año para que el progreso de la estabilización en Iraq continúe.

En estas negociaciones intentaremos establecer los parámetros básicos para la presencia de Estados Unidos en Iraq, incluyendo las autoridades apropiadas y la jurisdicción necesaria para operar con efectividad y para llevar a cabo misiones esenciales, como ayudar al gobierno iraquí a luchar contra Al-Qaeda, desarrollar sus fuerzas de seguridad, y erradicar el flujo de armas letales y el entrenamiento que se recibe desde Irán. Además, intentaremos establecer un marco básico para tener una firme relación con Iraq en la que se reflejen nuestros intereses compartidos en cuanto a la política, la economía, la cultura y la seguridad.

La negociación no incluirá un mandato para continuar las misiones de combate. No habrá nada que se refiera a nivel de tropas. No habrá ningún compromiso de Estados Unidos para unirse a Iraq en una guerra contra otro país o proporcionar otros compromisos similares en materia de seguridad. Y no habrá una autorización para establecer bases permanentes en Iraq (algo que ni nosotros ni los iraquíes deseamos). Para ser consistentes con las prácticas bien establecidas en la elaboración de estos acuerdos, tampoco habrá nada que requiera del Senado la autoridad para ratificar tratados de Estados Unidos, aunque trabajaremos estrechamente con las comisiones del Congreso que sean apropiadas para mantener a los legisladores informados y para proporcionar completa transparencia. Ya hemos comenzado sesiones en las que se habla sobre información clasificada y estamos deseando recibir las ideas del Congreso.

En breve, nada de lo que se vaya a negociar en los próximos meses atará las manos del próximo comandante en jefe, quien quiera que él o ella sea. Todo lo contrario, ofrecerá al presidente la autoridad legal para proteger nuestro interés nacional y la capacidad para elaborar el curso de la próxima administración.

Hay un amplio reconocimiento de la necesidad de una relación bilateral normal de este tipo. Tiene el apoyo de las fuerzas políticas moderadas de todas las comunidades de Iraq: sunnis, chiítas y kurdos. Un grupo bipartidista de senadores de alto nivel  lo han solicitado, entre ellos Carl Levin, John Warner y Richard Lugar. Y ha sido promovido por paneles bipartidistas tales como la Comisión independiente sobre las fuerzas de seguridad en Iraq, que preside el general de la Marina de Estados Unidos James L. Jones. De forma similar, la Comisión Baker-Hamilton abogó por una serie de misiones a largo plazo que necesitarían de un acuerdo de este tipo.

Hay pocas dudas de que el año 2008 será un año crítico para la transición en Iraq, cuando  los niveles de nuestras fuerzas disminuyen y nuestra misión cambia, y los iraquíes continúan reforzando su soberanía. Para continuar con el éxito que hemos visto en meses recientes, el pueblo iraquí y su gobierno seguirán necesitando nuestra ayuda. Los iraquíes han solicitado una relación normalizada con nosotros y tal relación será parte del cimiento para el éxito en Iraq, cimiento sobre el cual la  administración futura de Estados Unidos pueda construir su relación.

(Los autores son respectivamente, la secretaria de Estado de Estados Unidos y el secretario de Defensa de Estados Unidos).

(termina el texto)

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://usinfo.state.gov/esp)

Respond to this page Díganos qué opina de este artículo.

       La Oficina de Programas de Información Internacional produce y mantiene este sitio.
       La inclusión de otras direcciones de Internet no debe interpretarse como una aprobación de las opiniones contenidas en las mismas.